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El músico colombiano que llevó un piano a un risco australiano: la historia detrás de ‘Ethereal Dream’
Debido a las crisis económicas que ha tenido el país, ligado a la falta de oportunidades en varios sectores, una gran cantidad de colombianos se ven obligados a trasladarse al exterior para vivir de su pasión.
Un ejemplo de ello es la vida de Santiago Currea, un pianista que encontró en Australia el punto de partida para un proceso creativo que une raíces, búsqueda personal y exploración musical.
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En diálogo con Infobae Colombia, el músico describió todo lo relacionado con su más reciente sencillo, Ethereal Dream, para el que llevó un piano hasta un risco australiano y así grabar el video oficial frente al mar de este país.
En primer lugar, explicó que Ethereal Dream es el reflejo de una imagen que lo acompañó desde su llegada al continente oceánico: un piano instalado frente al océano al amanecer.
“Soñar que tocaba el piano frente al mar, con esa mezcla de calma y melancolía que solo aparece entre el amanecer y el silencio. Ahí, la composición surgió al piano, casi improvisando, y poco a poco se fue transformando en una pieza que mezcla esa nostalgia con una sensación de esperanza”.
El proceso de trasladar esa visión al plano real llevó a Currea a cumplir uno de sus propósitos más ambiciosos en Australia, lograr un sonido que une piano, cuerdas y una atmósfera cinematográfica, que ayuda a capturar la “ilusión, la calma y la belleza irreal de esos momentos en los que necesitamos reconectarnos con nosotros mismos”.
Currea, que lleva varios años radicado en Australia, indicó que en todo momento ha buscado aprender sin perder una identidad marcada por la formación y la sensibilidad colombiana. De acuerdo con el músico, el hilo conductor radica en “permitir que cada elemento dialogue con naturalidad. Mi sello está en esa honestidad: en escribir desde la emoción y dejar que la técnica sirva a la historia, no al revés. Lo colombiano está en mi sensibilidad, en cómo entiendo el ritmo, la nostalgia y la calidez”.
Sobre el registro visual de un piano instalado sobre un acantilado, destaca que simboliza el límite entre sueño y realidad y refleja la vulnerabilidad del artista al estar expuesto, pero abierto a seguir tocando. “Cuando toco en ese lugar, siento que la música y la naturaleza se funden, y que por un momento todo cobra sentido”, afirmó.
Para Currea, su trayectoria, desde Bogotá hasta Sídney, representa una búsqueda creativa y un cambio de vida que ha influido en su obra. El músico contó que la decisión de trasladarse a Australia surgió por la necesidad de explorar nuevos escenarios y reencontrarse con su música. Fue motivado por un amigo cercano y el deseo de cursar una maestría en el país oceánico.
Sobre lo positivo del cambio, indicó que el entorno australiano, con su naturaleza, el mar y el silencio, ha aportado nuevos matices a su sonido y a su método de composición. Según sus palabras, el ambiente le ha ofrecido “más espacio para respirar, para escuchar y para crear desde la contemplación”.
El bogotano mencionó que percibe una necesidad latente de conexión personal y calma, necesidades que su obra busca atender. “Mi intención no es que escuchen mi historia, sino que cada persona encuentre la suya dentro de la música”.
Por último, al proyectar su futuro musical, Currea definió su nuevo trabajo como una “carta de presentación” para seguir componiendo música que conecte con lo humano y atraviese idiomas y fronteras. “Sense One representa mi proceso de transformación: el amor, la nostalgia, el renacer. Es el manifiesto de lo que soy ahora, pero también de lo que quiero seguir explorando”.