Economia
Colombia está más endeudada y con menor recaudo

La decisión de Moody’s de rebajar la calificación crediticia de Colombia es una consecuencia advertida por el fuerte deterioro fiscal proyectado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025 anunciado por el ministro de Hacienda. Germán Ávila.
Esta apreciación es del director del Observatorio Fiscal de la Pontifica Universidad Javeriana, José Mauricio Salazar, quien destacó que el plan de ajuste presentado con la suspensión de la Regla Fiscal no contrarresta el incremento sostenido de la deuda neta, la cual alcanzará 63,8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2027, “elevando los riesgos asociados a la sostenibilidad de la deuda pública”.
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“Esa decisión tendrá implicaciones sobre el costo del financiamiento; en 2026, solo el pago de intereses representará el 4,8% del PIB. Un mayor riesgo percibido por los inversionistas traerá tasas más altas para la deuda soberana, lo que reduce más el espacio fiscal, acentúa las restricciones sobre inversión y mantiene la persistencia de déficit fiscales elevados, que, para 2025, es de 7,1% del PIB”, afirmó Salazar.
El Observatorio Fiscal también elaboró un análisis sobre el MFMP y, según el director de la entidad, la activación de la cláusula de escape de la Regla Fiscal por tres años marca un punto de quiebre frente a marcos fiscales anteriores.
Entre los principales hallazgos, Salazar destacó que, en comparación con el Plan Financiero de febrero, el MFMP 2025 contempla un aumento de $20 billones en el gasto primario y una caída de $18,5 billones en el recaudo tributario proyectado, esto da como resultado el déficit fiscal del Gobierno de 7,1 % del PIB, el segundo déficit más alto desde la pandemia.
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Adicionalmente, explicó que la sostenibilidad del gasto se ve amenazada por tres factores que se retroalimentan: baja ejecución presupuestal (proyectada en solo 85% en 2025), creciente inflexibilidad del gasto (86% del presupuesto comprometido en rubros legales o constitucionales) y el crecimiento en el pago de intereses, que alcanzará 4,8% del PIB en 2026.
“Esto ha llevado a la acumulación de un rezago presupuestal que ya suma $63,4 billones, afectando aún más el balance fiscal”, apuntó José Mauricio Salazar. Además, recordó que el Minhacienda planteó una reforma tributaria de 1,1% del PIB, pues, busca recaudar entre $19 y $25 billones.
En este aspecto, afirmó que la administración de Gustavo Petro no tiene una evaluación completa de los beneficios fiscales existentes ni una estrategia clara para su revisión, por lo que propuesta carece de medidas concretas, descansa sobre supuestos macroeconómicos optimistas y plantea una senda fiscal que no detiene el aumento de la deuda.
El profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, también subrayó que, según el MFMP, el país traviesa una situación fiscal insostenible, con graves dificultades en la planeación y ejecución.
El experto expresó que el proyecto de presupuesto de 2026 estima recaudo en impuestos por $321,6 billones, pero el MFMP lo baja a $281,4 billones, es decir, una diferencia de $40 billones.
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“Es una ineficiencia administrativa en la gestión fiscal y tributaria que debe ser atendida con soluciones de fondo. Además, es inaplazable iniciar la elaboración y discusión de una reforma tributaria estructural, en lugar de recurrir a reformas de corto plazo, como la sugerida por el ministro”.
Amorocho destacó que lo que se proyecta en gasto público también es preocupante, pues, solo se planea reducir 2,5% del PIB.
‘Más endeudados’
El experto en finanzas públicas Henry Amorocho afirmó que la previsión de un endeudamiento de $38 billones, cuando el gasto público ya equivale al 24,4% del PIB, genera alarma. Por eso, consideró que la fórmula de Gustavo Petro de más aumento en gasto, más deuda e ingresos estancados no es lo más viable, “trasladando el problema a futuras administraciones”.
José Mauricio Salazar resaltó que el pago de intereses se ha hecho más grande desde 2020, “en plena pandemia y con el país cerrado”, por lo que “como país, estamos más endeudados”. Recalcó que el costo de esto “es pagar más intereses y pagarlos más caros, lo cual se vuelve una bola de nieve”.
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La proyección apunta a que la deuda neta subiría de 59,3% del PIB (2024) a 61,3%, con una tendencia ascendente, llegando a 63,0% en 2026. Se evidencia un crecimiento de 10 puntos desde 2023 (53,4%). “El pago de intereses cada vez más creciente afecta el gasto de inversión y aumenta la vulnerabilidad estructural”, subrayó el economista.
El director del Observatorio sostuvo que no tener ingresos o que se caigan las proyecciones de recaudo tributario, así como problemas de ejecución presupuestal, reflejan el “montón de inflexibilidades en el gasto público”, lo que lleva a sacrificar la inversión.
“El pago de intereses desplaza la inversión. Hemos raspado la tarjeta de crédito, hemos pedido un montón de dinero, los intereses han crecido y el resultado es la caída de la inversión pública de 18,5% del presupuesto”, detalló.
Salazar dijo que cuando se compara a Colombia con otros países de la región, como Perú y Chile, el nivel de deuda es casi el doble respecto al peruano y cerca del 50% más alta que el nivel chileno.
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¿Y quién es el culpable del endeudamiento? El economista aseguró que desde antes de la pandemia ya se venía con una senda de más endeudamiento, pero, pese a que estaba cayendo en 2023, esa relación de deuda sobre el PIB volvió a subir con Petro.
Finalmente, indicó que cuando, se da una reforma tributaria, hay más lobby en el Congreso para beneficios tributarios, lo cual “lo que hacemos con un codo lo borramos con el otro, como sociedad”. Hay casi 300 beneficios y solo en IVA la estimación es de $90 billones, que dejan de entrar al fisco.
El profesor de la Unirosario, Henry Amorocho, aseguró que, si el Gobierno quiere enderezar el rumbo, debe hacer una revisión del gasto de manera urgente, mejorar el recaudo y frenar el endeudamiento, lo cual se daría en un contexto de bajo crecimiento económico y señales de alarma de las calificadoras de riesgo.
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