Inmigracion
El calvario de una inmigrante latina que fue deportada de EE. UU. sin su bebé: “es como si me estuvieran arrancando el corazón” | MAG

Una joven venezolana compartió en redes sociales el duro momento que vivió tras ser deportada de Estados Unidos, país donde había residido durante varios años.
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Scar, como se hace llamar la inmigrante, relató que todo ocurrió cuando se mudaba de Miami a Indianápolis y acudió a una cita con las autoridades migratorias, sin imaginar que ese encuentro marcaría un antes y un después.
A través de un video publicado en TikTok, la venezolana contó que fue detenida al presentarse en la oficina de inmigración, pese a haber notificado con anticipación su cambio de residencia.
“Ser deportada es un golpe muy duro y más cuando dejas a tu bebé de un año en otro país”, dijo visiblemente afectada.

Pese a haber notificado su cambio de residencia, fue detenida y repatriada sin su hija, de apenas un año. (Foto: @creciendo_con_scar)
Según su testimonio, todo comenzó como un trámite rutinario. “Aunque haya notificado con anticipación el cambio de residencia, cuando llego al nuevo estado, tengo que presentarme a una cita en la oficina más cercana a mi domicilio”, explicó.
Confiada en que todo marchaba bien, acudió al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) “con esperanzas, sin miedo, porque todo se supone que iba muy bien”.
Durante la cita, los agentes le hicieron varias preguntas, entre ellas si tenía hijos. La respuesta de los funcionarios la tomó por sorpresa: “pues ve con quién la vas a dejar, porque no la vas a ver más. Esas fueron las palabras que se quedaron en mi mente”.
Poco después, fue detenida y trasladada a un centro de reclusión migratoria, donde permaneció por 27 días.

La mujer pasó 27 días detenida antes de regresar a Venezuela, donde se reencontró con su familia. (Foto: @creciendo_con_scar)
“La única forma de ver el sol era cuando mi abogado me iba a visitar. Ese tiempo se me hizo corto, porque tenía compañeras que tenían dos meses en adelante”, recordó.
Tras casi un mes bajo custodia, la joven fue deportada a Venezuela, país al que no había regresado en siete años. Allí se reencontró con sus familiares, quienes le brindaron el apoyo emocional que necesitaba.
“Me di cuenta de que necesitaba esa fuerza, ese abrazo familiar, para seguir adelante”, dijo. Mientras tanto, su hija quedó al cuidado de su padre en Estados Unidos, hasta que finalmente pudo reunirse con ella dos meses después.

La joven asegura que, a pesar de la complicada experiencia, ve como algo positivo el haber sido deportada de EE. UU. (Foto: Imagen creada por El Comercio MAG usando la IA de Gemini)
La venezolana también compartió una reflexión sobre lo que significó este proceso para ella.
“Una deportación no es nada fácil. No es el final de tu historia, es el principio de una nueva etapa. Para mí fue un cambio inesperado. Nunca lo había vivido, pero no me dolía la expatriación, me dolía que estaba dejando a mi hija en otro país. Es como si me estaban arrancando el corazón en carne viva”, señaló.
Hoy, con más calma, asegura que ve lo ocurrido con otros ojos.
“Me di cuenta de que Dios no me estaba castigando, me estaba cuidando y sacándome de un lugar en el que ya no podía estar. En Estados Unidos sentía muy cerca la soledad, la ansiedad y la depresión”, concluyó.
¿Qué hacer si me detiene ICE?
Todas las personas que viven en Estados Unidos tienen derechos, sin importar su estatus migratorio. Conocerlos puede marcar la diferencia en momentos de emergencia o ante la presencia de agentes de inmigración.
Según el portal Inmigrant Justice, es clave preparar un plan de seguridad familiar, con contactos de emergencia actualizados, números memorizados y autorización por escrito para que alguien de confianza pueda tomar decisiones legales o médicas por los hijos si fuera necesario.
En caso de ser detenido por agentes de inmigración o la policía, es importante mantener la calma y ejercer los derechos constitucionales. Toda persona tiene derecho a permanecer en silencio y a no declarar sobre su estatus migratorio. No se debe correr, discutir ni resistirse y siempre se deben mantener las manos visibles. Tampoco se debe mentir ni entregar documentos falsos, ya que esto puede empeorar la situación legal.
Si la detención ocurre en una parada de tráfico, conviene preguntar si el oficial pertenece al departamento de policía o a inmigración (ICE o CBP). Los ciudadanos y residentes deben mostrar sus documentos, mientras que las personas indocumentadas pueden optar por no hablar de su estatus. Si un agente llega al hogar, no se debe abrir la puerta a menos que presente una orden firmada por un juez.
Ante la presencia de oficiales de inmigración en espacios públicos, lo recomendable es buscar un lugar seguro y, si se es ciudadano, registrar los hechos sin interferir en la operación.
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