Deportes
De repente la oí gritar…

Klara Kolouchova murió mientras intentaba coronar el Nanga Parbat (8.125 m), uno de los ochomiles con un mayor porcentaje de siniestralidad de fallecimientos en relación con el número de intentos de ascensión. La experimentada alpinista checa, que coronó el Everest, el K2 y el Kangchenjunga, entre otros ochomiles, perdió la vida tras sufrir una caída entre los campos 1 y 2.
Taraman Tamang, que fue su guía en el Nanga Parbat, ha publicado ahora una carta abierta en Everest Chronicleen la que relata lo que sucedió esa día en la ‘montaña asesina’. Partieron del Campo 3 hacia la cima junto a otros 12 alpinistas. Tras tres horas de ascensión, a unos 7.100 metros, Klara no se vio con fuerzas para seguir la subida. Decidió regresar.
“Mi mochila pesaba más de lo habitual. Llevaba todo su equipo personal, incluyendo botellas de oxígeno llenas. Klara siempre fue atenta y amable con sus guías, especialmente con los sherpas. Consciente de mi carga, me dijo: “Taraman, tu mochila pesa mucho, así que ven despacio. Te espero en el Campamento 2, ¿de acuerdo?” Le respondí: ‘Está bien. Cuídate, Didi (hermana mayor)’. Esa fue nuestra última conversación. Normalmente, ella descendía primero, mientras yo la seguía de cerca.. Esta vez no esperó. No sé por qué, quizá pensó que sería más fácil o rápido descender sola“, señala Tamang en su relato.
“Estaba preparando mi equipo cuando de repente la oí gritar. Miré hacia abajo y la vi caer y rodar por el acantilado. Se había resbalado y se había caído de la cuerda fija. Ocurrió ante mis ojos. Nos separaban unos 40 metros. Observé con impotencia cómo ella rodaba por la ladera, desapareciendo en la oscuridad”, prosigue Tamang.
Al guía de montaña desde hace seis años y que en 2022 sobrevivió a la avalancha del Manaslu le costó tomar consciencia de lo ocurrido: “Estaba en shock. Mi mente se quedó en blanco. Sentía una mezcla de miedo, culpa y angustia. No sabía si esperar en el Campo 2 o seguir descendiendo. Logré comunicarme con nuestro jefe de expedición por radio. Me aseguró que no era mi culpa y me aconsejó que siguiera descendiendo“.
“Conmocionado y horrorizado, bajé. Era la primera vez que presenciaba la muerte de un cliente. Todavía no sé qué salió mal exactamente. Klára era una escaladora experta y experimentada. Habíamos escalado el Dhaulagiri juntos a principios de primavera. Siempre recordaré su fortaleza, su humildad y el profundo respeto que nos teníamos”, finaliza Tamang.