Economia

Gaza y vendas, Colombia adolorida

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Petro ha perdido totalmente su dimensión de gobernante nacional y permanece anquilosado como el agitador profesional que conocimos cuando fue alcalde de Bogotá, una década atrás. Su punto más bajo lo mostró en la reciente Asamblea del la ONU al fungir de estadista que traería supuestas soluciones al complejo y centenario problema del pueblo palestino; abrazado con Lula vociferaban a favor de las elusivas banderas de “los no alineados”, cuando en el fondo lo están con el fracasado esquema bolivariano de Venezuela.

Y, no contento con ello, Petro se regocijó “agitando las masas” en N. Y. e invitando a la fuerza pública de EE. UU. a desconocer también su Constitución, lo cual ameritó el retiro de su visa USA (… uniéndose, entonces, a la causa de Ernesto). Al igual que entonces, han logrado que Colombia quede descertificada y sin recursos antinarcotráfico.

El agitador Petro ha olvidado las causas del 52 % que lo eligió para solucionar problemas de seguridad social, educación e infraestructura. El problema de inseguridad roja cubre ya nuestro territorio nacional, tal como reveló el mapa de ‘The Economist’ a principios de octubre de 2025. Si bien los problemas graves están en Cauca, Nariño, Buenaventura y zona del Catatumbo, el escalamiento del narcotráfico ahora cubre Cali, Yumbo, Palmira; igual ocurre en Cesar y hacia La Guajira.

El problema de Gaza es serio, así como lo es la falta de gasa en Colombia, donde también escasean en las EPS e IPS el resto de insumos y medicamentos, por cuenta de la obstinación petrista de nacionalizar sus servicios. Frente a una población que envejece más rápidamente de lo pensado, por el desplome de la tasa de natalidad que analizamos recientemente, lo urgente es fortalecer la medicina preventiva. Esta venía funcionando bien en el 80 % del territorio nacional, hasta que Petro se ensañó con los desvalidos y la clase media.

Es urgente continuar dotando de medicamentos y a precios razonables a través del sistema EPS-IPS. Ya habíamos logrado establecer un programa de precios de referencia internacionales. Y algo similar ahora quiere adoptar Trump al compararlos con las ofertas más baratas que se tienen en Europa (prácticamente a mitad de precio respecto de EE. UU.). Actualmente, el grueso de las EPS ha tenido que desmontar sus programas de entrega de medicamentos, al haberlas secado presupuestalmente los ministerios de Hacienda y Salud (… las facturas impagas ya superan los 6 meses).

Otro gran síntoma de malestar social tiene que ver con la operación tortuga que han montado las EPS frente a reclamaciones de incapacidades médicas. Esta consiste en “cerrar la puerta” de dichas reclamaciones al no recibirlas por ninguna ventanilla, y los usuarios quedan frente al caos de aplicaciones que son obtusas para tal propósito. De allí el salto abismal en los “derechos de petición” y en tutelas que enfrentan las EPS, las cuales buscan defender su escasa caja: luego el petrismo ha logrado destruir toda la cadena de servicios en salud y sin haber construido ninguna mejor alternativa.

Actualmente, el grueso de las EPS ha tenido que desmontar sus programas de entrega de medicamentos, al haberlas secado presupuestalmente los ministerios de Hacienda y Salud

Este es el mismo expediente que Petro aplicó al financiamiento de la educación superior, a través de secar los créditos del Icetex para forzar la migración hacia la educación pública (también con serios problemas presupuestales). Y algo similar ha ocurrido con la infraestructura pública en energía y en el freno a la dotación de vías, incluyendo las secundarias y terciarias que han de permitir transportar desde las fincas los productos hacia los mercados de acopio.

Así que estamos hablando del “agitador Petro” casi exitoso en destruir todos los sectores de nuestra economía; pero ya penamos por solo 9 meses, pues los nuevos gobernantes tienen claro que este camino petrista-socialista no es el adecuado para sembrar bienestar. A prepararse, Congreso y gobernantes del 2026-2030, pues la tarea de reconstrucción es mayúscula y toca con todos los sectores… casi como en la reconstrucción de Gaza.

SERGIO CLAVIJO

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