Colombia
La Justicia reconoce la incapacidad permanente absoluta a una informática con lumbociática cuyo dolor solo se alivia tumbada boca abajo

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha otorgado la incapacidad permanente absoluta a una informática de 49 años que padece lumbociática, una condición que le causa un dolor intenso que solo se alivia en posición de decúbito prono (tumbada boca abajo) y sin posibilidad de tratamiento quirúrgico. Esta resolución inhabilita a la mujer para desempeñar cualquier ocupación, revocando así la decisión anterior del Juzgado de lo Social Nº 4 de Pamplona, que le había concedido una incapacidad permanente total.
De acuerdo con la sentencia, redactada por el magistrado Miguel Azagra Solano, el tribunal determinó que las lesiones y las limitaciones que presenta la demandante inhabilitan completamente su capacidad para realizar cualquier trabajo. Esta decisión se basa en el deterioro de su estado de salud, que incluye lumbociática, incapacidad para mantener posturas prolongadas y severas limitaciones para llevar a cabo actividades básicas de la vida cotidiana.
Desde 2017, esta mujer ha enfrentado problemas de salud debido a lumbociática derecha por hernia discal. Fue operada en 2018 y nuevamente en 2020, pero continuó sufriendo limitaciones significativas (dolor intenso, restricciones de movimiento y necesidad de asistencia para las actividades diarias). En 2019, la Seguridad Social le reconoció una incapacidad permanente total, pero en 2022 revocó esa condición argumentando una mejoría. A pesar de ello, la demandante presentó una reclamación administrativa que fue desestimada, llevando el caso a los tribunales.
En febrero de 2024, el Juzgado de lo Social Nº 4 de Pamplona dictó una resolución favorable a ella, manteniendo la incapacidad permanente total, pero desestimando su solicitud de incapacidad permanente absoluta. Posteriormente, esta decisión fue apelada ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que finalmente falló a favor de la recurrente.
Como se detalla en la sentencia, la mujer padece lumbociática crónica debido a una hernia discal, además de presentar trastornos psicológicos y dependencias funcionales que requieren apoyo diario del Servicio Social de Base del Ayuntamiento del Valle de Egüés para tareas como la higiene personal y el hogar.
Ante este contexto, el tribunal concluyó que su estado de salud impide el desempeño de cualquier empleo con la continuidad, eficacia y rendimiento necesarios. Además, destacó que la demandante necesita ayudas técnicas para el uso del baño y la ducha, y presenta una puntuación de 60 en la escala Barthel, que evalúa la autonomía en las actividades diarias.
El Tribunal sostiene que “la prueba presentada demuestra que la situación clínica funcional de la demandante no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado hasta el punto de hacerle merecedora del grado de incapacidad permanente absoluta que solicita”. Además, la Sala indica que “ante esta situación, el desempeño de cualquier actividad laboral se nos antoja utópico, y por lo tanto, se debe estimar el recurso y revocar la sentencia de la manera solicitada”.
La sentencia otorga a Noemí el derecho a recibir una pensión vitalicia equivalente al 100% de su base reguladora mensual, establecida en 2.083,64 euros, con efectos retroactivos desde octubre de 2022. También se establece un plazo de revisión de dos años para evaluar posibles cambios en su estado de salud.