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Golán, la película grabada en Colombia que habla de “lo difícil que es rebelarse contra lo que más amamos”

Uno de los retos del cine colombiano es consolidarse en el mercado nacional, puesto que en los últimos años se han resaltado varias producciones a nivel internacional, pero no han logrado tener un impacto similar en el país.
Este será uno de los objetivos que buscan completar los productores y director de Golán, una película rodada en Calima, el Darién, que busca envolver al espectador en una atmósfera de belleza, silencios incómodos y emociones contenidas.
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La producción es protagonizada por Jacobo Vera, cuenta con la participación de artistas como Jaime Castaño y Hilda Ruiz; fue dirigida por el bogotano Orlando Culzates.
“Un viaje familiar inesperado se convierte para Pedro en la entrada a un mundo desconocido. Al acercarse a Margarita, descubre una libertad que lo confronta con todo lo que creía saber, despertando algo profundo en él. Ante el fin de su inocencia, Pedro deberá encontrar su propia voz y decidir qué tipo de hombre quiere ser”, es la sinopsis de Golán.

Con el concepto de ser una historia sobre romper el molde y dejar atrás lo que se espera de ti, para descubrir quién eres en realidad, Golán ha sido presentada a nivel internacional con éxito, llegando a ganar varios premios.
Hasta el momento, la producción ha sido galardonada en el Festival de Cine de Málaga, el Festival Internacional de Cine de São Paulo y el Festival Internacional de Cine de Cali; por lo que su estreno en cines, el 21 de agosto, ha generado gran expectativa.
En diálogo con Infobae Colombia, el director Orlando Culzat habló de varios aspectos de la producción, comenzando por lo que representa para él a nivel personal.
“Es un proyecto profundamente personal. Nace de los ecos de mi infancia y de mi juventud, de vivencias que marcaron mi forma de mirar el mundo. Pero a partir de esa raíz íntima quise construir una historia que trascienda lo autobiográfico, que toque fibras universales. Golán habla de temas que nos atraviesan a todos: el silencio en las familias, la herencia emocional, el deseo de romper con lo que nos oprime”, declaró.

Culzat anticipó que el principal atractivo de su película es la posibilidad de que las personas se sientan identificadas con Pedro, el protagonista del audiovisual.
“Pedro representa ese momento en que empezamos a cuestionar las reglas del juego: lo que heredamos, lo que se supone que debemos ser. Al principio se adapta, guarda silencio, como nos enseñaron, pero poco a poco empieza a ver, a sentir distinto, hasta que ya no puede callarse más. En él está esa chispa de rebeldía que necesitamos para desafiar un sistema injusto, para decir ‘esto no me representa’ y atreverse a imaginar algo distinto, más justo, más propio”.
El director también abordó los problemas y dificultades que encontró durante la producción de Golán, afirmando que lo más difícil fue sostener la coherencia emocional que quería impregnar en el film.
“Tuvimos la suerte de contar con actrices y actores extraordinarios que entendieron desde el inicio el tono melancólico y contenido que pedía la película. Gracias al trabajo previo con Carlos Sandoval, nuestro preparador de actores, pudimos construir vínculos sólidos y honestos entre los personajes, lo que nos permitió llegar al set con una base emocional muy viva. El reto fue mantener esa autenticidad durante el rodaje, sin caer en el exceso ni en la sobreactuación”, afirmó Culzat.

Por último, habló del mensaje que busca expandir con la película, que habla de cómo un joven afronta un duelo y la soledad, por lo que invitó a que las personas que observe Golán puedan atreverse a retar las tradiciones con las que no estén de acuerdo.
“Quise hablar de lo difícil que es rebelarse contra lo que más amamos: la familia, las tradiciones, aquello que nos dio refugio, pero también nos marcó con sus silencios y violencias. El duelo que atraviesa la película no es solo por una pérdida física, sino también por una forma de vida que se desmorona, por un mundo que ya no nos representa. No se trata de destruir lo anterior, sino de tener el valor de mirarlo con ojos nuevos, cuestionarlo y desde ahí construir algo más honesto, más humano”, puntualizó el director.