Deportes
Barrios empieza a ‘redimirse’ en la vuelta al trabajo del Atlético

Aunque se trataba del habitual entrenamiento del Atlético en el que los titulares del último partido completaban una sesión regenerativa, entre los otros once jugadores que saltaban al verde para ejercitarse con balón sobresalía uno por encima de todos: Barrios. Convertido en triste protagonista tras ser expulsado a los siete minutos frente al Celta, el canterano acapararía los focos con un propósito entre ceja y ceja: redimirse de su error y convertirlo en el mejor aprendizaje para que no se vuelva a repetir.
Tras unas horas complicadas sabedor de las consecuencias que acabaría teniendo su roja en el desarrollo del partido, Barrios trataría de empezar a pasar página desde la vuelta al trabajo. Obviamente, aún lamentando el sobresfuerzo al que obligó a sus compañeros tras el exceso ímpetu en la disputa del balón y consciente de que había entorpecido el propósito de asaltar el liderato que el vestuario se había marcado después de ver cómo el Real Madrid tropezaba media horas antes en Pamplona.
En este sentido, pese al perjuicio causado al equipo, el primer dolido era el propio Barrios, ya que lejos de querer realizar una entrada temeraria, las mismas imágenes que evidenciaban que había levantado demasiado la pierna en su intento de recuperar el balón tras una pérdida, no habían reflejado la nobleza con la que se había lanzado al suelo.
Una trayectoria intachable
De hecho, tanto sus 13 años en el fútbol de cantera, en los que sólo había sido expulsado una vez, en el Juvenil del Atlético, por doble amarilla, como en su incipiente trayectoria en el fútbol profesional siempre ha quedado claro que se trata de un jugador solidario que no negocia el esfuerzo y que siempre va a las disputas con buena fe.
Una impotencia aumentada por el hecho de que una semana antes, cuando había sido objeto de una entrada de roja por parte de Ceballos en el Bernabéu, su reacción también denotaría su nobleza, pues lejos de realizar aspavientos ni exageraciones tras sufrir un pisotón en la pierna, se levantaría con normalidad en su idea de jugar al fútbol.
De ahí que, aceptando tanto la expulsión del sábado como la de hace tres semanas frente al Leverkusen como gajes del oficio, Barrios ya se haya puesto manos a la obra para convertir el error en el mejor aprendizaje para que no vuelva a ocurrir y que su entrega se traduzca en piernas para el equipo.