Colombia
Caravanas motorizadas en Cali | Entre el dolor de cabeza por la inseguridad y el estigma a los clubes organizados de moteros: piden más cultura vial

 
Faltan pocas horas para que llegue el Halloween, una de las épocas más esperadas por los niños, cuyo canto del ‘triqui-triqui halloween, quiero dulces para mí’ contrasta con el dolor de cabeza para las autoridades y dueños de comercios y ciudadanía en general por cuenta de las caravanas de motociclistas.
Algunos, cubiertos con máscaras de personajes de terror o cualquier disfraz, cientos de motociclistas forman grandes rodadas por las principales calles de la ciudad. Sin embargo, detrás de estas actividades de entretenimiento para muchos, terminan por ser aprovechadas por vándalos y delincuentes, que terminan por desembocar en un caos generalizado de atracos, agresiones contra guardas de tránsito y un irrespeto de normas de movilidad.
Autoridades incrementaron controles contra motociclistas. Foto:Instagram: @movilidadcali
Pese al endurecimiento en los controles de seguridad, el número de motociclistas que salen a este tipo de rodadas cada vez es mayor, lo que vuelve más exigente la vigilancia.
El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García, anunció que, si bien ha hablado con algunos grupos de motociclistas para realizar eventos coordinados y regulados, también tienen desplegadas sus capacidades para atender emergencias que se puedan presentar.
Sin embargo, estos inconvenientes no solo pasan para el Halloween, sino también fechas sensibles, como el Día de la Madre, incluso, hasta la misma llegada de diciembre.
Otro de los temores en este tipo de caravanas es que también pueden ser usadas como fortines para ‘moto ladrones’, una de las modalidades de hurto que más ha afectado a los caleños.
Motociclistas: diferentes familias, una misma pasión
Así como hay motociclistas que protagonizan desórdenes y caos vial, también hay otros, organizados, que impulsan actividades de bienestar, incluso, hasta de servicio social.
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Andrea BG, es una reconocida líder de la Alianza Motera Cali, una de las organizaciones más grandes de moteros en la región, considera clave diferenciar: “Motociclista es todo aquel que tiene una motocicleta y la maneja, mientras que los moteros son personas que acatan las normas de tránsito, tienen sus papeles al día, ruedan en grupo con sus respectivas prendas reflectantes, cuentan con cascos reglamentarios, realizan labores sociales y pasan buena parte de su tiempo a conocer pueblos”.
Tradicional acto de bendición masiva a motocicletas de organizaciones moteras en Buga. Foto:Particular
Destaca su insistencia por impulsar la cultura de rodar con los debidos elementos de seguridad vial, acatando las normas de tránsito y con todo en regla, lo que considera, ha logrado conectarse con muchas personas.
“Para cada rodada nuestra se deben tener papeles al día, motocicletas en buen estado, protecciones como rodilleras y coderas, vestimenta que incluya prendas manga larga y zapatos cerrados y usar prendas reflectantes. Si se rueda en grupo se debe acatar la norma del motero: en fila de una o de dos, depende si es en ciudad o saliendo de la ciudad, no se hace zig zag, no se pasa el puntero (persona que va de primero informando todas las eventualidades que hay”, comentó la líder motera de la Alianza, que cuenta con siete años de existencia y tiene alrededor de 400 personas, entre pilotos y copilotos.
Aseguró que incluso, existe un manual para rodar en grupos grandes, que tiene códigos y señales de mano para movilizarse de manera ordenada.
Aunque también organizan rodadas en gran formato, procuran hacerlo de tal manera, que personas ajenas o que quieran generar desorden, no pueden dañar el evento: “Ya nos ha pasado, entonces hacemos puñito arriba que significa parar normalmente para el grupo, los que se filtran continúan, si paran se les explica”.
Además, cuando son masivas, informen a las autoridades de tránsito.
Aunque hay caravanas de motociclistas que generan desórdenes, también hay de cultura vial. Foto:Mauricio Moreno / EL TIEMPO
componente solidario
Más allá de la pasión por las motos, los grupos de moteros también son conocidos por organizar actividades como entrega de útiles escolares niños de veredas, visitas a geriátricos, alimentación a habitantes de la calle, mínimo una vez al mes, ayuda a animales abandonados y entrega de regalos a niños de zonas vulnerables, en diciembre.
Desde su punto de vista, Andrea BG, considera que en la ciudad hacen falta más espacios y un acompañamiento institucional para gremios y personas como los que practican truco o freestyle, con el fin de que puedan practicarlos de manera sana y segura.
Aunque en otras administraciones de la Alcaldía ya se había mencionado la idea de crearles espacios, siempre han terminado como poesías recitadas al aire.
Desde gremios moteros y de motociclistas, expresan que debe haber más cercanía entre clubes, asociaciones y colectivos, con las autoridades, aunque según la líder motera, hay varios clubes que tienen entre sus integrantes a miembros activos de la Fuerza Pública, que dedican su tiempo libre a las motos.
Los colectivos de motores lideran de manera continua espacios de pedagogía vial. Foto:Particular
Pedagogía motociclista
Stella López Becerra es la persona a la que muchas personas y clubes moteros acuden, cuando quieren desarrollar alguna campaña de cultura vial o pedagogía a favor de la comunidad motociclista en la región.
