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expertos recorren el patrimonio histórico de Bogotá en el Día Mundial de las Ciudades 2025

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El centro de la capital colombiana se recibió con una mezcla de arquitectura que mostró el pasar del tiempo, desde el período colonial hasta el republicano y el moderno, a expertos y ciudadanos nacionales e internacionales en urbanismo, gobernanza y tecnología, entre otros, para concluir con el Día Mundial de las Ciudades 2025 de ONU Hábitat, del que Bogotá fue la sede.

Tras una jornada de dos días en los que el centro de la conversación fue “ciudades inteligentes centradas en las personas” la primera parada del recorrido al centro de la ciudad fue el Bronx Distrito Creativo, un proyecto de renovación patrimonial de la Alcaldía de Bogotá en el que la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (Fuga) y Renobo trabajar para transformar lo que era una zona de tolerancia y crimen.

El recorrido comenzó en la mañana del primero de noviembre, en la localidad de Los Mártires, donde hace cinco años se realizó un operativo en el que más de 2.000 miembros de la fuerza pública desmantelaron una zona marcada por el tráfico de drogas, la explotación sexual y diversos crímenes, en la que también residían numerosas personas.

Con cascos blancos, los expertos ingresaron a la zona y observaron lo que fue la antigua Facultad de Medicina de la Universidad Nacional construida en 1916, así como los edificios La Flauta y La Milla, bienes patrimoniales con más de cien años de historia.

“El propósito es que estos proyectos implanten un ejercicio desde lo público que comience a transmitir un proceso de transformación de toda la zona. La idea es transformar un espacio que fue la fuente de la mayor criminalidad de Bogotá en un espacio de nuevas historias”, aseguró Carlos Felipe Reyes, gerente de Renobo.

La inversión total del proyecto asciende a 125.445 millones de pesos, bajo el contrato número 30 de 2022. El contrato de obra firmado en 2024 tiene un valor de 98.012.897.114 pesos, a cargo del Consorcio Estanzuela Brox, y dio inicio el primero de marzo de 2023. El proyecto presenta un avance del 88,31 por ciento, con corte al 18 de octubre de este año.

El proyecto del Bronx Distrito Creativo, según José Luis Aldana, subdirector para el centro de Bogotá de FUGA, se desarrollará en dos etapas: la primera, que incluye la plazoleta sobre la carrera Décima, la antigua Facultad de Medicina, La Milla y La Flauta, finalizando en el primer trimestre de 2026. La segunda, que contempla los parqueaderos, la esquina redonda y la plazoleta de conexión con la Alcaldía Local y el Centro de Talento Creativo del SENA, estará lista a finales de 2027.

¿De qué se trata este proyecto?

Es una renovación urbana para la adecuación de tres edificios patrimoniales ubicados entre las calles 9 y 10, y las carreras 15 y 16, en el centro de Bogotá. Además de su valor histórico, el proceso de obra ha permitido descubrir hallazgos arqueológicos que datan de antes de la época de la colonización.

El edificio de la facultad contará con un patio interior que funcionará como un auditorio al aire libre para exposiciones y eventos públicos. En el primer piso se ubicarán aulas y estudios creativos; en el segundo piso, laboratorios y espacios de trabajo colaborativo; y en el sótano, una zona de bodegaje con baños y camerinos.

En la Milla, que tendrá dos niveles de altura, se instalarán paneles corredizos, un escenario y una gradería. Este espacio incorporará además paneles solares, una cubierta de 3.700 metros cuadrados construida con madera reforestada certificada, lo que contribuye a la reducción de emisiones de CO2.

El área total será de 2.700 metros cuadrados, con capacidad para un foro de 4.000 asistentes, lo que lo convierte en un punto clave para el fortalecimiento de las industrias culturales y creativas de la ciudad.

El edificio La Flauta, con una inversión estimada en cinco millones de dólares, contará con dos pisos y una terraza. En su interior se proyecta la instalación de un FabLab, un laboratorio de prototipado, espacios para eventos culturales y una cafetería.

La historia y su conservación.

Más de 500 elementos entre puertas y ventanas fueron restaurados respetando sus materiales originales, en un esfuerzo por mantener viva la conexión con los elementos del pasado que aún habitan en el edificio.

