Deportes
Nueva lección de una Federica Brignone con la que no puede ni la enfermedad
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Pasados los Mundiales de Saalbach, con el claro dominio de Suiza, la Copa del Mundo encara su recta final. El regreso de la competición tuvo Sestriere como escenario y el Gigante femenino como prueba. La sexta de las nueve bajadas previstas nacía con Alice Robinson con el peto rojo de líder. Y así sigue, porque la neozelandesa fue segunda, sólo superada por una impresionante Brignone y con la noruega Stjernesund en el tercer escalón del podio.
La primera manga dejó a dos esquiadoras con una ventaja tremenda respecto al resto: Alice Robinson (1:06.04) y Fede Brignone (+0.19). Con un esquema de bajada similar, con alta velocidad en la parte de arriba y el sector final, hicieron un destrozo respecto al resto. Las huellas de la neozelandesa y la italiana sólo pudo verlas a menos de un segundo la estadounidense Paula Moltzan (+0.83. A partir de ahí, un mundo.
Mikaela Shiffrin, durante la bajada de la primera manga en Sestriere.
De las que peor paradas salió fue Mikaela Shiffrin. La de Vail, que no tocaba el Gigante desde su caída en Killington a finales de noviembre, bajó más pendiente de ser precavida que de generar velocidad. Su crono se fue a casi tres segundos: +2.89. Un tiempo impropio de ella y que la dejaba sin opciones de su victoria 100 en la Copa del Mundo. Peor le fue a una de las candidatas al globo de la especialidad, Lara Gut. La suiza ni siquiera fue capaz de llegar a la línea de meta.
Una Shiffrin no vista desde 2014
Después de una primera manga extenuante por la longitud de la bajada y de diferencias siderales con las dos primeras, la segunda arrancó con el corte de las 30 mejores en una diferencia de 3.80 (la austriaca Nina Astner). El inicio fue una caída en la tercera puerta de Astner.
Desde una asombrosa decimoctava posición, Mikaela Shiffrin afrontó su segunda bajada de la mañana. Con mejores sensaciones, más dinámica, pero no para acercarse a las de arriba. Se fue a 1.27 del tiempo que marcaba la carrera, el 2:16.07 de Katharina Liensberger. Para encontrar un Gigante con Shiffrin fuera de las 20 mejores había que irse a 2014, en Are. Acabó en el puesto XX. De todos los Gigantes que ha acabado en su carrera, es la tercera vez que no se mete entre las 20 mejores.
Alice Robinson, en plena bajada.
Al corte de las 10 mejores se llegó con la primera plaza para la austriaca Julia Scheib (2:15.36). Tras igualar ese crono la suiza Rast, el primer puesto lo asaltó al italo-alabanesa Lara Colturi. La danza por la victoria estaba lanzada, pero con la certeza de que sólo un error podía evitar el triunfo de Robinson o de una Brignone a la que la fiebre no había pasado factura. Porque Fede ha estado enferma desde que acabaron los mundiales.
La siguiente en ocupar el sillón de líder fue la croata Zrinka Ljutic (2:1454). Fue un liderato breve arrebatado de inmediato por la noruega Stjernesund (-0.28). Y la nórdica era líder al lanzarse las tres mejores, las tres medallas en Saalbach. Paula Moltzan se equivocó y se le fue la opción de podio, que ya era seguro para Stjernesund.
Era el turno de Federica Brignone. La candidatura a su tercera victoria en Gigante de la temporada estuvo repleta de riesgos, pero su bajada fue apoteósica: -1.57. Una barbaridad. Sólo quedaba Robinson. Brignone la había llevado al límite y la neozelandesa no pudo mantener su primera plaza. Es la victoria número 33 de Fede en la Copa del Mundo, 15 de ellas en Gigante. Y no para de alargar la marca de ganadora más veterana. Ahora queda en 34 años, siete meses y 21 días.
Mañana se repite Gigante en la misma pista, el antepenúltimo de la temporada. La clasificación de la especialidad queda con Robinson primera (380 puntos), Sara Hector a 39 y Brignone a 80. Y la General la domina Federica (889), 170 más que Lara Gut y 248 respecto a Ljutic.