Colombia entra al banco de los BRICS: ¿qué significa y qué se puede financiar?

Colombia fue aceptada oficialmente como nuevo miembro del Nuevo Banco de Desarrollo, la entidad financiera del bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Aunque esto no significa que el país entre directamente a ese grupo político y económico, sí le abre una puerta clave a recursos frescos para proyectos de desarrollo.

Desde San Petersburgo, donde se celebra el Foro Económico Internacional, el representante a la Cámara Alejandro Toro, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, dio más detalles de esta noticia en Mañanas Blu 10:30: “Se vio esta noticia del ingreso de Colombia al nuevo banco de desarrollo, nuevo banco de los BRICS, que es diferente al bloque de los BRICS”.

Toro explicó que esta membresía representa una nueva alternativa de financiamiento para Colombia, en condiciones posiblemente más favorables que las ofrecidas por entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial. “Es como si solo le fiaras o compraras a una tienda en el barrio, pero de algún momento apareciera otra posibilidad”, dijo.

Uno de los proyectos que Colombia busca financiar a través de este banco es el canal interoceánico en el Chocó, una ambiciosa obra de infraestructura que conectaría el Pacífico y el Atlántico como una vía complementaria al Canal de Panamá. “No tenemos los recursos para hacer ese canal interoceánico, pero estos grandes recursos de una banca multilateral sí nos lo permitirían”, señaló Toro.

Además del canal, el país podría obtener créditos para iniciativas relacionadas con acueductos, desarrollo portuario, infraestructura vial y proyectos sociales en zonas vulnerables. “El objetivo final de este banco es reducir la inequidad”, explicó el congresista.

También se contemplan condiciones especiales como créditos blandos o incluso condonaciones, dependiendo del impacto social de los proyectos, como ya ha ocurrido con países como Sudáfrica.

El banco, cuya presidenta es la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, funciona con capital aportado por los países miembros, siendo China el mayor contribuyente. Sin embargo, a diferencia del FMI, no impone condiciones políticas directas a los países. “Tiene una incidencia política, pero no la incidencia económica”, afirmó Toro, diferenciándolo del FMI, al que se le ha criticado por condicionar préstamos a reformas estructurales, como las que vivió Colombia en 2002.

Aunque las tasas de interés aún no se han definido, el acceso a esta nueva fuente de crédito se percibe como una oportunidad estratégica en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y desafíos económicos. Para Toro, este paso también responde a una visión de política exterior más abierta: “Una de las promesas del presidente Petro en un mundo multipolar es abrirnos a otras perspectivas”.