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El Clásico lo cambia todo en el Madrid
El triunfo en el Clásico no solo significó tres puntos más. En el vestuario del Real Madrid se sintió como una confirmación de que el equipo está encontrando una nueva identidad bajo el mando de Xabi Alonso. Aquella noche dejó una huella emocional profunda y, sobre todo, una certeza: el camino emprendido es el correcto.
“El Clásico está aparcado, pero nos dice cosas de cara al futuro”, resumió el técnico tolosarra días después de su primera gran victoria en el banquillo blanco. “Sabíamos que era una fortaleza que tenemos y que podíamos utilizar no solo para un partido puntual, sino que nos va a dar solidez. Las calidades individuales, el rival y el contexto que se avecina nos van a demandar eso. Salió bien no solo tácticamente, sino también anímicamente. La preparación fue muy buena y el equipo tuvo una emocionalidad muy positiva. Esa es la base para que el planteamiento táctico funcione”, explicó sobre un cambio de rumbo en el centro del campo que le ha dado más fuerza y corazón al equipo.
Un trabajo en la ‘sombra’ imprescindible
Más allá del resultado, lo que ha cambiado es la forma de mirar el juego. Con la llegada de Xabi Alonso, el análisis de video y el estudio del rendimiento individual se han convertido en una parte esencial del trabajo diario. Se dedica más tiempo a revisar los partidos, a entender al rival y a ajustar los pequeños detalles que marcan la diferencia. “Lo he vuelto a ver para analizar las cosas que hablamos. El equipo mostró mucha solidez, mucha concentración y teníamos muchas ganas. Eso se veía en todas las acciones. Cuando somos fuertes somos ganadores y podemos llevar la iniciativa. Hicimos muchas cosas bien”, analizó sobre un partido que le ha dado muchas pautas a seguir.
En Valdebebas se respira una sensación de evolución constante. Cada partido se convierte en una oportunidad para perfeccionar el plan, para pulir lo que antes se escapaba entre líneas. El Clásico fue un ejemplo de ello: una victoria que no solo reforzó la confianza, sino que reveló una nueva fortaleza que acompañará al Madrid en su camino hacia el futuro. Pero fue más que eso, una declaración de intenciones de lo que se avecina de un equipo que pretender ser más sólido, más consciente y más preparado para lo que viene. Una base firme para que el planteamiento táctico funcione correctamente.