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la historia del atleta que huyó de la violencia y quiere ganar la Media Maratón de Bogotá

Carlos Sanmartín viene de una familia humilde, de esas que a diario luchar por salir adelante en medio de la falta de recursos, la violencia que los acecha y la falta de oportunidades para ser alguien en la vida.
El orden público en su pueblo natal, Granada, Meta, no era el mejor, y su con mamá y sus hermanos se vieron obligados a trasladarse al municipio de Cabuyaro en el que casi que comenzaron de cero.
Carlos Sanmartín compite por primera vez en la Media Maratón de Bogotá y tiene en mente ganarla
Su mamá, Magnolia, se ganaba la vida trabajando en billares, discotecas, bares, cocinando en las fincas, otras veces en lavaba ropa en casas de familia, todo, con el fin de llevarles el pan de cada día a sus hijos.
Carlos Sanmartín, fondista colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
Carlos vio que las condiciones no eran buenas y dio una mano. Laboraba en lo que le saliera. Estuvo en construcción, sembró arroz, acomodó cercas, en fin, todo con el objetivo de llevar una vida ‘normal’.
Le tocaba estudiar y trabajar, pro sus compañías no eran las mejores. Muchos de sus amigos no pudieron salir del consumo de droga, de la venta de estupefacientes y hoy los ve deambulando por la población sin in presente y un buen futuro.
Siempre le gustó el atletismo y de niño lo comenzó a entrenar en unas condiciones que no eran las mejores. Se destacó en la zona por ser un hombre de fondo, por lo que en alguna ocasión fue a competir en Villavicencio y allí la vida le cambió.
En ese entonces tenía 22 años y sus resultados en las pruebas de fondo eran buenas, por lo que Antonio Vargas, el padre que Carlos no tuvo, le comentó que si quería irse a vivir a Bogotá para que explotara esas condiciones físicas.
Carlos Sanmartin, fondista colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartin
Sanmartín lo dialogó con su mamá y hermanos y decidió dar el paso. No fue fácil. Señala que en varias ocasiones le pudo más la nostalgia y quiso devolverse, pero siempre lo convencían sus compañeros de entrenamiento.
Fue la mejor elección. Carlos Sanmartín superó las crisis, no se fue de Bogotá y poco a poco comenzó a labrar su camino hacia los triunfos, esos que lo han llevado muy lejos del país, a subirse al podio de carreras internacionales.
Hoy, a sus 31 años señala que la vida lo ha premiado. Viene de ganar dos medallas de oro en el Campeonato Suramericano de Mar del Plata en los 3.000 metros obstáculos y los 5.000 metros planos, prueba que no ganaba un deportista colombiano desde el 2007, cuando se impuso Javier Guarín, en Sao Paulo (Brasil).
Carlos Sanmartin en París Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
Corrió en Estados Unidos e impuso la segunda mejor marca de la historia del atletismo del país en los 5.000 metros (13 min 27 s 11 cen.) y se metió también entre los mejores de todos los tiempos en los 10.000 metros, con un registro de 28 min 17 s 47 cen, pero ahí no para todo.
A comienzos de este año fue el campeón de la prueba de los 15 kilómetros en la Maratón de Cali, que cuenta con el sello Élite de World Athletics.
El año pasado, por estos días, alistaba maletas para irse a París a competir en los Juegos Olímpicos, en los que fue eliminado en las primeras de cambio en los 3.000 metros con obstáculos.
Vive en un mundo diferente, sin olvidar a los suyos en el Meta. Con su esposa, Yulinne, con quien tiene una hija Eli Valeria, de siete años, ayuda a os niños que quieren salir adelante en el deporte con el Club de Atletismo Carlos Sanmartín.
Carlos Sanmartín, fondista colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
Carlos tendrá mañana una de sus citas más importantes de su carrera: la Media Maratón de Bogotá, prueba en la que quiere terminar en el podio y ganarla, con el objetivo de demostrar que con esfuerzo y sacrificio se pueden cumplir los objetivos que la gente se traza en la vida.
¿Tiene en mente ganar la Media Maratón de Bogotá?
Entreno fuerte para esa carrera y esa es la principal meta que tengo. Me he preparado de la mejor manera, es la carrera más importante del país y lo que he hecho en los últimos meses es pensando en esa prueba.
¿Cómo fueron sus primeros años?
Nací en Granada, Meta, pero me levanté, como el resto de mi familia, en Cabuyaro. La familia de mi mamá, la mayoría, son de la Uribe, y Granada es la capital de la región del Ariari es Granada.
Carlos Sanmartin, atleta colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartin
¿Por qué el cambio de municipio?
Nos vamos porque mi mamá se fue buscando mejoras laborales y nos radicamos ahí. Ella se llama Magnolia y trabajaba en billares, discotecas, bares, en fincas haciendo comida. En Cabuyaro se vive de la agricultura y le tocara irse a trabajar en lo que fuera, cultivando y recogiendo cosechas de plátano, ganado. Otras veces lavaba ropa en casas.
