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Alonso sabe que así no podrá ganar un Mundial

Es encomiable el esfuerzo de Aston Martin por reunir a gente excepcional (sin ánimo de parecer a los Vengadores de Marvel) -como Newey, Cardile o Cowell- para conseguir luchar por un título mundial en el soñado 2026 de la Fórmula 1. Con Fernando Alonso, un piloto excepcional carrera sí y carrera también, todo es posible y un pequeño golpe en la mesa puede suponer un paso de gigante. Pero con lo vivido en 2025, el asturiano también sabe que el sueño todavía queda lejos. Hay que mejorar mucho y aunque este sea un curso de transición, enseña carencias importantes.
Alonso se baja del Aston Martin.
En México sufrió su quinto abandono. Cuatro son por problemas mecánicos. Quizá en el Hermanos Rodríguez no tendría opción alguna de hacer mejor que un 11º… pero en el cómputo de la temporada el balance es aterrador. Alonso dejó de ganar 35 o 40 puntos, con equipos de su zona, como Sauber (Hulkenberg), Williams (Sainz) y Racing Bulls (Hadjar) sumando podios. Es doloroso y una señal de que hay que cambiar muchas cosas antes de soñar con ser el futuro Red Bull o McLaren.
Lo peor
Otro abandono de Fernando Alonso
Lo peor del Gran Premio de la Ciudad de México fue comprobar que ni la magia ni las ganas de intentar algo diferente por parte de Fernando Alonso cambia la cosa. Saber que en el Hermanos Rodríguez, como pasará también en Las Vegas, no tendrá opción alguna. Y lo que es peor. Con problemas de todo tipo en un Aston Martin que falla desde lo mecánico hasta las operaciones más básicas, como una parada. En este caso, de 7,1 segundos.
El 2025 es pura transición y no cabe duda, pero tiene que doler en el orgullo a Alonso ver cómo se acumulan problemas y no consiguen cerrar varias carreras positivas de golpe. El coche vive en los extremos y así es difícil ser nada en la Fórmula 1. Solo dar guerra y un bicampeón del mundo como Alonso no se merece vivir así un final de carrera deportiva llena de valor, orgullo y resultados.
El mejor.
Implacable Norris
Lo mejor no tiene otro nombre: Lando Norris. Sí es cierto que no es un piloto del calibre de los Verstappen, Hamilton o Alonso. Pero en México levantó la mano y pasó a ser el máximo favorito al título mundial. Red Bull y Verstappen siguen en modo caza y a nadie le extrañaría el milagro, pero Norris ganó confianza con una velocidad brutal en la Ciudad de México.
Norris, en los Libres 3 del GP de México.
Norris firmó un sábado y domingo increíble. Logró una pole con la que nadie contaba, envió a todos a un mundo y cerró en domingo con una paliza. Ni dejó que le atacasen en la larguísima recta de inicio, ni nadie pudo cambiar la cosa con un ritmo desorbitado. Es una victoria de nivel. Como las que ya logró en Mónaco o Silverstone. Y ahora es el que manda en la F1.
Una salida de locura
Como adelantó Fernando Alonso en la previa, la salida iba a ser una locura. La larguísima recta principal abrió el juego, y allí Max Verstappen decidió presentar su ofensiva. Forzó un cuatro en paralelo imposible, tuvo que tomar la hierba y no le salió bien. Sabía que el triunfo era difícil y decidió quemar sus naves a lo grande. Honor. Aunque a George Russell no le sentó nada bien. “Es ridículo. Ha ido por la hierba y no me devuelve la posición”, decía por su radio.
Porque Max es un distinto, como dicen los argentinos. Como esos magos del fútbol, gente volcánica, talentosa y con poco interés en el qué dirán. Quiso jugar, después quiso pelear ante Lewis Hamilton y se lanzó desde su casa. Tampoco salió demasiado bien. Puro estilo Max.
Es ridículo. Ha ido por la hierba y no me devuelve la posición
Inadvertido.
Que nadie mate a Verstappen…
Max Verstappen protagonizó momentos de locura e intentos desesperados de remontar. Pero también firmó un carrerón. Se ahorró una parada, cambió a todos de paso y tiró como un animal con un neumático blando que estaba hecho fosfatina. Este es el Verstappen del 2025. Un animal competitivo que quiere pelear por el título.
¡
Que quizá pierda parte del fuelle por un fin de semana difícil en México. Pero su nivel no baja. Intenta atacar de todas formas, está pegado a los McLaren y el 3º en el Hermanos Rodríguez es todo un regalo. El Mundial está difícil, sí. Pero que nadie mate al león antes de cazarlo.













