Economia
en noviembre aumentó la tasa de usura

Desde este mes, los colombianos pagarán más por sus créditos de consumo, incluidos los préstamos con tarjeta, para compra de vehículo o libre inversión. La Superintendencia Financiera ajustó la tasa de usura a 24,99 %, encareciendo nuevamente el acceso al financiamiento.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMIA
En Colombia, el crédito de consumo atraviesa un nuevo encarecimiento. La Superintendencia Financiera anunció que para noviembre la tasa de usura —el interés máximo que puede cobrarse legalmente por préstamos de consumo y ordinarios— subió a 24,99 %, lo que significa que quienes usen sus tarjetas de crédito, tomen préstamos para comprar carro o viajen financiados, deberán pagar más por el dinero prestado.
La medida llega en un contexto en el que la demanda de crédito se ha venido recuperando a lo largo de 2025, especialmente en la categoría de consumo. Este tipo de financiación incluye las tarjetas de crédito, préstamos de libre inversión, créditos rotativos, libranzas y financiamiento de vehículos, entre otros. Sin embargo, el repunte del consumo también está acompañado de un aumento sostenido en el costo de endeudarse.
Según los datos oficiales, durante 2025 la tasa de usura ha oscilado entre 24 % y 26 %. En enero se ubicó en 24,89 %, alcanzó su punto más alto en febrero con 26,3 %, descendió paulatinamente hasta llegar al nivel más bajo del año en octubre (24,36 %) y vuelve a subir ahora, cerrando el año con un nuevo ajuste al alza.
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Aunque el aumento de 0,63 puntos porcentuales frente a octubre puede parecer leve, sus efectos son sensibles para los hogares que ya enfrentan altos niveles de endeudamiento. Cada incremento en la tasa se traduce en mayores intereses a pagar, especialmente en los créditos de consumo rotativos o en las compras financiadas con tarjeta.
El ajuste también reaviva un debate que el sistema financiero mantiene desde hace años. Bancos y fintechs han pedido eliminar la tasa de usura argumentando que limita la inclusión crediticia, ya que impide ofrecer préstamos a personas con mayor riesgo financiero. Para las entidades, el techo actual restringe su capacidad de cubrir el costo del riesgo de impago.

La tasa de usura se calcula multiplicando por 1,5 el interés bancario corriente, un promedio de los intereses cobrados por los bancos en el mes. Este indicador fue certificado por la Superintendencia Financiera con base en los registros entre el 3 y el 24 de octubre de 2025, y con ese cálculo se determinó la nueva tasa vigente.
Además del crédito de consumo, la Superintendencia también publica otras tasas de usura para diferentes segmentos productivos. En noviembre, la tasa para créditos productivos rurales será de 27,39 %, mientras que para créditos productivos urbanos será de 58,17 %. Estas cifras reflejan los mayores costos de financiación de emprendimientos y microempresas.
Asimismo, existen tasas especiales para los llamados créditos populares productivos, enfocados en la economía informal o popular. En este segmento, la usura alcanza niveles mucho más altos: 73,56 % en el rural y 88,77 % en el urbano, lo que muestra las dificultades que tienen los pequeños negocios para acceder a financiación asequible.

Para los analistas económicos, este panorama confirma que el consumo sigue siendo el principal motor de la economía colombiana, aunque cada vez más impulsado por el crédito. Según el economista Camilo Herrera, fundador de la firma Raddar, el gasto de los hogares crece, pero lo hace “al debe”, ya que las obligaciones financieras de las familias aumentan cerca de 31 % anual, sin incluir los créditos hipotecarios.
Esta tendencia preocupa al Banco de la República, que ha mantenido su tasa de referencia en 9,25 %, precisamente para moderar el consumo financiado y evitar un recalentamiento económico. El emisor teme que un crecimiento excesivo del crédito derive en presiones inflacionarias, especialmente si el gasto de los hogares se acelera más rápido que la producción.
En ese contexto, el nuevo incremento de la tasa de usura refuerza el mensaje de cautela. Para quienes piensan endeudarse durante la temporada de fin de año, el costo del crédito será mayor, lo que podría desacelerar parcialmente la recuperación del consumo.
Mientras tanto, las entidades financieras continúan ajustando sus tasas y condiciones de préstamo. La subida de noviembre confirma que, aunque la economía da señales de mejora, el crédito seguirá siendo costoso en el corto plazo, afectando la capacidad de compra de los hogares y el desempeño de sectores como comercio, turismo y automotriz.







