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El Barça lo tiene claro: Lamine necesita más banquillo
Lamine Yamal todavía no está al cien por cien. La pubalgia mina su rendimiento. No es el jugador desequilibrante de hace unos meses ni de temporadas anteriores, pero contra el Elche se vio una evidente mejoría y los técnicos creen que está en el camino para recuperar su superior versión. Los profesionales tienen claro qué deben hacer para que vuelva a deslumbrar: tienen que dosificarlo. Tiene que estar más tiempo en el banquillo.
“Hay que gestionar su lesión. Tiene que entrenar, hacer tratamiento… No puedo decir que la lesión se haya acabado, viene y va. Y debe gestionarlo”, comentó Flick ayer domingo tras el encuentro contra el Elche. El extremo marcó un gol y volvió a destacar con algunos regates, bicicletas, carreras, unos contra unos… Pero todavía no fue el de antaño y fue sustituido poco antes del final del encuentro. Él quería mantenerse en el césped porque ansiaba firmar otro tanto, pero no intervino en los 90 minutos.
Gol de Lamine Yamal (1-0) en el Barcelona 3-1 Elche
Y, precisamente, esa es la clave, según el Barça, para que Lamine no recaiga de su pubalgia, o no le afecte tanto, y pueda mejorar su rendimiento y mantenerse en el equipo: ser dosificado. Eso implica que no jugará todos los partidos completos, como estaba acostumbrado (el curso pasado, por ejemplo, salió de inicio en 58 de los 62 cruces en los que intervino), y , por lo tanto, debe entender y aceptar su suplencia. Flick y los profesionales le han trasladado que acabar los encuentros en el banquillo es una parte fundamental en su tratamiento, una de las más importantes, y que debe acatarlo.
Flick: “Siempre voy a proteger a Lamine Yamal”
Tras recibir el alta, de los últimos cuatro encuentros, sólo ha completado uno, el Clásico del Bernabéu, pero se encaminó antes al vestuario contra el Girona, el Olympiacos y el Elche. Y esta puede ser la tónica habitual en las próximas semanas. No está previsto que tenga, en cambio, descansos en los entrenamientos, como hizo Pau Cubarsí la semana pasada, aunque todo dependerá de su evolución y de las sensaciones que sienta el atacante de Rocafonda. De momento son buenas, sólo si hubiera un revés, se dosificaría también en las sesiones.
En el club están seguros de que Lamine, de 18 años, asumirá esta nueva situación porque es el primer interesado en recuperar su mejor versión cuanto antes y es quien sufre las molestias de la pubalgia. En la entidad, que también se plantea dosificar sus actividades públicas para favorecer su descanso físico y psicológico fuera de la Ciudad Deportiva, sostienen que su comportamiento es siempre muy profesional y que el internacional entenderá los sacrificios que implica su dolencia.