Economia
Transición energética e inteligencia artificial, claves y oportunidades para Europa y América Latina

La cita en Santa Marta se convertirá en un espacio clave para redefinir las relaciones económicas y tecnológicas entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea. En esta edición, el foco estará en cómo las dos regiones pueden unir esfuerzos para acelerar la descarbonización, desarrollar infraestructura energética limpia y adoptar tecnologías basadas en inteligencia artificial que impulsen la productividad y la sostenibilidad.
El encuentro se desarrolla en un contexto global marcado por tensiones comerciales y crisis energéticas. Europa busca reducir su dependencia del gas ruso y de la manufactura asiática, mientras América Latina emerge como un proveedor de energía verde, minerales críticos y talento digital.
En Europa, las importaciones de gas natural licuado crecieron 23,6 % en el primer semestre de 2025, mientras que el comercio global de GNL alcanzó los 555.000 millones de metros cúbicos (Bcm), su undécimo año consecutivo de expansión.
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“Nuestra región puede convertirse en un socio energético confiable para Europa, ofreciendo energía limpia y flexible que ayude a estabilizar redes eléctricas y acompañar la expansión de las renovables”, señaló Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgás.
La dirigente explicó que el gas natural seguirá siendo el energético más eficiente para respaldar la transición, mientras avanzan tecnologías como el biometano y la captura y almacenamiento de carbono (CCUS), que permiten reducir emisiones y evolucionar hacia una industria más limpia.
Para la Unión Europea, América Latina es un socio estratégico que aporta lo que el continente necesita son:
Energías renovables competitivas (hidroeléctrica, solar, eólica y biomasa).
Minerales críticos como litio, cobre y níquel para baterías y movilidad eléctrica.
Servicios ambientales y sumideros de carbono para cumplir objetivos climáticos.
Talento digital joven y bilingüe capaz de sostener el desarrollo tecnológico.
En contraparte, Europa ofrece financiamiento, tecnología y normativas avanzadas que pueden acelerar proyectos energéticos y digitales en la región.
Paneles solares Foto:MinEnergía.
En el caso colombiano, la transición energética y la revolución tecnológica se entrelazan en una oportunidad doble: garantizar seguridad energética y atraer inversión en innovación.
“Colombia tiene la posibilidad de convertirse en un polo energético y tecnológico del hemisferio”, afirmó Murgas. “Nuestros proyectos de gas natural en el Caribe y el avance en biogás, biometano y captura de carbono pueden conectarse con la demanda europea de energía limpia. Al mismo tiempo, podemos desarrollar centros de datos sostenibles respaldados con energías renovables”.
El país, con una matriz energética donde más del 60 % proviene de fuentes renovables, puede ofrecer a Europa un entorno ideal para instalar infraestructura digital baja en carbono.
IA y cooperación
La inteligencia artificial (IA) es otro eje central de la cumbre. Para Víctor Muñoz, experto en transformación digital, esta tecnología representa una nueva frontera de cooperación birregional.
“América Latina y Europa pueden construir juntos una IA ética y sostenible. Colombia, por su ubicación y matriz limpia, puede convertirse en un nodo para centros de datos verdes que soporten servicios digitales regionales”.
Muñoz subrayó además la necesidad de fortalecer el desarrollo de modelos de lenguaje entrenados en español y lenguas indígenas, una oportunidad para que la región aporte datos culturalmente diversos y desarrolle IA más inclusiva y representativa, en alianza con universidades e institutos europeos.
Con la ayuda de la inteligencia artificial, las empresas quieren evitar este tipo de fraudes. Foto:iStock
De acuerdo con Giovanni Stella, analista en cooperación tecnológica, Europa necesita lo que América Latina puede ofrecer:
Minerales críticos para la transición energética.
Energía verde exportable (hidrógeno, solar, eólica).
Sumideros naturales de carbono.
Talento tecnológico competitivo para acelerar la digitalización.
“Colombia es un país estratégico”, afirma Stella. “Su biodiversidad la convierte en un laboratorio único para aplicar inteligencia artificial en agricultura, farmacéutica y cambio climático. Además, su posición geográfica y liderazgo en hidrógeno verde la consolidan como un socio confiable”.
Para el experto Andrés Zuluaga, hay que establecer un nuevo modelo de cooperación, donde la energía y la tecnología actúan como ejes complementarios.
“Si América Latina logra combinar energía limpia con inteligencia artificial aplicada, podrá atraer inversión, generar empleo y posicionarse como un proveedor global de innovación sostenible”.
Zuluaga considera que la clave está en construir un corredor verde y digital birregional, con participación de empresas, universidades y gobiernos, financiado bajo los mecanismos de la Unión Europea.
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