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Encuentran los restos del avión desaparecido en Alaska: no hay sobrevivientes

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Encuentran los restos del avión desaparecido en Alaska: no hay sobrevivientes
Las autoridades intensifican sus esfuerzos para determinar las causas del accidente y localizar a los demás pasajeros en una región conocida por sus peligros naturales (Foto: AP / Emily Mesner)

El avión Cessna 208B Grand Caravan EX, operado por la aerolínea regional Bering Air, fue hallado estrellado sobre el hielo marino del Norton Sound, en la parte occidental de Alaska, confirmándose la muerte de las diez personas a bordo, que incluían nueve pasajeros adultos y el piloto. La aeronave había desaparecido el jueves por la tarde mientras volaba la ruta entre Unalakleet y Nome, dos localidades remotas que dependen del transporte aéreo para su conectividad. Según USA TODAY, este incidente podría ser uno de los accidentes aéreos más mortales en el estado en los últimos 25 años.

El avión despegó de Unalakleet a las 14:37 hora local, enfrentando condiciones climáticas difíciles, que incluían nieve ligera, niebla y una temperatura de -8,3 °C (17 °F), según el Servicio Meteorológico Nacional. Menos de una hora después, se perdió contacto con los radares. La última señal del avión, captada por FlightRadar24, lo ubicaba a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de Nome, sobre las heladas aguas del Norton Sound.

El viernes por la tarde, tras intensas operaciones de búsqueda, el avión fue encontrado estrellado sobre el hielo marino. Según la Guardia Costera de Estados Unidos, tres cuerpos fueron recuperados del interior del aparato, mientras que otros siete permanecían atrapados en la estructura debido a la gravedad del impacto.

Rescatistas enfrentan nieve, vientos fuertes
Rescatistas enfrentan nieve, vientos intensos y temperaturas heladas en la búsqueda del avión desaparecido en Alaska. (Foto: AP / Mark Thiessen)

La búsqueda fue liderada por la Guardia Costera de EE.UU. y la Guardia Nacional Aérea de Alaska, quienes desplegaron helicópteros y aviones de patrulla para rastrear la última ubicación conocida del avión. El portavoz de la Guardia Costera, Mike Salerno, indicó que los restos fueron avistados el viernes sobre el hielo marino del Norton Sound. Dos rescatistas descendieron para inspeccionar los escombros, confirmando la presencia de la fuselaje destrozado y partes dispersas por el hielo.

Una imagen de la Guardia Costera muestra el devastador impacto: el avión reducido a chatarra, con restos esparcidos en un área rodeada de hielo agrietado. “Por los informes que hemos recibido, el accidente no era sobrevivible”, afirmó el equipo de Búsqueda y Rescate de Nome en una publicación en redes sociales. La recuperación de los cuerpos se está coordinando con la Guardia Nacional Aérea de Alaska y equipos de rescate locales, quienes enfrentan dificultades debido a las bajas temperaturas y al riesgo de desplazamiento del hielo marino.

El Departamento de Seguridad Pública de Alaska ha indicado que las condiciones en el lugar complican la extracción de los cuerpos y la recolección de evidencia clave para la investigación del accidente. Se han desplegado equipos especializados para estabilizar la zona y garantizar la seguridad de los rescatistas.

El FBI colabora en la
El FBI colabora en las tareas de búsqueda, utilizando tecnología avanzada para rastrear teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: Google Earth)

Un aspecto desconcertante del incidente es la ausencia de una señal de emergencia emitida por el avión siniestrado. Como explicó McIntyre-Coble, todas las aeronaves de este tipo están equipadas con un transmisor localizador de emergencia (ELT), diseñado para emitir señales automáticas en caso de accidente o contacto con agua salada. No obstante, esta vez no se recibió ninguna notificación de este tipo. “No está claro por qué el ELT no se activó”, indicó el oficial en una conferencia de prensa.

Ante la falta de una señal de socorro, las autoridades utilizaron otros métodos para intentar localizar el avión. El FBI, que colabora en la investigación, utilizó tecnología para geolocalizar los teléfonos móviles de los pasajeros. Un portavoz de la agencia informó que se emplearon equipos especializados en análisis de datos de torres celulares para determinar la última ubicación registrada de los dispositivos. Esto ayudó a limitar el área de búsqueda, aunque no resultó definitivo para localizar el avión.

El vuelo formaba parte de las operaciones regulares de Bering Air, que ofrece servicios a más de 30 comunidades en Alaska. A bordo viajaban nueve pasajeros adultos y un piloto. Según el Departamento de Seguridad Pública de Alaska, el piloto había informado a la torre de control en Anchorage su intención de entrar en un patrón de espera mientras se despejaba la pista en Nome. Poco después, se perdió el contacto con la aeronave.

