El Castellón voltea en la prolongación un polémico penalti de VAR

Dos goles de  Ousmane Camara y Doué en el tiempo de añadido le permiten al Castellón voltear el marcador y doblegar al Málaga en Castalia tras un final de locura. De este modo, los albinegros logran romper una racha de cuatro partidos sin victoria y una sequía de 452 minutos sin marcar, incluida la Copa, y dejan con la miel en los labios a un Málaga que sufre su quinta derrota seguida como visitante. Un penalti señalado a instancias del VAR después de tener parado el partido siete minutos por una dudosa mano de Salva Ruiz lo había aprovechado Jauregi para abrir el marcador.

El primer tiempo se mostró escaso fútbol por parte de ambos equipos, con un Castellón que intentaba llevar el peso del juego, pero con muchas imprecisiones ante un Málaga que tuvo algunas llegadas en transición, aunque sin acierto en el último pase. La mejor opción de los locales llegó  en un remate dentro del área de Pablo Santiago que salvó bien Alfonso Herrero en una rápida salida. Los malacitanos, por su parte, tuvieron su opción en una falta directa que lanzó Víctor García y el balón salió rozando el poste tras golpear en la barrera albinegra.

En la segunda parte cambió el decorado con un polémico penalti, al avisar el VAR de una mano de Salva Ruiz, bastante confusa, y el penalti señalado por Dámaso Arcediano, tras siete minutos con el juego parado, lo aprovechó Jauregi para abrir el marcador a la hora de partido. El Castellón trató de reaccionar, sobre todo tras el triple cambio de Pablo Hernández, y dispuso de numerosas ocasiones, pero ni Sienra, ni Cipenga, ni Calatrava ni Doué acertaron.

También tuvo sus opciones el Málaga al contragolpe aprovechando los espacios que dejaban los locales. Sin embargo y en el tiempo añadido el Castellón acabó encontrando el premio a su insistencia: primero Ousmane Camara empalmaba el centro de Suero desde la izquierda para empatar el choque en el minuto 92 y siete después Doué, llegando desde atrás, remataba el centro de Alcázar para voltear el marcador. Su celebración, eso sí, le costó la segunda amarilla y la lógica expulsión… aunque poco le importó a él, a su equipo y a la afición orellut que celebraron el triunfo por todo lo algo.