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lujo, estrategia y ruina en una partida de altos vuelos

El legendario Hotel vuelve a brillar con la nueva edición de Asmodee, una propuesta que mezcla azar, gestión y codicia en partes iguales. Visualmente tan llamativo como siempre, pero con un toque de sencillez que nos encanta, el lanzamiento de su nueva edición nos ha dejado con ganas de levantar —una vez más— nuestro propio imperio hotelero.
Y es que hay juegos que no necesitan miniaturas ni reglas complejas para engancharte. Por supuesto, el clásico Hotel es uno de ellos. Su premisa es clara: levanta un imperio vacacional y haz que tus rivales se arruinen pagándote por alojarse en ellos. Fácil de entender, difícil de dominar.
Y este 2025 estamos de fiesta, pues el juego está celebrando su 50 aniversario y, para conmemorarlo, se ha lanzado esta nueva edición con las reglas de siempre y que recupera el arte de los años 80, pero con las bondades y beneficios del siglo XXI.
Hotel: el arte de hacerse rico a golpe de dado
En Hotel cada jugador arranca con una pequeña fortuna y un terreno. A partir de ahí, todo depende de cómo administres tu dinero y de lo bien (o mal) que te acompañe la suerte.
El tablero se divide en parcelas, caminos y accesos, y tu objetivo será ir adquiriendo terrenos, construyendo edificios y comprando las entradas que te permitan cobrar cuando alguien caiga en tus dominios.
El turno es rápido y directo: lanzas el dado, avanzas y resuelves lo que te toque. Puede que caigas en una parcela libre y decidas comprarla, o que el azar te obligue a pagar una tarifa desorbitada por dormir en el complejo rival.
Lo importante es mantener la cabeza fría. Un gasto mal medido puede llevarte a la ruina en cuestión de turnos, mientras que una buena inversión puede cambiarlo todo. Lo que hace especial a Hotel es la forma en que equilibra suerte y estrategia.
Sí, los dados mandan, pero el juego te da margen para planificar, negociar y decidir cuánto riesgo estás dispuesto a asumir. La tensión está siempre ahí, porque nadie está a salvo: incluso el magnate más poderoso puede perderlo todo con una mala tirada.
Un tablero que se transforma ante tus ojos
La nueva edición de Hotel se lanzó el pasado 18/07/2025 y es una maravilla.
Pocas cosas hay más llamativas que un tablero de Hotel a medio construir. Cada edificio se levanta físicamente sobre el mapa, transformando el espacio de juego en una pequeña ciudad de cartón y plástico.
Es imposible no sentir cierta satisfacción cuando ves tu complejo crecer y dominar el tablero. La nueva edición de Asmodee conserva ese encanto tridimensional y mejora la presentación.
Los hoteles son más robustos, los caminos encajan mejor y el conjunto tiene un acabado más limpio. Montarlo en la mesa ya es parte de la experiencia: no solo estás jugando, estás construyendo algo tangible.
Además, cada hotel tiene su propia personalidad. Algunos son modestos, casi familiares; otros son auténticos templos del lujo, con tarifas capaces de dejar a tus rivales temblando.
Esa variedad hace que cada partida se desarrolle de forma distinta, porque nunca sabes quién apostará fuerte y quién preferirá ir con paso corto pero seguro.
Caer en tu hotel… o caer en desgracia
Hotel
El verdadero corazón del juego está en ese momento en el que alguien pisa tu terreno. Si has comprado la entrada, podrás cobrarle por alojarse. Si no, verás cómo tu rival se escapa sin pagar, y eso duele.
Es un juego de pequeñas victorias y grandes derrotas, donde cada turno puede darte dinero o quitártelo todo. El ritmo es ágil, las partidas fluyen sin pausas y la emoción va en aumento a medida que los hoteles crecen y el tablero se llena.
No hay una fórmula única para ganar: algunos prefieren invertir pronto y dominar rápido, mientras que otros esperan al momento perfecto para expandirse. Lo que está claro es que, en Hotel, nadie se libra de sentir la presión.
Un clásico que sigue funcionando como el primer día
Hotel es uno de esos juegos que pueden reunir a jugadores de todas las edades alrededor de la misma mesa. Es competitivo, directo y visualmente espectacular. Tiene esa mezcla perfecta de azar, riesgo y recompensa que lo hace ideal para jugar una y otra vez.
No necesita más que eso para brillar: un tablero, unos cuantos edificios y el deseo de arruinar a tus amigos con estilo. Porque sí, perder en Hotel duele, pero ganar… ganar es una auténtica delicia.