Condiciones climáticas adversas en Alaska,
Condiciones climáticas adversas en Alaska, con nieve ligera, llovizna helada y temperaturas extremas, que complicaron las primeras operaciones de rescate. (Foto: AP / Loren Holmes)

Aún no se han confirmado las causas del accidente, pero expertos en aviación sugieren que las condiciones climáticas podrían haber tenido un impacto significativo. El analista de aviación Miles O’Brien indicó que la acumulación de hielo en las alas podría haber afectado el rendimiento del avión, llevando a una pérdida de sustentación. “Si el hielo cubrió las alas, el avión podría haber perdido el control y estrellarse”, dijo O’Brien en declaraciones a medios locales.

El Servicio Meteorológico Nacional informó que, en el momento del vuelo, la región del Norton Sound tenía visibilidad reducida, ráfagas de viento fuertes y temperaturas que caían hasta -10 °C (14 °F), condiciones que complican la operación segura de aeronaves de pequeño tamaño como el Cessna 208B. Además, la inestabilidad en la presión y las corrientes de aire en la zona costera podrían haber afectado la estabilidad del avión.

El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha iniciado una investigación para determinar las causas del accidente, analizando las condiciones clima, la trayectoria del vuelo, la comunicación del piloto con los controladores aéreos y cualquier posible fallo mecánico. También se revisarán los registros de mantenimiento del avión y la experiencia del piloto al mando.

Mensaje del gobernador de Alaska,
El gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, expresa sus condolencias a las familias de las víctimas del accidente aéreo en Nome a través de un mensaje en la red social X (anteriormente Twitter). (Crédito: X / GovDunleavy)

La tragedia ha impactado profundamente a las comunidades de Nome y Unalakleet. Las autoridades han organizado vigilias para honrar a las víctimas y ofrecer apoyo a sus familias. “Esta pérdida afecta a todos en la región, donde el transporte aéreo no es solo una necesidad, sino una parte fundamental de la vida diaria”, afirmó un portavoz del Ayuntamiento de Nome.

El gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas en un mensaje en la red social X: “Nuestros pensamientos y oraciones están con los afectados por este trágico incidente”. El Hospital Regional de Norton Sound ha establecido un centro de apoyo para los parientes de los pasajeros mientras su personal permanece en alerta para atender posibles emergencias en la comunidad.

Este accidente se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la seguridad aérea en Estados Unidos, tras varios siniestros recientes. Aunque las investigaciones se encuentran en una fase inicial, las autoridades han reiterado su compromiso de esclarecer lo sucedido y brindar apoyo a las familias afectadas por esta tragedia en el corazón de Alaska.

Restos del avión Cessna 208B
Restos del Cessna 208B Grand Caravan EX de Bering Air, hallados sobre el hielo marino del Norton Sound, en el oeste de Alaska, tras su desaparición el jueves por la tarde. (Coast Guard/Handout via REUTERS)

El análisis de datos de radar proporcionado por la Patrulla Aérea Civil de Estados Unidos reveló que el avión experimentó una rápida pérdida de altitud y velocidad alrededor de las 15:18 horas, pocos minutos después de que el piloto informara a la torre de control su intención de entrar en un patrón de espera cerca de Nome. Este descenso brusco ocurrió sin que se emitiera ninguna señal de emergencia, lo que ha suscitado interrogantes entre los investigadores.

Según el teniente comandante Benjamin McIntyre-Coble, de la Guardia Costera, la aeronave estaba equipada con un transmisor localizador de emergencia (ELT), un dispositivo diseñado para activarse automáticamente tras un impacto o contacto con agua salada. Sin embargo, no se recibió ninguna señal. “No está claro por qué el ELT no se activó”, aseveró McIntyre-Coble en una conferencia de prensa.

Las autoridades han comenzado una investigación para determinar si el dispositivo falló por daños estructurales severos o si simplemente no llegó a activarse por razones desconocidas. Además, se están analizando las comunicaciones del piloto con el control de tráfico aéreo y los registros de mantenimiento del avión, así como la experiencia del piloto al mando.

El FBI colabora en la
El FBI colabora en la búsqueda utilizando tecnología para localizar los teléfonos móviles de los pasajeros desaparecidos. (Crédito: Google Earth)

Bering Air, la aerolínea implicada en el accidente, ha estado operando desde 1979 y brinda servicios a 32 comunidades en el oeste de Alaska. La empresa tiene bases en Nome, Kotzebue y Unalakleet, y utiliza una flota de aviones diseñados para operar en pistas cortas y en condiciones extremas. Según FlightRadar24, la aerolínea cuenta con una flota de 39 aeronaves, incluyendo aviones y helicópteros, que realizan vuelos regulares de pasajeros y carga, así como servicios de evacuación médica.




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