Trump y su estrategia arancelaria: un imán para 1.6 billones de dólares en inversiones

En el presente año, Trump está atrayendo el interés de corporaciones e inversionistas; según los anuncios efectuados, se han comprometido 1.6 billones de dólares por empresas como Apple, Stargate, TSMC, Eli Lilly y Nippon Steel.

Este movimiento de capital también incluye al magnate emiratí Hussain Sajwani y al príncipe heredero de Arabia Saudita, quien ha prometido inyectar 600,000 millones de dólares en Estados Unidos.

La política de tarifas de Trump está favoreciendo a su nación. Según el propio mandatario, Apple ha decidido destinar 500,000 millones de dólares a suelo estadounidense en vez de México, donde originariamente planeaba erigir dos fábricas.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum afirma que la inversión continúa fluyendo hacia México. Los montos anunciados para 2025 apenas llegan a 13,750 millones de dólares, pero algunas de estas cifras son ratificaciones de compromisos previos, como el caso de Amazon por 5,000 millones.

Cuando un país establece tarifas, las empresas multinacionales pueden abrir o expandir operaciones en esa nación para evitar pagar esos impuestos, lo que favorece la inversión, según un estudio de Henry Loewendahl, consultor de fDi Intelligence, un servicio de The Financial Times.

Para Trump, la estrategia de tarifas, además de la repatriación de empresas estadounidenses y la retención de inversiones en el país, también implica la posibilidad de atraer más inversión extranjera directa (IED).

Loewendahl señala que se anticipa que las entradas de IED a Estados Unidos crecerán un 20% en los próximos dos años.

Sheinbaum y el Plan México

Sheinbaum también anhela recuperar industrias y seguir captando inversiones foráneas, pero con el Plan México, el cual es considerado por analistas y expertos como una buena intención, aunque aún no se ha concretado la estrategia. Sin embargo, las tarifas de Trump están dificultando las inversiones en el país; de hecho, el sector empresarial identifica hasta 60,000 millones de dólares que están en suspenso.

La firma legal Covington & Burling LLP menciona que el Plan México es un esfuerzo que se presenta en un momento complicado para la administración de Sheinbaum y para el país.

Con una economía que presenta señales de desaceleración, el Plan busca generar certeza en un panorama de inversión afectado por recientes reformas económicas y políticas. Entre ellas, destacan modificaciones en el sistema judicial y la eliminación de agencias reguladoras independientes, lo que genera inquietud en los mercados.

Además, hay que considerar un factor crucial: la llegada de una nueva administración de Trump, que tiene como objetivo rediseñar la política comercial.de Estados Unidos. Su táctica se centra en los trabajadores estadounidenses, aspira a equilibrar las relaciones comerciales y a atraer inversiones de nuevo a su nación

México, al igual que Estados Unidos, está en la búsqueda de robustecer la producción nacional, no solo con el objetivo de la exportación, sino también para abastecer el mercado interno. Recientemente, Sheinbaum enfatizó la importancia de recuperar industrias clave que en el pasado fueron esenciales para la economía mexicana.

“Buscamos fortalecer la industrialización en México, en especial en sectores que anteriormente teníamos y que se han perdido. Un ejemplo es la industria textil, que en su momento fue muy significativa para el país, y que ahora queremos restablecer”, destacó la mandataria.

Al hablar del sector agropecuario, Sheinbaum admitió que México tiene una industria de exportación sólida, pero subrayó que también es necesario fomentar la producción para el consumo interno. Asimismo, mencionó otros sectores estratégicos que el gobierno planea revitalizar, como la industria del mobiliario y la fabricación de semiconductores de ciertas categorías, un sector en continuo crecimiento.

Un caso particular fue el de la industria farmacéutica, que experimentó una caída considerable a causa de decisiones tomadas en administraciones anteriores. “Anteriormente, para vender medicamentos al gobierno, era indispensable contar con una planta en México. Esa política se eliminó en el sexenio de Calderón y la industria comenzó a declinar. Queremos revertir eso y recuperar la producción nacional de fármacos”, aclaró.