Colombia
Explora el Encanto del Departamento sin Abandonar Bogotá

Mientras Luis Carlos Cortés y María Plata confeccionan los cestos con chusque (también conocida como guadua), que son nativos de apulo, a unos 150 metros de distancia Tito Olguín elabora, en horno de leña, los célebres amasijos de Fómeque. De fondo, un conjunto de carranga interpreta Las diabluras, de Jorge Velosa, y varios ciudadanos compiten para ver quién es el más veloz desgranando arveja. No parece una escena típica de Bogotá.
Entre los paseantes se manifiesta el Mohán: sorprende a varios desprevenidos y les relata un mito o una leyenda. Muy cerca de ahí se alza, imponente, una estatua de Policarpa Salavarrieta y junto a ella, en pequeños puestos acogedores, los colores de las frutas y verduras frescas invaden el ambiente. También hay un enorme oso andino que pasó de ser guardián de los páramos y bosques a vigilar el Fiesta de Cundinamarca en el Parque Metropolitano Simón Bolívar.
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Desde el jueves anterior y hasta mañana domingo, 16 de noviembre, en 150.000 metros cuadrados de ese icónico parque de la ciudad se instaló una exhibición de Cundinamarca diseñada para mostrar a la capital —y al mundo— lo que el departamento tiene para ofrecer.
El primer día arribaron unas 20.000 personas. El viernes, en la segunda jornada, aun en medio de una brisa que obligaba a abrir la sombrilla, llegó un número superior. Los curiosos se aglomeraban para ver al artista de turno, degustar el sazón de uno y otro municipio, adquirir un recuerdo, recorrer una exposición o tomarse la foto. Asistir al festival es como viajar por todo el departamento sin salir de la ciudad.
Luis Carlos Cortés y María Plata, artesanos de Apulo, Cundinamarca. Foto:Miguel Castellanos / EL TIEMPO
“Cundinamarca es llano, páramos, sabana, valle, río, lechona…”, afirmó el gobernador de la región Jorge Emilio Rey. Y quien no lo crea puede comprobarlo este fin de semana, en la propia capital.
Pero este festival no llegó solo con música y gastronomía. Hay simuladores de deportes extremos que permiten al visitante practicar rafting, torrentismo, parapente, paracaidismo y slackline en el pabellón. Cundinamarca Extrema y Deportiva. Incluso, Egan Bernal, el ciclista que le otorgó a Colombia un Tour de Francia y un Giro de Italia, puede surgir de cualquier rincón de su stand para narrar sus experiencias deportivas.
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“Mi pareja lleva 60 años elaborando canastos y yo unos 40. Muy pocos conocen que en Apulo producimos estas y otras manualidades”, menciona María Plata mientras presenta los productos. Ella comenta que el jueves vendieron casi 30 piezas y espera que en el resto del fin de semana la cifra se multiplique por tres. Ellos son parte de los 200 artesanos que participan en el festival.
Tito Olguín, con algunos de los vellos de sus cejas chamuscados por el calor del horno de leña que construyeron para cocinar, introduce y retira latas con sus masas mientras explica que, en apenas día y medio, comercializaron 2.000 piezas de pan de pelao, pan de maíz y pan de sagú. Fómeque es una zona productora de amasijos, aunque pocos son conscientes. Se encuentra a poco más de dos horas de Bogotá y por el camino no hay costos. Cada año realizan un festival de estos productos, en pleno centro de la ciudad.
Tito Olguín, vino desde Fómeque para realizar amasijos en Bogotá. Foto:Miguel Castellanos / EL TIEMPO
Los 116 municipios del departamento cuentan con su puesto. incluso Medina y Paratebueno, a pesar de haber padecido los efectos del fuerte temblor que ocurrió hace cinco meses —que destruyó casas, escuelas y vías principales—, están en Bogotá y trajeron piña mayanés y quesos siete cueros para complacer el paladar.
Entre sabores y aromas se abre paso otra de las riquezas de la región. En el pabellón De Cundinamarca para el mundo están resguardadas algunas de las más valiosas esmeraldas de exportación halladas en este territorio. No solo se pueden admirar. Muchos se acercan con modestia e ignorancia: indagan sobre el costo, aprenden sobre las piedras preciosas y, por curiosidad, se llevan una de esas joyas adornadas con el cristal verde. Así es el departamento: un tesoro majestuoso, aunque desconocido para algunos.
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El enorme oso andino no es el único ser que se puede observar en el festival. El pabellón Cundinamarca Biodiversa proporciona una experiencia envolvente en la que es posible recorrer los distintos ecosistemas del departamento: páramos, ríos, cascadas, bosques y lagunas, y hacer avistamiento de aves.
Aún hay espacio para la academia y el desarrollo de la región. En el pabellón Hablando de Cundinamarca, expertos se reúnen para dialogar sobre sostenibilidad y cultura.
Jorge Emilio Rey, gobernador de Cundinamarca. Foto:Gobernación de Cundinamarca
Cae la tarde en el Cundinamarca Fest. Se encienden las luces y la música resuena un poco más fuerte que al principio. La carranga de Jorge Velosa ya no retumba; ahora un intérprete de música popular domina la tarima principal y los asistentes se convierten en una multitud que canta la melodía del momento, imaginando que recorren cualquiera de esos municipios de la región, disfrutando de la naturaleza, de lo autóctono, de lo local, de lo nuestro, de lo que nos representa. Porque, más que bogotanos, somos cundinamarqueses.
MIGUEL CASTELLANOS
EN X: @LOQUEOLVIDO
EL TIEMPO