Los encargados de la obra aseguran que revitalizar un inmueble patrimonial resulta mucho más costoso que construir uno nuevo. A eso se suman los imprevistos que surgen durante el proceso de restauración. En este caso, una particularidad ha incrementado los recursos y el tiempo de ejecución: los hallazgos arqueológicos.

En toda el área del proyecto se han registrado 86.000 hallazgos. En los pisos, por ejemplo, encontraron tres tipos de revestimientos distintos que no pudieron ser levantados ni demolidos, pues cada intervención debía realizarse con una técnica especial. También hallaron cielorrasos originales, seis capas de pintura superpuestas y una serie de detalles que, uno a uno, fueron sumando al costo y la complejidad de la revitalización.

Entre los descubrimientos se cuentan estructuras del antiguo sistema de acueducto de Bogotá, restos de vasijas y huesos, así como pequeños frascos de remedios, de colores, usados ​​en la época. También se observaron placas de identificación militar, recortes de periódicos antiguos e incluso una copia del himno del Ejército.

El proyecto tiene la intención de evidenciar las fechas de creación de los edificios sin crear falsos históricos. Todo aquello que pueda conservarse en su estado original, se mantiene. Incluso se deja a la vista paredes de concreto que muestran la intervención contemporánea, como una manera de hacer visible el diálogo entre pasado y presente.

Durante las obras también aparecieron cinco murales que datan de mediados del siglo XX. Su temática gira en torno a la gesta libertadora, y se encuentran distribuidos entre el primer y el quinto piso.

La experiencia de los invitados estuvo marcada por el paso de la historia. “Es un proyecto que me ha sorprendido bastante por cómo están recuperando los espacios públicos. (…) Ahora vemos una zona totalmente restablecida, ordenada, con proyectos interesantes por desarrollar y, sobre todo, un esfuerzo por rescatar el ámbito cultural”, comentó José Buga, fundador de Smart Cites Hub Perú, quien participó en el Día Mundial de las Ciudades 2025.

El valor del agua y la cultura.

Después de visitar el Bronx Distrito Creativo, los invitados se dirigieron al Museo de Bogotá para iniciar un recorrido patrimonial llamado ‘Los Caminos del Agua’. Esta actividad estuvo liderada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, cuyo objetivo era mostrar a los cómo se gestionaba el abastecimiento de agua en Bogotá, especialmente en el sector histórico y durante los inicios de la ciudad.

De acuerdo con Diego Javier Parra Cortés, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la importancia de este recorrido es mostrar los valores históricos, estéticos y simbólicos del centro histórico de Bogotá. “A través del recorrido, los Caminos del Agua evidencian la evolución urbanística y cómo se ha construido la sociedad en torno a los barrios y la vida cotidiana, formando parte de la memoria de la ciudad”, señaló.

El recorrido comenzó en el Museo de Bogotá, una casa del siglo XVII, donde los invitados pudieron observar la arquitectura relacionada con el abastecimiento de agua durante el período colonial. Luego avanzaron por el barrio La Candelaria, identificando placas en algunas calles que hacían referencia a los primeros sistemas de acueducto de la ciudad.

Se desplazaron por la Carrera Segunda hasta llegar al Chorro de Quevedo, donde se contextualizó la importancia histórica de este lugar para el centro de Bogotá. Desde allí continuaron hacia el Eje Ambiental, donde se habló sobre la canalización del río San Francisco Vicachá, mostrando fotografías de las obras realizadas a comienzos del siglo XX.

El recorrido conclusiones frente a la Iglesia de las Aguas. Aquí se destacó uno de los pocos puentes que sobrevivieron de los 18 puentes que tuvo Bogotá sobre el río San Francisco. En ese punto, los participantes recibieron un souvenir digital, que les permitió ver fotografías y conocer la ubicación de todos los puentes históricos. (Lo puedes ver en este enlace).

“El mensaje es de querer cuidar y reconocer el patrimonio cultural que tenemos en nuestras manos, porque ese lo vamos a dejar a las siguientes generaciones. Es fundamental cuidarlo, entenderlo, pero sobre todo transmitir esta información”, señaló Parra.

TATIANA MORENO QUINTERO

REDACCIÓN BOGOTÁ

X: @Tmorenoq

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