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El Mundial 2026 abre una ola de oportunidades de negocio a empresas de EU en México pero enfrentan varios retos

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Las renovaciones de estadios, la modernización del transporte y las mejoras urbanas dibujan un escenario propicio para la inversión estadounidense, siempre que logre integrarse al ecosistema local.

Durante la primera mitad del año, la inversión extranjera directa proveniente de Estados Unidos alcanzó 14,703 millones de dólares, un aumento de 7% respecto al mismo periodo de 2024, según datos oficiales de la Secretaría de Economía.

Destaca el crecimiento en servicios culturales, deportivos y recreativos, que casi triplican el flujo registrado el año anterior. También aumentó 3% la inversión en alojamiento y alimentos, mientras que el rubro de construcción aún no se recupera y muestra una caída anual de 67%.

Los sectores clave

El sector tecnológico asoma como una de las grandes promesas. México prevé un crecimiento anual de 7.5% en esta industria hasta 2026. Los sistemas de monitoreo, las redes de datos en tiempo real y las plataformas de ciberseguridad serán piezas esenciales para administrar la logística de millones de aficionados.

Empresas con experiencia en Inteligencia Artificial, análisis predictivo y dispositivos IoT, como sensores y sistemas de automatización, podrán ofrecer soluciones para estadios y ciudades anfitrionas.

La infraestructura también se perfila como otro frente. Más de 2,000 millones de dólares se destinarán a transporte y desarrollo urbano, además de 500 millones para renovar estadios. Las compañías estadounidenses con experiencia en construcción sostenible y gestión de proyectos podrán aportar tecnología en eficiencia energética, materiales verdes y planeación inteligente.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción advirtió que el reto será monumental. Su presidente, Luis Méndez Jaled, propuso duplicar la inversión pública para alcanzar un billón de pesos, equivalentes a más de 53,000 millones de dólares, lo que elevaría el gasto en infraestructura del 2.5 al 4% del PIB.

El organismo alertó sobre los rezagos urbanos que persisten en las tres sedes mexicanas: Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León. Los principales déficits están en drenaje, movilidad y servicios turísticos. La Copa del Mundo, dijo Méndez Jaled, puede detonar proyectos estratégicos, pero también exhibirá la falta de preparación si no se acelera la modernización.

El turismo será otro motor, se estima que los ingresos superen los 1,000 millones de dólares. Hoteles, restaurantes y agencias de viaje digitales ya se preparan para la llegada de millones de visitantes. Las empresas estadounidenses que ofrecen sistemas de gestión hotelera o diseño de experiencias personalizadas hallarán un mercado ávido.

El entretenimiento completará la ecuación, con conciertos, ferias y festivales acompañarán los partidos y generarán nuevas oportunidades para firmas especializadas en logística, marketing deportivo y producción audiovisual. La audiencia global que seguirá la Copa ofrecerá una vitrina sin precedente para los servicios estadounidenses.

El comercio minorista también recibirá un impulso, pues se prevé un incremento sustancial en la demanda de artículos deportivos, recuerdos y artesanías locales. Las compañías dedicadas al comercio electrónico y la cadena de suministro podrán asociarse con negocios mexicanos para digitalizar procesos y ampliar su cobertura.

Los retos

Pero no todo es sencillo, el documento del Departamento de Comercio de Estados Unidos alerta a sus empresas de los desafíos. El marco regulatorio mexicano exige conocimiento local. Las empresas deberán apoyarse en aliados nacionales para comprender normas y procedimientos.

También la sensibilidad cultural, que más allá de la cortesía, se vuelve una herramienta de negociación. Quienes entiendan la lógica mexicana estarán mejor posicionados para capitalizar la coyuntura.

Tampoco se deja fuera el reto de la seguridad.

El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, considera que el Mundial representa la promoción más importante para México en décadas. Ningún otro evento tiene una audiencia comparable ni una capacidad similar de proyección internacional. Recordó que el país ya vivió este efecto en 1970 y 1986, cuando millones de personas conocieron México por primera vez a través del futbol.

(El Mundial) es una gran oportunidad para competir contra las narrativas negativas, como las series sobre narcotráfico, y mostrar al mundo qué tipo de país somos realmente

Marcelo Ebrard, secretario de Economía

Ebrard sostiene que el impacto no se limitará al corto plazo. Una imagen positiva, dijo, se traduce en confianza y en flujos de inversión más altos. Cada estadio renovado, cada obra terminada y cada visitante satisfecho formarán parte de una narrativa que podrá fortalecer la marca país.

La Copa del Mundo 2026 será la más grande de la historia, con 104 partidos. México albergará 13 de ellos, incluida la inauguración en el Estadio Azteca. En los próximos meses, la frontera compartida volverá a ser un punto de encuentro, donde las canchas se convertirán en vitrinas y los negocios, en parte del juego.

Lee aquí más información sobre el Mundial 2026

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