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Liliana Martínez, la artista caleña que tapiza el mundo con murales que hablan de Colombia, lo volvió a hacer

Si por Liliana Martínez fuera, tapizaría todas las paredes del mundo de los colores y formas de la fauna y flora colombianas, de la magia de nuestro macondo garciamarquiano.
Muralista, como es, ya ha pintado en muchas ciudades pequeñas de Alemania. Torres de electricidad, paradas de buses, fachadas de organizaciones, instituciones, e incluso bancas en mal estado, han recobrado una nueva vida gracias a su pincel, que no deja de gritar Colombia adonde quiera que va.
La iniciativa de convertir todo lo que tocaba en arte, como una parada de bus del lugar donde vive en Alemania, la fue llevando a otras ciudades, a otros proyectos, a otros países, incluido Colombia, y su o la iniciativa me llevó a otras ciudades, a otros proyectos y se fue expandiendo”, cuenta la artista.
En todos los trabajos que ha realizado hasta ahora en el país europeo, Martínez siempre busca plasmar los paisajes y la cultura colombiana.
“Aunque el mundo está muy globalizado, te sorprenderías por la falta de conocimiento que tienen las personas sobre los países que están fuera de su continente y Colombia tiene un estigma muy grande, que los medios no le han ayudado a dejar atrás. Al pintar en sitios tan públicos quería lograr que la gente preguntara por la fauna de Colombia, por la flora, por las aves, por la cultura”, explica Liliana.
Pero es una labor que no hace sola. Le gusta pintar junto a sus espectadores y que estos puedan interactuar con ella, en especial los niños, su público siempre fiel.
Uno de sus grandes proyectos en Alemania fue embellecer una escuela pública, que se caracteriza por recibir a los jóvenes refugiados que han llegado en los últimos meses de Ucrania. Ha expuesto, además, obras sobre la naturaleza y las etnias colombianas del Amazonas.

Del 17 al 19 de octubre de 2025, a su paso por Colombia, realizó y donó dos murales suyos, el primero en Aracataca, Magdalena, en homenaje a Gabriel García Márquez, en la Casa del Telegrafista (donde trabajaba el papá del escritor), convirtiéndose en la orgullosa primera artista en el mundo que ha pintado a Gabo, el Nobel de Literatura colombiano, en su niñez.

“Me inspiré en la infancia de Gabo, por eso están detrás de él su padre y su madre, y Gabo bebé con la primera máquina de escribir que usó. El resto de elementos son de portadas de los libros más famosos de Gabo”, cuenta la muralista.
Dichos murales los realizó durante dos días que estuvo en la tierra natal del autor de Cien Años de Soledad, y contó con la ayuda de los niños de esta población y la colaboración de un artista local.

Aprovechó su paso por el Caribe para visitar Barranquilla, del 20 al 23 de octubre, donde subastó arte de los niños de la Fundación Pies Descalzos, de Shakira, y servir de jurado de su muestra artística. “También nos reunimos con la dirección de la fundación, para abrir puentes entre Alemania y Colombia, para la educación superior del primer grupo de graduados, para que estudien en Alemania, si así lo desean”.







