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Sabía que venía para la era post Modric y Kroos

güler es una de las grandes sensaciones de la temporada. El turco ha ganado en importancia en el equipo y ahora mismo es titular indiscutible para Xabi. Pero no siempre ha sido así y el jugador repasa en una entrevista con L’Équipe cómo ha vivido el largo proceso hasta convertirse en una pieza fundamental en el Real Madrid.
La presión del Madrid
“El ruido que puede haber a mi alrededor nunca lo he visto como presión. Haría mi trabajo más difícil. Claro que hay responsabilidades, pero son cosas que me ayudan a mejorar, a subir el nivel. Es como si lo necesitara. Algunos piensan que soy demasiado bueno porque no doy problemas, pero tengo mucha ambición. Lo importante es no intentar ser alguien que no eres”.
Desde el primer entrenamiento supe que tenía las cualidades para jugar en el Real Madrid
Galones para tirar las faltas
“Creo que he ganado respeto gracias a los tiros que hacemos al final de los entrenamientos. Después de eso, es más fácil pedir el balón el fin de semana, cuando hay una falta cerca del área. Pero hay que encontrar el equilibrio entre reclamar cosas y respetar a los demás. Si llegaba un jugador como Modric y quería tirar, debes dejarle sin decir una sola palabra”.
¿Tirar las faltas? Creo que he ganado respeto gracias a los tiros que hacemos al final de los entrenamientos
Las lesiones nada más llegar
“Sabía que estaba en el club más grande del mundo. Pero desde el primer entrenamiento supe que tenía las cualidades para jugar. Nunca dudé de que tendría éxito aquí. Me dijeron que el primer año sería difícil, que no podía ser de otra forma para un chico que sólo conocía Turquía. También que venía para la era posterior a Modric y Kroos. Todo estaba claro y así es mejor”.
Cuando no jugaba fue duro, pero alimentó mi ambición
Relación con Ancelotti
“Carlo es uno de los mejores entrenadores de la historia. No hay que olvidar que dijo a la prensa que yo sería uno de los mejores centrocampistas del mundo. Davide siempre trató de ayudarme. Estoy agradecido. Cuando no jugaba fue duro, pero alimentó mi ambición. Esperaba mi momento”.
Mbappé-Güler y Cristiano-Özil
A Mbappé y a mí hay veces que con una mirada nos basta para entendernos
“La comparación es bonita, me halaga. Ellos lograron cosas enormes. Pero los grandes triunfos siempre los consigue el equipo, no sólo dos jugadores. Sus cualidades y las mías son complementarias. Nos entendemos muy bien, todo fluye. A veces hablamos un poco antes del partido: ‘Hoy podríamos hacer esto o aquello’, nos decimos. Otras veces nos basta con una mirada”.
Conexión con Mbappé
“Creo que hay que dejarle jugar donde quiera. Su talento le da derecho a esa libertad. Si baja al medio, no lo hace porque sí. Entiende lo que el juego necesita. Cuando lo hace, soy yo quien debe ocupar su lugar.
Si un día Xabi me pide jugar de portero, me compro unos guantes
Ganar otra Champions
“No la gané, no era mía (en la Decimoquinta no participó en la Champions). Hay que ir a por otra. Ese es uno de mis principales objetivos. Quiero que los niños de mi país puedan decir: ‘Arda lo hizo, yo también puedo hacerlo’.
No gané la Champions, no era mía, tengo que ir a por otra
La llegada de Xabi
“El primer día me dijo: ‘Sé que lo tuyo es instintivo, que eres un guerrero en el campo’. En su fútbolh ace falta carácter y agresividad. Pero confío plenamente en sus planes: si un día me pide jugar de portero, me compro unos guantes”.