Colombia
Descubren nuevas variantes del gen ‘LRP5’ que revelan por qué los humanos modernos son más propensos a la fragilidad ósea

Las alteraciones del gen ‘LRP5’ podrían clarificar las diferencias en la densidad ósea entre las poblaciones humanas contemporáneas y sus predecesores, siendo “más vulnerables y ligeros” los ‘homo sapiens’, según un estudio del CIBER en su departamento de Enfermedades Raras (CIBERER), vinculado a la Universitat de Barcelona (UB), la sección de Fragilidad y Envejecimiento Saludable del CIBER (CIBERFES) y el Institut de Recerca Sant Joan de Déu (IRSJD), junto con el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y el Hospital del Mar Research Institute.
Estas variantes pueden también afectar condiciones como la osteoporosis y el síndrome de osteoporosis-pseudoglioma, una patología ósea poco frecuente que puede causar fracturas espontáneas o tras un traumatismo mínimo, abriendo nuevas oportunidades para su prevención y tratamiento, ya que contribuyen a entender la fragilidad vinculada al envejecimiento y a avanzar en la investigación de varias enfermedades raras, conforme a un anuncio del CIBER.
“La investigación puso de manifiesto variantes singulares del gen ‘LRP5’ que muestran diferencias entre neandertales, denisovanos y ‘sapiens’ antiguos y modernos. Tales variantes serían responsables de la elevada densidad ósea en los neandertales. Esto insinúa que, a pesar de los múltiples cruces que acontecieron entre humanos arcaicos y otras poblaciones como los denisovanos y neandertales, las variantes genéticas de origen neandertal o denisovano del gen no prosperaron y no hemos heredado una alta densidad ósea”, han señalado los coordinadores del estudio, Susanna Bacells, Daniel Grinberg y Óscar Lao.
En este contexto, han afirmado que las variantes neandertales o denisovanas no ofrecían ninguna ventaja a los ‘sapiens’ en “ese marco”, tal como mencionaron en el estudio, publicado en la revista ‘Human Genomics’, donde descubrieron por primera vez evidencias genéticas sobre la evolución de la densidad ósea en los homínidos.
El fenómeno de “grazilización”, que lleva a que los humanos contemporáneos sean “más altos y delgados” que sus antepasados, ha sido convencionalmente atribuido a factores tales como mayor actividad física y carga mecánica de los antepasados más robustos, que “aumentan” la densidad ósea.
Los investigadores también han hallado que múltiples mutaciones del gen ‘LRP5’ encontradas en neandertales y denisovanos se comportan “de forma análoga” a las que producen una alta masa ósea en individuos humanos actuales.
Asimismo, se han reconocido numerosas mutaciones de este gen entre individuos sanos actuales, que están localizadas en áreas del genoma que “prácticamente no han cambiado” a lo largo de la evolución humana, conocidas como ‘regiones conservadas’.
“Las mutaciones en las regiones conservadas del genoma suelen resultar en alteraciones fenotípicas significativas. Estas son segmentos de ADN heredados a través de milenios, que la evolución ha preservado por alguna razón. No obstante, se observa que en el gen ‘LRP5’ de humanos hay una concentración de este tipo de mutaciones en comparación con poblaciones arcaicas como los neandertales o los denisovanos”, han especificado los científicos.
Además, han subrayado que estas mutaciones “recientes” no provocan enfermedades, sino que se hallan en individuos sanos con “mayor o menor densidad ósea”, siempre dentro de un rango de normalidad, lo que “sugiere que podría haberse aflojado la selección en ese gen en la línea humana.”
Este tipo de mutaciones “podrían desempeñar un papel fundamental” en las mencionadas enfermedades óseas, y han indicado que investigaciones futuras podrían ayudar a determinar la herencia de la densidad ósea en la salud humana a partir de su trayectoria evolutiva.