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A nosotras nos dan más caña que a ellos por fallar penaltis
En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, Cata Coll irradia tranquilidad y hambre a partes iguales. La mallorquina, una de las voces más respetadas del vestuario tanto en el FC Barcelona como en la Selección Española, afronta una nueva concentración con ilusión renovada. “Muy contenta, como dices, del inicio de temporada, de estar aquí una vez más en finales de la Nations League. ¿Qué más queremos?”, confiesa sonriendo.
El verano, marcado por la Eurocopa y las emociones vividas en Suiza, aún ronda su cabeza. “Fue todo muy rápido, no era consciente de que había acabado. Los momentos buenos pasan volando. Obviamente queríamos otro final, pero me quedo con la Eurocopa que hicimos y con el grupo tan bueno que formamos”, recuerda. La nostalgia se mezcla con orgullo: “Pasamos tardes jugando al ping-pong, viendo pelis, cantando todas juntas… eso es lo que queda”.
Olga Carmona y Cata Coll se abrazan para celebrar la victoria ante Alemania
Saber valorar el esfuerzo
La guardameta del Barça no rehúye la autocrítica ni el debate sobre la exigencia desmedida hacia su equipo. “A mí me jode que la gente piense que si no ganas una final la temporada es una mierda. Hay mucho trabajo detrás. Yo soy la primera a la que le duele no ganar, pero también la primera que intenta valorar todo lo que hacemos durante el año”, asegura con franqueza.
Esa mentalidad ganadora también la impulsa cuando surgen las críticas. “Me encanta que hablen, que digan que si la plantilla es corta o que si ya no somos las mismas. Eso nos pica y nos motiva”, explica. Y los números la respaldan: el Barça suma ya 48 goles a favor y apenas tres en contra en este arranque de curso. “Han subido chicas jóvenes muy buenas, como Clara Serra, y estamos demostrando que seguimos igual de ambiciosas”.
Cata Coll, durante un entrenamiento de la selección española
Una nueva etapa para la Selección Femenina
El cambio de etapa en la selección también ha supuesto aire fresco. Tras la salida de Montse Tomé y la llegada de Sonia Bermúdez, Cata lo tiene claro: “Es empezar de cero. Sonia nos conoce, ha sido jugadora, sabe lo que necesitamos. Nos transmite hambre y ganas. Estamos con ilusión por lo que viene”.
El regreso de Mappi León y Jenni Hermoso también ha sido motivo de alegría. “Nadie duda del nivel que tienen. Mapi es mi central, sé de lo que es capaz y se merecía volver. Y de Jenni, qué te voy a decir, tiene un talento enorme”, dice con cariño.
La Nations League, con una semifinal inmediata ante Suecia, se presenta como el primer gran reto. “Nos gusta competir. Suecia es muy física, muy alta, pero sabemos a lo que jugamos. Tenemos hambre y queremos revalidar el título”.
Jenni Hermoso y Mapi León durante un entrenamiento en Las Rozas
La final de la Eurocopa
Cata no rehúye temas polémicos, como las declaraciones de Hannah Hampton tras la Eurocopa. “No me gustó lo que dijo ni dónde lo dijo. Creo que se equivocó, pero cada una con su conciencia”. Y, pese a la rivalidad, reconoce el mérito de la inglesa: “Hizo un europeo increíble y merecía el premio a mejor portera”.
Acostumbrada a ser el último muro del Barça, confiesa que no siempre es fácil jugar en un equipo tan dominante. “Es duro estar 85 minutos sin tocar un balón y tener que responder en la única ocasión que te llegan. Es un trabajo muy mental. En Sevilla me lo pasaba bien porque me chutaban todo el rato; aquí es diferente, pero igual de exigente”.
Y si llega el momento de lanzar un penalti, Cata no se esconde. “Siempre estoy dispuesta. Tengo confianza y no tengo miedo a fallar. Si lo tirara, lo haría convencida de meterlo”, afirma con determinación.
Es duro estar 85 minutos sin tocar un balón y tener que responder en la única ocasión que te lleguen
La ambición de la Selección
Para la portera balear, esta Nations League es mucho más que un trofeo. “Sería un paso adelante, una forma de empezar bien esta nueva etapa y seguir demostrando que queremos ganar todo. El objetivo está claro: ir a por todo”, sentencia.
Con esa mezcla de calma, ambición y sinceridad, Cata Coll deja claro por qué se ha ganado el respeto de todos. En el Barça, en la selección y en cualquier vestuario donde el ganar no sea una costumbre, sino una actitud.