Tecnologia
la evolución natural de una revolución portátil

Cuando ASUS lanzó la primera Aliado ROGen 2023, lo hizo con una ambición enorme: llevar la experiencia de un Computadora gamer completa en un formato portátil. Y lo logré. En su momento fue una revolución; demostró que Windows podía caber en las manos sin sentirse limitado.
Dos años después, la nueva ROG Xbox Ally X, que llega oficialmente a Colombia este 16 de octubre, marca un punto de inflexión: no reemplaza la esencia de la primera, sino que la refina, la madura, la convierte en una plataforma más coherente entre potencia, diseño y experiencia.
Es, en palabras simples, la evolución natural de una revolución.
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la nueva ROG Xbox Ally X, que llega oficialmente a Colombia este 16 de octubre. Foto:xbox.com
Diseño con propósito: de portátil a ergonómica.
El rediseño físico es inmediato.
Los nuevos grips laterales, inspirados directamente en el control de Xbox, transforman la forma en que se siente entre las manos. La distribución del peso (unos 678 gramos) está tan bien lograda que se puede jugar durante horas sin fatiga.
ASUS alejó los puntos de calor hacia el centro del chasis y remodeló los gatillos y sticks para hacerlos más accesibles y más firmes.
Esa decisión, más que estética, es funcional: la Xbox Ally X se comporta como un control giganteno como un ordenador comprimido.
Y lo mejor es que sigue luciendo sobria, elegante, con una construcción que transmite madurez y confianza.
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Potencia que se nota más allá de los juegos
Dentro de finales del nuevo AMD Ryzen AI Z2 Extreme, con arquitectura Zen 4, 8 núcleos, 16 hilos y una GPU RDNA 3 integrada que puedes mover juegos AAA sin despeinarse.
Pero lo que realmente marca la diferencia es su NPU XDNA, capaz de ejecutar hasta 50 TOPS en tareas de inteligencia artificial.
En mis pruebas, pude correr de forma nativa el modelo Phi 3.5 de Microsoft, programando un asistente que abre aplicaciones, captura de pantalla o inicia grabaciones solo con la voz.
Poder ejecutar un modelo de lenguaje directamente, sin conexión a la nube, es algo que ni siquiera muchos portátiles de escritorio logran con esta fluidez.
capaz de ejecutar hasta 50 TOPS en tareas de inteligencia artificial. Foto:rog.asus.com
En cuanto al rendimiento gráfico, Battlefield 6 alcanza entre 35 y 50 fps en calidad media, mientras que títulos optimizados como Hollow Knight: Silksong llegan a los 120 fps estables, todo en una pantalla de 7 pulgadas FHD a 120 Hz con FreeSync Premium, brillo de 500 nits y Gorilla Glass. Victus con DXC.
Sin sombras de heno ni desgarros. La fluidez es impecable.
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Rendimiento térmico y energía controlados
El nuevo sistema de refrigeración Zero Gravity con doble ventilador mantiene un equilibrio ejemplar: más potencia, menos ruido.
En modo Turbo, la consola alcanza 25 W sin enchufe y 35 W conectada, gracias a la batería de 80 Wh ya un diseño interno que aprovecha mejor el flujo de aire.
Incluso en títulos exigentes como Forza Horizon 5 o Tony Hawk Pro Skater 4, el calor nunca se vuelve insoportable.
Es, sin duda, el salto más sólido en consistencia térmica dentro de la línea Ally.
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Windows 11 que por fin se siente como una consola
La gran novedad de esta edición no es solo el hardware: es la colaboración directa con Xbox.
Al encenderla, la Ally X no te lanza al escritorio de Windows, sino a una interfaz de consola a pantalla completa, con navegación por joystick, menús flotantes y acceso directo a bibliotecas de Steam, Epic, Xbox App y Game Pass.
La experiencia es casi idéntica al usar una Xbox Series X|S, pero con la flexibilidad de una PC.
Con Xbox Remote Play, transmite los juegos instalados en tu consola Xbox Foto:rog.asus.com
El sistema suspende procesos innecesarios de Windows para liberar recursos y priorizar los fotogramas.
Cuando se quiere volver al modo escritorio, basta con cambiar de perfil: el sistema reinicia rápido y devuelve al entorno completo de Windows 11.
Incluso el teclado virtual está pensado para el control: los sticks y gatillos permiten cambiar mayúsculas o insertar símbolos sin tocar la pantalla.
La idea es clara: que el usuario no necesita usar el táctil para nada.
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No es un consuelo. Es una computadora optimizada para parecerlo
Y aquí hay que hacer una aclaración esencial.
A pesar de su nombre y de la integración con Xbox, la ROG Xbox Ally X no es una consola en el sentido tradicional.
Es una computadora portátil con Windows 11, altamente optimizada para ofrecer una experiencia de consolación.
Esto implica que los juegos adquiridos para Xbox no se transferirán automáticamente.
Si compraste FC 26 para tu consola, no lo verás aquí: La Ally X corre versiones de PC.
Solo los títulos bajo el programa Play Anywhere permiten disfrutar de una sola compra en ambos ecosistemas.
Por eso, más que una “consola Xbox portátil”, lo que ASUS y Microsoft han creado es el ordenador más cercano a sentirse como una Xbox sin dejar de ser una PC.
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Ecosistema y proyección
La alianza se nota en todo: desde la integración con Game Pass Ultimate y Remote Play, hasta la posibilidad de conectar una GPU externa mediante USB-C 4.0 y convertirla en un verdadero equipo de escritorio.
Todo el ecosistema ROG Armory Crate SE se ha refinado: perfiles, ajustes, accesos rápidos.
Y por primera vez, Windows 11 logra comportarse como un sistema pensado para el juego, no para el trabajo.
La ROG Xbox Ally X no busca borrar lo anterior, sino cerrar el círculo que comenzó con la Ally original.
Aquella primera versión fue el inicio de una revolución portátil; la Ally X es su madurez.
Más cómodo, más potente y más integrado con el universo Xbox, logra lo que antes parecía imposible: que un ordenador se sienta como una consola, sin dejar de serlo.
Una evolución natural, sí. Pero también una declaración de intenciones:
el futuro del gaming portátil ya no es decidir entre PC o consola, sino tener ambas en el mismo dispositivo.
Nicolás Cortés Mejía