Deportes
“La presencia de la mujer es mayor, pero el deporte sigue siendo un coto de hombres”
Edurne Pasaban ha sido galardonada con el Premio María de Villota en su edición de 2025. Pasaban, primera mujer en conquistar los ’14 ochomiles’, es una leyenda mundial. Recibirá el galardón el próximo 19 de enero en la Gala que se celebrará en la sede del COE y en la que también serán distinguidos Paula Leitón, Vicente Del Bosque, José María Olazábal y Alex Palou.
Sobre el galardón, Pasaban aseguró que “es un honor. Las personas que hemos sido premiadas tienen un gran palmarés y todos son grandes referentes. Después de tantos años de haberme retirado, la verdad es que ya piensas que no te van a dar un premio. Es un reconocimiento a toda una trayectoria. La figura de María era una referente para todas nosotras. Coincidimos en esa época en un mundo como el suyo y el mío que eran totalmente masculinos”.
La figura de María era una referente para todas nosotras. Coincidimos en esa época en un mundo como el suyo y el mío eran totalmente masculinos
La alpinista, pionera como María en deportes de tradición masculina, explicó que “creo que vamos avanzando. La mujer está encontrando nuestro hueco tanto como deportistas como en direcciones de clubes o en el mundo del deporte en general. La presencia de la mujer es mayor, pero sigue siendo un coto de hombres. España es un país que en deporte tiene muy buenas mujeres, pero en su conjunto, todavía hay muchísimo por hacer”.
España es un país que en deporte tiene muy buenas mujeres, pero en su conjunto, todavía hay muchísimo por hacer
Pero Edurne admite que no tiene una receta para mejorar esa situación. “No tengo. Lo vivo en mis propias carnes. Es difícil. Somos un país, aunque queremos mirar con ojos de adelantados e innovadores, en el que culturalmente hay algunas cosas en la que nos cuesta soltar lastre. Nos cuesta mucho”.
La montaña es parte de mi vida. Intento visitar el Himalaya un par de veces al año. Mi hobby pasó a ser profesión y ahora es hobby otra vez
La alpinista sigue ligada a la montaña. “Vivo en el Valle de Arán. Dedico a la montaña el tiempo que me deja la vida. Salgo con los esquís. Ya no son los retos tan grandes de antaño, pero la montaña es parte de mi vida. Intento visitar el Himalaya un par de veces al año. Mi hobby pasó a ser profesión y ahora es hobby otra vez”.
Todo el mundo se cree que puede hacerlo todo. En la montaña se piensan que no hay ley porque nadie te pone una barrera. No hay regulación alguna (…). Si quiero hacer algo más romántico, tengo que ir a montañas que no hace nadie
También hizo hincapié Edurne en la masificación que vive la montaña y el alpinismo. “Todo el mundo se cree que puede hacerlo todo. En la montaña se piensan que no hay ley porque nadie te pone una barrera. No hay regulación alguna. Hay una cuestión económica de por medio y se ha quitado mucho valor al himalayismo y las cosas que hacíamos entonces. Me da pena. Fuimos afortunados de vivir esos años. Aquello no volverá. Si quiero hacer algo más romántico, tengo que ir a montañas que no hace nadie”.
También recordó la importancia de la salud mental y la excesiva presión que soportan a veces los deportistas. “Muchas de las veces nos las ponemos nosotros. Se está gestionando más, pero queda mucho trabajo con la base. Desde la base hay que trabajar con los más jóvenes para reducir la presión y la exigencia que la sociedad nos pone. La presión, a todos los niveles en esta sociedad es enorme”.
Y habló de la montaña de sus sueños. “Hay una montaña en el Himalaya que quiero subir: se llama “Ama Dablam”, por la forma piramidal que tiene y no me gustaría irme sin escalarla”.
