Los secretos y escándalos detrás del acoso a una estudiante de la UBA por su emprendimiento en OnlyFans

Esta es la crónica de individuos que menosprecian a las mujeres, reflejando la cultura incel. El término hace referencia a hombres tóxicos que, escondidos tras el anonimato de internet, manifiestan su resentimiento. En ocasiones, transforman a las mujeres que aborrecen en un blanco y revelan sus datos personales, llevando su acoso a otros niveles.

Los sucesos se llevaron a cabo en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires desde la mitad de 2022 hasta la mitad de 2024. Dos alumnos de la carrera de Ciencias de la Computación fueron protagonistas: Federico J. y Gaspar O. D., de 26 y 24 años. Su objetivo específico fue una compañera de su misma edad. Debido al acoso, la joven dejó de asistir a clases.

A pesar del anonimato, que podría haberles beneficiado -si son responsables- no les fue útil. Federico y Gaspar fueron denunciados ante las autoridades judiciales, que disponen de un extenso y meticuloso expediente en su contra, liderado por la jueza Alejandra Provitola, del Juzgado N°38 junto a la Fiscalía N°18. Hay un chat en la causa que ilustra la magnitud del acoso y la humillación. Se desarrolló en Telegram en noviembre de 2023 entre la joven y un hombre que ella creía que era su compañero, posiblemente Federico J., quien se identificaba en el chat con el seudónimo “I NATE HIGGERS”, un juego de palabras que pone de manifiesto su racismo.

-¿Por qué me haces esto? No tienes códigos.

-El que estudia computación eres tú.

-Excelente. Haz lo que desees. Escrachame. Muéstrame con la cinturonga.

La joven ofrecía contenido erótico a través de OnlyFans. Publicaba imágenes de ella semidesnuda, utilizando un alias inspirado en un anime japonés. No compartía esta información con sus compañeros de facultad. No obstante, sus acosadores se enteraron. En otros chats, le enviaron enlaces a su perfil en la plataforma, junto a una oferta de mil dólares por relaciones sexuales, acompañados de mensajes violentos sexualmente. “No soy Gaspar”, afirmó el hombre en una de esas comunicaciones, casi revelando su identidad.

Hoy, los tribunales están formalizando la situación de ambos acusados.

La jueza Provitola cerró en parte el caso tras la confirmación de los procesamientos de ambos en octubre y diciembre de 2024 por los delitos de coacción y hostigamiento digital. Tras una solicitud de la fiscalía, procesó a Gaspar -quien se encuentra con prisión domiciliaria en un departamento en Flores- en un juicio oral. En cuanto a Federico, solicitó que se amplíe la investigación en su contra.

Gaspar enfrenta un cuadro de acusación más serio que el de Federico. Al estudiante de 24 años, quien ha sido empleado en varias empresas del sector, se le imputa por intimidación pública, tras publicar en agosto de 2024 en “Grunt Posting”, un canal de Telegram que, según el Juzgado N°38, él controlaba, su intención de atacar a los “kukas” de su facultad que asistirían a una fiesta en el Pabellón 2 de la facultad.

Los estudiantes informaron a las autoridades sobre la amenaza en cuestión de horas. Gaspar fue detenido en su hogar de Caballito por la División Unidad Investigación Antiterrorista de la PFA; se presentó a la Federal después de que Provitola emitiera un pedido de captura internacional en su contra. Eventualmente, fue llevado al penal de Ezeiza. Luego, salió.

La alumna que utilizaba OnlyFans reportó a sus acosadores en la universidad.lo que condujo a la expulsión de Federico J. y Gaspar O. de diversos entornos académicos. Federico J. rechazó las acusaciones de acoso a otra compañera tras el descontento de los estudiantes en su contra, manifestando: “No la acosé, solamente me comuniqué con ella a través de OnlyFans o Telegram, en busca de una relación. No aceptó y dejé de hablarle”, indicó.

Adicionalmente, Federico J. enfrenta la acusación de contactar a su compañera en OnlyFans, empleando el seudónimo “Leíto”. La jueza Provitola emitió un comunicado a la plataforma para obtener datos, y estos fueron proporcionados. La información suministrada por el gigante del contenido para adultos corroboró que Federico era usuario de OnlyFans: la dirección IP que la plataforma registró coincide con la residencia de sus padres. La dirección de correo electrónico de Federico asociada a la jueza fue también comunicada por la Universidad de Buenos Aires.

La estudiante ya constituía un objetivo mucho antes. En 2022, un usuario bajo el nombre de “G” publicó en el grupo “Grunt Posting” de Telegram:

“¿Siempre te atrajo la ‘milipili’ de la facultad que asiste con blusa y tacones? ¿La que viaja en el subte leyendo ciertos días y en otros se actualiza con la música de tendencia? ¿La que nunca te atreviste a acercarte por temor? ¿La vecina que continuamente te encuentras en las calles céntricas? ¿No te gustaría pasar un buen rato con ella? ¡Contenido, videollamadas y más!”

Después, “G” compartió un enlace de Telegram de su compañera. Poco después, aclaró: “Es de la facultad”.

La dinámica de los grupos de Telegram en Ciudad Universitaria se tornó más grotesca. De acuerdo con las acusaciones en el procesamiento, Gaspar había “integrado o promovido ”el grupo “Incels DC UBA” que empleaba términos despectivos hacia las mujeres de la facultad, categorizándolas por su apariencia. Este grupo fue denunciado por dos estudiantes, que señalaron a Gaspar como su administrador. En su declaración, el estudiante lo desmintió y atribuyó la responsabilidad de “Incels DC” a otro compañero.

Otra estudiante, quien también declaró en el caso, describió la relación entre los acusados: “Atrapo a Federico porque copió en un examen y luego publicó en un grupo defendiendo esta conducta, y Gaspar lo apoyaba, eran amigos, tengo conocidos que estudiaban con ellos y siempre los veían juntos”, manifestó ante el Juzgado N°38.

La víctima, en su testimonio, mencionó la magnitud del daño. Aseguró que en esos grupos de Telegram “no solo participaban estudiantes, sino también docentes, quienes podían haber visualizado información mía”. Los acusados, de acuerdo a su declaración, “sabían exactamente lo que hacían, eran conscientes de que estaban humillando”.