Economia
Fraude digital en Colombia cae a mínimos de tres años y se ubica por debajo del promedio regional; ¿dónde están los mayores riesgos en la actualidad?

El fraude digital continúa retrocediendo en Colombia. Según el más reciente reporte de la central de información financiera TransUnion, la tasa de intentos sospechosos cayó al 2,3 por ciento en el primer semestre de 2025, frente al 3,2 por ciento de 2024 y al 4,2 por ciento registrado en 2022, lo que representa una reducción del 50 por ciento en los últimos tres años.
El país se consolida así entre los mercados con menor exposición al fraude digital en la región. Su tasa se mantiene medio punto porcentual por debajo del promedio latinoamericano (2,8 por ciento) y 1,5 puntos por debajo del promedio global (3,8 por ciento).
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Aunque las cifras muestran una mejora sostenida, los expertos advierten que los estafadores siguen adaptando sus métodos. En el caso colombiano, los principales canales de ataque continúan siendo el smishing —mensajes de texto fraudulentos— y el vishing, que utiliza llamadas telefónicas falsas para obtener información personal o credenciales bancarias.
El momento más crítico para los consumidores se presenta durante la creación de cuentas digitales, donde se concentra el 6,6 por ciento de los intentos de fraude. Le siguen los inicios de sesión en cuentas (3,3 por ciento) y las transacciones financieras (0,3 por ciento).
La reducción se da en u contexto en el que la transaccionalidad en el sistema financiero crece a tasas exponenciales. Según Jonathan Malagón, presidente de la Asobancaria, gremio del sector, a diferencia de lo que ocurría 18 años atrás, cuando se hacían 8.000transacciones por minuto, la mayoría físicas, hoy ese número está en 40.000 y el 82 por ciento son digitales. Y si bien los robos y fraudes a los usuarios financieros no han desaparecido, la forma en que se hacen y quienes los ejecutan sí se han transformado.
Si bien en la lucha contra el fraude cualquiera que sea la modalidad, es fundamental el esfuerzo que hagan las entidades financieras, que invierten 1,7 billones de pesos anuales en esa tarea, sin la participación y prevención decidida de los usuarios financieros será imposible combatir a los delincuentes que, por lo general, siempre van un paso adelante.
Menos fraudes, pero más sofisticados
El directivo agregó que atrás quedaron los fleteos, los taquillazos contra las sucursales físicas de los bancos. Hoy, cobran mayor fuerza los ciberataques, los cuales se hacen 94 por segundo, el año pasado era 63; en cuanto a las suplantaciones, se producen 63 por día, mientras el robo de datos está en 997 diarios.
Jonathan Malagón, presidente de la Asobancaria. Foto:Asobancaria
“Estas tendencias resaltan la necesidad de estrategias sólidas de verificación de identidad y prevención del fraude desde las primeras etapas de la interacción digital”, señalópor su parte Diana Martínez, directora de Soluciones de Fraude en TransUnion Colombia.
“Los consumidores siguen siendo tanto objetivos como víctimas de diversos esquemas de fraude. Las estrategias de prevención deben poner al consumidor en el centro, enfatizando la protección de la información personal y las credenciales”, agregó.
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El informe de la entidad también revela que, a nivel mundial, el 3,8 por ciento de las transacciones digitales fueron catalogadas como sospechosas de fraude durante el primer semestre del año, lo que equivale a una reducción del 22 por ciento frente al mismo periodo de 2024.
Sin embargo, el fraude basado en identidad continúa siendo el más persistente, impulsado por el aumento en la exposición de datos personales y la creciente sofisticación de los ciberdelincuentes.
Entre las industrias más afectadas, el sector de los videojuegos registró el 13,5 por ciento de los intentos sospechosos de fraude, con un incremento del 28 por ciento frente a 2024, mientras que las entidades gubernamentales concentraron el 8,7 por ciento de los ataques.
En América Latina, los fraudes dirigidos a plataformas o servicios del sector público fueron los más frecuentes, con un incremento promedio del 80 por ciento respecto al año anterior, reflejo del interés de los estafadores por acceder a datos personales sensibles.
Desafío permanente
TransUnion advierte que la prevención del fraude digital exige una estrategia multifacética que combine tecnología, educación y conciencia ciudadana. Las empresas deben fortalecer sus mecanismos de verificación de identidad y reputación de dispositivos, así como incorporar biometría de comportamiento para detectar actividades sospechosas antes de que se concreten los fraudes.
El spoofing es conocido por ser una falsificación de la página web por medio de diferentes técnicas. Foto:iStock
“Dado que el riesgo de las estafas amenaza la integridad de la identidad, las organizaciones dependen de una combinación de datos, señales de riesgo y herramientas tecnológicas para prevenir el fraude”, explicó Martínez. “Las compañías deben invertir también en campañas sostenidas de educación y concientización si quieren mantenerse un paso adelante de los estafadores”.
Pese a los retos, los resultados del estudio son alentadores: Colombia no solo ha reducido de manera sostenida los intentos de fraude digital, sino que se posiciona como uno de los países más seguros en la región en materia de ciberprevención.
El reto, advierte TransUnion, será mantener esta tendencia a la baja, fortaleciendo la cultura digital de los usuarios y consolidando las herramientas tecnológicas que permitan blindar la identidad y las transacciones en un entorno cada vez más conectado.