A sus 62 años, y al menos 40, bajo dos ruedas, ‘Strelliz’, como también es conocida, es una de las grandes referentes del gremio.
Entre sus múltiples ocupaciones, desarrolla la campaña ‘Soy motero ejemplar’, que se creó con líderes organizados de clubes de la ciudad, cansados de los siniestros viales y las conductas imprudentes de muchos actores viales, y porque consideran que: “Los comportamientos en la vía deben de ser siempre acompañados del respeto mutuo por la vida de cada uno de los que transitamos”.
“Nuestra campaña fue fundada más o menos antes del 2015, tomó una base ya en el 2016, donde se conformó varios líderes representantes de la comunidad motera organizada de la ciudad de Cali, nos pusimos de acuerdo y creamos esta campaña con el único fin de crear responsabilidad social y cultura ciudadana. Nos unimos en algunas ocasiones también, con la secretaría de Movilidad en sus campañas que ellos organizan creando empatía entre los motociclistas y los ciudadanos del común”, sostuvo López Becerra.
Desde llevar pendones con mensajes de sensibilización por una mejor cultura vial, hasta transitar con un megáfono, llevar publicidad y repartir volantes, son parte de las actividades que ‘Strelliz’ se ha encargado de realizar para incentivar la importancia del respeto de los actores viales y las normas de tránsito, al igual que a las autoridades.
En algunas de sus intervenciones, invita a abrocharse bien el casco, portar reflectores, tener los papeles al día y evitar hablar por celulares mientras conduces.
Stella López Becerra, una de las líderes en temas de cultura vial en la ciudad. Foto:Particular
Aunque sabe que ‘una golondrina no hace verano’, sí considera importante su grano de arena para salvar la mayor cantidad de vidas posibles y aportar una mejor cultura vial. Es por eso que se mantiene inquieta y activa en todo lo que sea cultura vial y pedagogía.
“En ocasiones he ayudado a los colectivos desde el 2016 hasta la fecha. Los que son los colectivos ciudadanos, donde ha hecho presencia la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la secretaría de Movilidad, hasta el año pasado. También hemos estado con Pica, que son los foros internacionales también de movilidad. Estuvimos también, en los colectivos que eran de la semaforización inteligente, de Luz verde para la vida, gracias al liderazgo que representa dentro de las ciudades y la comunidad motera, donde me han tenido en cuenta para invitarme a esos colectivos ciudadanos”, contó la líder motera, quien cuenta con la complicidad de su esposo, de 64 años de edad.
Aunque también es madre y abuela, tiene voluntad de sobra para incentivar y apoyar todo aquello que sea para el bienestar de una mejor cultura vial.
Recordó que esta pasión la heredó de su padre, un apasionado por las motocicletas que reside en Bogotá. Cuando Stella cumplió la mayoría de edad, su padre y madre le regalaron una Yamaha 80 Furia señoritera de tanque blanco. De allí en adelante, ha tenido cerca de diez motocicletas.
Otra de sus luchas continuas son los llamados a las diferentes administraciones locales, en especial a las de infraestructura, para que también le apunten a mejorar las vías. Por eso siempre luchan por unas mejores vías, semaforización y señalización.
La cultura vial se construye entre todos
Aunque ya no pertenece a un club motero como tal, Ángela Muñoz tiene sus energías enfocadas a su emprendimiento de llantas para motocicletas.
Reconoce que mantiene firme el espíritu motero de respetar siempre las normas y mantener los papeles al día, que considera, siempre ha sido el ítem por el que a muchas personas les cuesta pertenecer a clubes.
“A mucha gente no le gusta tener los documentos al día, pero sí las experiencias que se viven en los clubes, como realizar obras sociales, rodar hacia otros departamentos y participar de las actividades solidarias con otros clubes, por eso no cualquiera puede pertenecer, por las reglas”, comentó Muñoz.
Cuando estuvo en clubes moteros, vivió en carne propia los esfuerzos por impulsar una cultura responsable de movilidad vial, que muchas veces se ven mermados por las imprudencias de algunos motociclistas y de eventos como la rodada organizada por influencers, que derivaron en desórdenes y terminaron estigmatizados clubes moteros.
“Por ese evento varios clubes tuvieron que sacar comunicados y aclaraciones, porque los estaban atacando”, precisó.
Considere que, si Cali quiere tener una cultura vial donde se priorice la vida y sea más tolerante, se debe trabajar con motociclistas, conductores de automóviles, ciclistas y los diferentes actores viales, incluso, hasta los mismos agentes de tránsito.
“Hay unos agentes que son respetuosos, pero otros, andan con una mala actitud y así tengás tus papeles en regla, siempre te querrán buscar cualquier motivo para tenerte allí. También hay motociclistas que no toleran nada y prefieren irse a los golpes o agredir, que dialogar, eso es de parte y parte”, aseguró Muñoz.
JOSÉ ANTONIO MINOTA HURTADO
EDITORIAL EL TIEMPO CASA
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COLOMBIA
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