Familia de Virginia Giuffre está impactada por la afirmación de Trump de que Epstein “se la robó”

La familia de Virginia Giuffre, quien fue una de las acusadoras más reconocidas en el caso de tráfico sexual contra Jeffrey Epstein, expresó que fue impactante escuchar al presidente Donald Trump decir que el desacreditado financiero “se robó” a Giuffre, e hizo un llamado para que la exnovia de Epstein, Ghislaine Maxwell, permanezca en prisión.

Giuffre, quien había acusado al príncipe Andrés de Reino Unido y a otros influyentes hombres de explotarla sexualmente cuando era una adolescente traficada por Epstein, ha sido parte central en las teorías de conspiración relacionadas con el caso. Se quitó la vida a principios de este año.

El comunicado de su familia es el más reciente capítulo relacionado con Epstein —quien se quitó la vida en una cárcel de Nueva York en 2019 mientras esperaba juicio por cargos federales de tráfico sexual— y Trump, quien fue su amigo en algún momento. El mandatario negó tener conocimiento previo de los crímenes de Epstein y aseguró que puso fin a su relación hace años, pero aún enfrenta preguntas sobre el caso.

En respuesta a la pregunta de un reportero, Trump dijo el martes que se molestó con Epstein porque le robaba trabajadores y que Epstein se había robado a Giuffre de su club en Palm Beach, Florida.

“Fue impactante escuchar al presidente Trump mencionar a nuestra hermana y decir que estaba al tanto de que Virginia había sido ‘robada’ de Mar-a-Lago”, se lee en el comunicado de la familia.

“Nosotros y el público pedimos respuestas; los sobrevivientes lo merecen”, continuó.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que el presidente respondía a la pregunta de un reportero y no fue él quien mencionó a Giuffre.

“El hecho es que el presidente Trump expulsó a Jeffrey Epstein de su club por ser repulsivo con sus empleadas”, dijo.

La declaración de la familia se produce poco después que el Departamento de Justicia entrevistó a Maxwell, quien fue condenada en 2021 por tráfico sexual y otros cargos y actualmente cumple una sentencia de 20 años de prisión en Tallahassee, Florida. El subsecretario de Justicia Todd Blanche entrevistó a Maxwell en una corte de Florida, aunque los detalles sobre lo que dijo no se han hecho públicos.

Los abogados de Maxwell han dicho que ella testificó con veracidad y respondió preguntas “sobre unas 100 personas diferentes”. Han afirmado que está dispuesta a responder a más preguntas del Congreso si se le concede inmunidad ante futuras acusaciones a cambio de su testimonio y si los legisladores acuerdan satisfacer otras condiciones.

El abogado de Maxwell no respondió de momento a un mensaje en busca de comentarios sobre la declaración de la familia Giuffre.

La familia de Giuffre también se pronunció la noche del jueves en una entrevista con CNN.

“Virginia no fue robada, fue acosada en su propiedad, en la propiedad del presidente Trump… ‘robada’ parece algo muy impersonal. Se siente como si fuera un objeto, y los sobrevivientes no son objetos, las mujeres no son objetos”, declaró Sky Roberts, hermano de Giuffre. “Fue acosada, y ciertamente te hace preguntar, ¿Qué tanto sabía él en ese momento?”.

Un funcionario del gobierno de Trump dijo que actualmente el presidente no sopesa la posibilidad de clemencia para Maxwell.

Giuffre afirmó que Maxwell la abordó en 2000 y eventualmente la contrató como masajista para Epstein. Pero la pareja en realidad la convirtió en una esclava sexual, dijo, presionándola para satisfacer no sólo a Epstein sino también a sus amigos y asociados.

Giuffre aseveró que la llevaron por todo el mundo para citas con hombres, incluido el príncipe Andrés, cuando tenía 17 y 18 años.

Los hombres, incluido Andrés, lo negaron y atacaron la credibilidad de Giuffre. Ella reconoció haber cambiado algunos detalles clave de su relato.

El príncipe llegó a un acuerdo con Giuffre en 2022 por una suma no revelada, acordando hacer una “donación significativa” a la organización de sobrevivientes que dirigía.

Giuffre, nacida en Estados Unidos, vivió en Australia durante años y se convirtió en defensora de los sobrevivientes de tráfico sexual después de emerger como una figura central en la prolongada caída de Epstein.

El comunicado de su familia dijo que ella soportó amenazas de muerte y ruina financiera por cooperar con las autoridades contra Epstein y Maxwell.