Avanza plan piloto para poner QR en distribuidoras de licor para verificar su legalidad y evitar un ‘trago amargo’ para la salud del Valle del Cauca

En una iniciativa pionera contra el contrabando y la informalidad, la Gobernación del Valle del Cauca instaló lectores de códigos QR en el 80 por ciento de los 20 gastos mayoristas seleccionados para un plan piloto que busca garantizar la legalidad del licor vendido en la región y la salud de los vallecaucanos.

Los dispositivos, que fueron ubicados en puntos estratégicos de establecimientos de Cartago, Roldanillo, Tuluá, Cali, Palmira y Buga, permiten a los consumidores escanear el producto y verificar al instante si cumple con los requisitos legales y tributarios, de cara a la temporada de fin de año, considerada como una en la que más licor se vende.

“Este proyecto piloto se enfoca en gastos con alta afluencia de clientes y con historial comprobado de comercialización legal”, explicó Martha Isabel Ramírez, gerente de la Unidad de Rentas del Valle del Cauca.

“Queremos asegurar que los recursos que genera la venta de licores lleguen al departamento para financiar salud, educación y deporte”, agregó la funcionaria.

Así avanza el plan piloto

Uno de los primeros beneficiarios fue Licores El Llano en Cartago, catalogado como punto de venta responsable. Su administrador, Luis Ángel Orozco, celebró la implementación de esta estrategia que se encuentra en fase piloto: “Es bien gratificante que la Gobernación avale todo el proceso de legalidad en la venta de los productos y eso hace que los clientes tengan todas las garantías para comprar”.

Entre tanto, en el municipio de Tuluá, la distribuidora Farallón también recibió su lector QR. Sus empleados expresaron su agradecimiento por la dotación, destacando que “la distinguida clientela puede verificar si el licor que compra acá es totalmente legal para el consumo”.

Los consumidores también han acogido con entusiasmo la iniciativa, que les permite adquirir licor con estándares de calidad, legales y que no les afecta la salud.

“Ojalá todas las licoreras tuvieran ese servicio porque me parece muy bueno, va uno a la fija, más que todo ahora que vamos a las festividades decembrinas”, comentó Diego Campo, cliente habitual de Farallón.

Con esta medida, el Valle del Cauca no solo refuerza su lucha contra el contrabando, sino que empodera a los ciudadanos para tomar decisiones informadas, asegurando que cada trabajo contribuya al desarrollo de su región.

Lucha contra el contrabando

Durante este año, desde la Gobernación del Valle del Cauca han liderado una intensa lucha contra el contrabando, que tan solo en el mes de agosto produjo la incautación de más de 6.000 unidades de licor y cigarrillos, en más de 230 operativos.

Un contrabando que cuesta caro

El mercado ilegal de licores y cigarrillos no solo representa una pérdida millonaria en ingresos tributarios, sino que alimenta redes de criminalidad, evade controles sanitarios y pone en riesgo a los consumidores. Productos sin registro sanitario, con altos niveles de metanol o con etiquetado engañoso son solo algunas de las amenazas que enfrenta la población.

Por eso, la Gobernación insiste en que la lucha contra el contrabando es una tarea de todos: consumidores responsables, comerciantes éticos y autoridades comprometidas.

“Cada botella de licor legal que se compra, cada cajetilla de cigarrillo con impuestos pagados, es un aporte directo a hospitales, escuelas y canchas deportivas. El contrabando no solo roba dinero al Valle, roba futuro”, concluyó Ramírez.

Ante este panorama, la gobernación del Valle del Cauca anunció que intensificará los controles y operativos contra la ilegalidad, con el fin de dejar un precedente en la región en la defensa de sus ingresos y la protección de sus ciudadanos. La batalla, dicen las autoridades, apenas comienza.

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