Pero ustedes eran muy pequeños…
Le tocaba dejarnos solos en la casa. Mis hermanos con, Fabián, Kelly Johana y Luis Barrera, por parte de mi mamá, y Santiago, Quiñones, por parte de mi papá.
Carlos Sanmartin, atleta colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
¿Y su papá?
Se llama Edgardo Quiñones y solo viví con él un año. Desde el 2015 volvimos a hablar y lo vine a conocer cinco años antes. Viví un año con él, pero no tengo comunicación desde el 2015. Lo vine a conocer en el 2010, pero siempre he vivido con mi mamá. Nadie sabe dónde está él.
¿Qué fue lo más duro de su infancia?
Nos tocó trabajar. Hicimos de todo. Yo trabajé en construcción, descargado mulas, pintando casas, fui ayudante de una panadería, sembré arroz, acomodé cercas y lo hacía para ganarme una plata, ayudarle a mi mamá y para los uniformes del colegio.
Carlos sanmartín y sus alumnos Foto:Instagram de CarlosSanmartín
¿Qué estudios tiene?
La primaria y el bachillerato los terminé Institución Educativa Cabuyaro y luego me dediqué al deporte y no al estudio.
La vida para ustedes no fue fácil…
Vivíamos normal, pero la familia era de bajos recursos, eso sí, no aguantamos hambre. No había lujos, no faltó la comida. Vivíamos en arriendo. Ya con lo que he conseguido en el deporte, pues conseguimos una casa para mi mamá y mi hermana en Cabuyaro, aunque ella sigue trabajando.
¿Cuáles han sido los momentos más difíciles?
Viví cosas jodidas. Tengo amigos que hoy en día están en la mala. No tienen arreglo. Entraron en ese mundo y no salen. Venden, consumen y físicamente andan llevados con problemas de salud y sociales.
Carlos Sanmartín y sus compañeros Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
¿Vivió de cerca la violencia?
Claro, nos tocó. Salimos desplazados de Granada, nos fuimos de ahí por la violencia. Nos cogió mi abuela Rosa Elvira y vivimos mucho tiempo con ella. Estaba muy pequeño, pero a mi mamá se presentó la opción de irse y eso hicimos.
¿Por qué el atletismo?
Desde pequeño me gustó. Vengo de donde no teníamos facilidades para entrenar, pero en Bogotá me brindaron todo para convertirme en atleta. Duré 9 años representando al Meta, pero me formé en la capital del país.
O sea, agradecido con la capital del país…
Sí, es que el deporte me dio un giro de 180 grados. Tengo familia, amigos y les he ayudado de una u otra manera y todo esto gracias al deporte, a Bogotá.
¿Cómo llegó a Bogotá?
En mi pueblo me tocó casi solo y hasta mi mayoría de edad. Estaba respaldado por mi mamá, ella me daba aliento hasta cuando vine a Bogotá en el 2015. Tenía 22 años.
Carlos Sanmartín y sus amigos Foto:Instagram de Carlos Sanmartín
¿Cómo se dieron las cosas?
Mi primer entrenador en la capital fue Antonio Vargas, el padre que nunca tuve. Me apoyó económica y emocionalmente. Es un mentor mentor de esos que no se encuentran en todos lados.
¿Cómo lo conoció?
Fue a una carrera en Villavicencio y me vio. Esa vez quedé de segundo y hablamos de la opción de venir a Bogotá, donde viví en su casa, me dio todo lo que necesité.
¿De qué manera afrontó ese cambio?
Fue difícil, pues es una ciudad dura, pero de muchas oportunidades. Pensé en devolverme. El factor económico era duro, no tener ingresos, toqué fondo y lo pensé. Varios amigos me ayudaron y me convencieron de seguir y lo hice.
¿En qué pruebas comenzó?
Hice fondo, 10, y 15 kilómetros y luego cambié el proceso con Mauricio Ladino. Me metí a los 1.500 y los obstáculos, pero ahora volvió al fondo y me consolidé en el ciclo olímpico. Fui a los Juegos de París.
¿De qué manera ayuda a la gente de su población?
Tengo una fundación es un club deportivo, se llama Club de Atletismo Carlos San Martín. Es un proyecto familiar. Mi esposa es la que me ayuda. Yo quiero ayudarles, darles algo de lo que no tuve, generarles oportunidades en el deporte. No todos van a ser deportistas, pero hay que ayudar a la gente a proyectar su vida en otras cosas y que estén fuera de la drogadicción y de la violencia.
¿Quién es su mano derecha en este campo?
Se llama Yulinne Chavita Romero. Hemos estado desde pequeños. Se presentó la oportunidad de una relación en 2016 y seguimos. Tenemos una hija de 7 años, Eli Valeria. Yulinne estudia gastronomía y vivimos cerca del Jardín Botánico y es mi mano derecha en todo, en lo de la Fundación, en mi vida.
Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel
Carlos Sanmartín, fondista colombiano Foto:Instagram de Carlos Sanmartin