Connect with us

Deportes

de problemas en el pasaporte biológico a la posible sanción definitiva

Published

on


El ciclismo español vive días convulsos tras el anuncio de la UCI sobre la suspensión provisional de Oier Lazkano. El organismo internacional detectó “anomalías altamente probables de proceder de un método o sustancia prohibida” en su pasaporte biológico, un registro que recoge los valores hematológicos de cada corredor a lo largo de los años. No se trata de un positivo al uso, pero sí de una señal inequívoca de que algo no encaja en los parámetros fisiológicos del ciclista vasco.

El corredor, que militó en el Movistar Team durante buena parte del periodo investigado (2020-2024) y este año había fichado por Red Bull-BORA, fue apartado de inmediato por su equipo. La suspensión implica que no podrá volver a competir hasta que se aclare el caso. Desde Movistar se apresuraron a recalcar un matiz importante: “Lazkano nunca dio positivo mientras perteneció al equipo”. Sin embargo, el problema no está en una sustancia detectada, sino en los valores registrados en sus análisis de sangre durante ese tiempo.

Oier Lazkano

El pasaporte biológico, implantado en 2008 por la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje, busca detectar el dopaje de forma indirecta, vigilando las variaciones del perfil hematológico o endocrino del deportista. Cuando esas cifras se salen del rango esperado sin una explicación médica o fisiológica clara, se abre un procedimiento. Es decir: un ciclista puede no dar positivo en un control, pero ser sancionado si los datos reflejan alteraciones incompatibles con el esfuerzo natural. En el caso de Lazkano, el panel de expertos de Lausana concluyó que “es altamente probable que se haya utilizado una sustancia o método prohibido y poco probable que sea fruto de otra causa”.

Lazkano subido sobre su bici

Lazkano subido sobre su biciBETFAIR

Existen precedentes como el de Franco Pellizotti en 2010

El proceso ahora entra en una fase lenta y compleja. El corredor tiene derecho a presentar alegaciones y tratar de justificar esas variaciones ante la UCI y la Agencia Internacional de Controles (ITA). Si no logra convencer al panel, podría enfrentarse a una sanción de entre dos y cuatro años, similar a la de un positivo directo. Existen precedentes como el de Franco Pellizotti en 2010, castigado por alteraciones en el pasaporte sin haber dado positivo en ningún test.

Su última carrera fue la París-Roubaix, el pasado 13 de abril, donde cruzó la meta en el puesto 117. Desde entonces, no volvió a competir. De confirmarse la sanción, ese castigo podría empezar a contar desde esa fecha. Y si finalmente se demostrara su inocencia, el desafío para Lazkano sería doble: limpiar su nombre y encontrar un nuevo equipo dispuesto a ofrecerle una segunda oportunidad.



Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *