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Los días dulces de M&M

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Champán, fotos locas con la clasificación de la carrera en papel, bailes, risotadas, canciones, alguna lágrima furtiva… el show de los Márquez ha vuelto a MotoGP por todo lo alto en la primera carrera de 2025. Primero y segundo en el gran premio de Tailandia, lo nunca visto con dos hermanos, pole y victoria al Sprint de Marc, liderato y segundo puesto en la categoría reina del Mundial y, para más inri, rubricando el récord del circuito… mejor imposible para el clan.

Vuelven a las andadas, a emborracharse del dulce sabor del éxito casi un lustro después. Antes de la grave lesión de Marc en Jerez 2020 ambos eran los campeones en título: Marc de Moto2 y flamante fichaje del imparable Honda Repsol de MotoGP, y Marc con sus sexto entorchado en la categoría reina, arrollando incluso a su compañero, otro gigante como Jorge Lorenzo. Los reyes del mambo… y compartiendo el mejor equipo de la historia.

No pueden estar el uno sin el otro. Están unidos como por un cordón umbilical. Van para 30 años y no los he visto pelearse jamás

Roser Alentà (madre Marc y Álex)

Marc fue primero y Álex segundo en la primera carrera del año.

En ese punto todo se torció para Marc, la historia ya es conocida. Por eso a se le escaparon las lágrimas al acabar la primera carrera con victoria de rojo oficial Ducati, esta vez en una Desmosedici pata negra 2025, en la que se colocó líder del Mundial 93 grandes premios y 1.932 días después de la última vez, justo cuando ganó su último Mundial en 2019, justo en el mismo circuito de aquél logro, a la misma hora. Como para no acordarse de lo pasado ahora que vuelve a ser favorito al título. Tiene ya 32 años, y tiempo de sobra por delante.

¿Y ahora qué?

Primero y segundo en la calificación, en el sprint, en la carrera de Tailandia y en el campeonato… ¿Van a pelear realmente por el título mundial los dos hermanos por primera vez en la historia de la especialidad? Es lo único que queda por ver de este dúo dinámico, pero no está en las quinielas esta temporada. 

Yo no tengo el talento puro de mi hermano, pero soñar es gratis

Álex Márquez

Los hermanos, saludando al terminar la carreraDAZN

Primero porque Marc va a por el título, y a por el récord de Nieto ya desde la próxima cita de Argentina, donde puede ganar, como en Austin, su circuito fetiche, y puede meter ya distancia en el campeonato. Quiere igualar las nueve coronas de Rossi ya. Palabras mayores. Álex, de partida, aún tiene que pelear por su primera victoria en MotoGP, ya que sus 12 entorchados han sido en Moto2 y Moto3.

“Respondo sincero, no es posible luchar por el campeonato, hay que ser realista”, reconoce el menor en edad, pero mayor en altura, 10 centímetros ni más ni menos. “Tienen la experiencia que nosotros no tenemos, de luchar delante, de estar cada fin de semana en el podio”, afirma.

Primero y segundo todo el fin de semana los Márquez

Primero y segundo todo el fin de semana los Márquez

No están, de momento, en el mismo plano astral aunque hayan empezado a tope. Y ni siquiera cuentan con la misma Ducati. “Tienen cosas diferentes”, reconoce el ‘73’, “por eso ellos son los oficiales. A una vuelta no hay mucha diferencia, quizás más en gestión hasta el final de carrera, pero son detalles muy pequeños”

Aunque todo es ponerse a ganar, claro. Y empezar a soñar. “No tengo un talento tan puro como Marc, pero me encanta trabajar”, afirmó Álex antes de verse segundo en el campeonato, y por delante de un bicampeón del mundo como Bagnaia. “Pero la vida me ha enseñado que nada es imposible y que soñar es gratis”.

Abrazo fraternal en el circuito de Buriram

Abrazo fraternal en el circuito de BuriramDAZN

“Unidos por un cordón umbilical”

¿Y la relación de ambos, siempre tan cordial? Cosas más raras se han visto, pero no tiene pinta de que se vaya a torcer. Siguen viviendo juntos, que no es poca cosa al tener Marc ya pareja estable, en la exclusiva zona de La Finca, en un chalet con una superficie de más de 1.300 metros cuadrados y siete habitaciones. Espacio de sobra para ambos, además de su gimnasio. jardín con piscina y zona ‘chill out’ además, claro, del cuarto de juegos con mesa de billar y diana para dardos. “Él tiene su apartado, su tele, su salón… él sabe que nos juntamos a las dos para comer y a las nueve para cenar y el resto de día…”, dijo Marc en su clásica vista al Hormiguero, como siempre, con Álex, inseparables.

Van juntos a entrenar, a correr, y a veces hasta se apunta Carlos Sainz Jr. Hacen juntos programas de TV, actos promocionales, las fiestas de los títulos mundiales, ser profesores de chavales en el circuito de motocross de Rufea o ahora pilotos en el ‘Búnker’ de Brunete, los viajes, los vídeos divertidos… Además comparten negocios, como la empresa Vertical Management SL, creada tanto por Marc como por Álex para representar a personalidades del deporte pero que ha terminado ampliando su espectro a ‘influencers’ como María Pombo o el director de cine J.A. Bayona. Les mola lo audiovisual, y tienen participación en empresas como ‘Wakai Dps’, ‘Fast brothers productions’, ‘Studio la serie’ o ‘This is real’. Hacen juntos la vida.

Álex y Marc, viendo a la Selección durante la Eurocopa 2024.

Álex y Marc, viendo a la Selección durante la Eurocopa 2024.

Además en 2019 Marc se inició en elmundo inmobiliario con Slide & Turn Investment SL, comandada por su madre, Roser Alentà. Todo en familia, un pilar fundamental de los Márquez, lo que da sentido a todo y les hace tener los pies en el suelo, a los dos hermanos juntos. Desde niños además y hasta hoy.

Yo sabía de qué era capaz el larguirucho este, cuando tiene el día nadie es capaz de ganarle, ni yo

Marc Márquez (prólogo del libro ‘Un campeón con estrella’)

“No pueden estar el uno sin el otro. Están unidos como por un cordón umbilical. Van para 30 años y no los he visto pelearse jamás”, asegura Roser, que tampoco recuerda mosqueos al quedar el otro por delante del uno. “Álex a veces me dice: ¡Mamá hoy he quedado por delante del enano!, refiriéndose a Marc, pero son todo bromas”, insiste la progenitora, que ha vivido diez vidas en una como madre de dos campeones. “Cada curva y cada recta es un sufrimiento para una madre, cada vez que se caen y no se menean en el suelo hasta que mueven la mano”, afirma.

“Cada día era una pelea”, contradice Álex, que se acuerda de lo que olvida la madre. “Si se fija uno bien, Marc tiene una pequeña cicatriz en el pómulo. ¡Es mi uña! Se la hice profunda, profunda. Antes se le marcaba más y se notaba muchísimo”. Era demasiado bonito para ser cierto.

Ni dinero para botas

“Mamá estará llorando en el sofá, seguro”, dijo Marc en DAZN tras el carrerón de Tailandia. “¡Estamos bien, tranquila mamá!”, añadió luego Álex mirándo a la cámara de TV. Yasí todo el día. “Me llama a la hora y media Álex por teléfono tras cada jornada, Marc tarda un poco más, tiene más prensa”, cuenta Roser, que reconoce que a veces hasta se va de juega con ellos. No se rompe esta unión, es a prueba de bombas. 

Porque los M&M nunca tuvieron dinero y menos cuando empezaron a correr de críos. Y eso no lo olvidan ninguno de los dos. “A veces no cenábamos para comprar botas” ha recordado alguna vez Julià, el padre, que sí es capaz de viajar a todas las carreras todavía y abrazarles juntos como el domingo pasado. Si había un padre más feliz en el planeta en ese minuto, que levante la mano. Ya lo hacía cuando ayudaban en el Motoclub Segre, en la taquilla o en la venta de bocatas en el arranque de la carrera de Marc. Por allí fue la última vez que mamá le dio un azote al mayor para que no corriese tanto. No tenía sentido, claro.

Las comparaciones las he llevado por dentro y alguna vez de aquélla manera, hasta que te haces mayor y buscas tu camino, porque me gusta esto

Álex Márquez

Luego, todo ha sido por ellos, el dinero, el tiempo de las vacaciones que no tomaban, todo por los críos: “Mi familia nunca ha pedido nada de recompensa, porque siempre lo han hecho por pasión, pero seguro que están muy muy agradecidos y sobre todo mis abuelos, mi abuelo en especial que tanto lo seguía, lo estará viendo desde el cielo”. Marc, en Tailandia el pasado domingo, seguía pensando en los abuelos, sus padres, su hermano…

“Álex, un diésel, y Marc, gasolina pura”

Álex ha crecido inevitablemente a la sombra de su hermano. De hecho, no tenía claro lo de ser piloto profesional y se conformaba con ser mecánico de Marc. El mayor iba a las carreras “a divertirme y a ganar” y él decía ir a “pasar el domingo”. Pero el hermano tiró de él, muchas mañanas para ir a entrenar, algunas veces como en 2011 a seguir pese a abandonar una carrera del Nacional: “No vale la pena seguir”, decía Álex, que siempre ha llevado “por dentro y alguna vez de aquélla manera” la comparación con su hermano, “hasta que te haces mayor y buscas tu camino, porque me gusta esto”, cuenta ahora.

Antes le ha mimado, aconsejado, enseñado hasta hacerle enfadar cómo entrar y salir en una curva (“si es tan fácil, hazlo tú”, respondía Álex) y con él ha vibrado más casi que con sus propias victorias. “Yo sabía de qué era capaz el larguirucho este, cuando tiene el día nadie es capaz de ganarle, ni yo”, cuenta Marc en el prólogo del libro de su hermano ‘Un campeón con estrella’. 

Casi un mánager, medio coach, un cuarto de consejero, un poco asesor… su momento más especial llegó al preparar con mimo y con muchos días, el subidón de su hermano en la mañana de pelear el título en Cheste 2014, tras repasar en vídeo 15 ó 20 carreras decisivas por el título en la historia. Bailaron juntos el ‘Lose yourself’ de Eminem a todo trapo haciendo el loco según salía el menor de la ducha, el ‘motorhome’ botaba visto desde fuera. “¿Vas a aprovechar el disparo verdad?” le chillaba Marc a Álex en pos de convertirse, como él, en campeón del mundo. Y lo hizo.

“Álex, un diésel, y Marc, gasolina pura”, decía de ellos Emilio Alzamora, su mánager de siempre hasta hace muy poco. Distintos por fuera, iguales por dentro. “Tenemos la misma educación, misma filosofía de vida, tremendas ganas de vivir y de disfrutar del momento. Compartimos aficiones, objetivos, profesión, intenciones, metas, complicidades. ¿Si es un buen tío? Mi hermano es el mejor, no hay otro como él. ¿Qué voy a decir de mi hermano? Àlex es como mi mejor amigo”. Ahora la vida les pone ante el escenario definitivo.

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