Economia
la visión de Roberto Sallouti, CEO de BTG Pactual, sobre los retos que enfrenta la región

¿Cuál es su visión, desde BTG Pactual, sobre los principales desafíos y oportunidades para los inversionistas en América Latina?
Primero, creo que Latinoamérica vive un momento buenísimo por los flujos que se están diversificando desde Estados Unidos y que están yendo para el resto del mundo. Con eso Latinoamérica se beneficia. Y lo ves en todos los mercados latinos que están con desempeños similares. Lo que quiere decir que el flujo está diversificado. Entonces, eso es algo que no vivíamos hace mucho. Ahora tenemos un ambiente global muy promisorio. Pero nosotros tenemos nuestros desafíos. Y creo que un tema común a Brasil y a Colombia es el desafío fiscal, y en consecuencia la tasa de interés es todavía muy alta para el país. Eso afecta la inversión de las empresas y el crédito al consumidor. Yo te diría que ese es el gran desafío, tanto de Colombia como de Brasil. Si podemos tener una política fiscal un poco más apretada, con eso podremos ver una tasa de interés más baja que beneficiará a toda la economía, porque el escenario global es muy positivo para Latinoamérica.
Foto:Portal Bogotá.
En ese contexto, ¿cómo analiza la variable de la estabilidad política en Latinoamérica?
Estamos ante los ciclos electorales: luego de las elecciones en Bolivia va a haber elecciones en Chile, después Colombia, después Brasil. Y hay que tener en cuenta lo que va a pasar con la política estadounidense en el sentido de cómo va a influenciar las elecciones. Y creo que aquí hay dos casos. Cuando la política estadounidense provoca que se una un país, creo que beneficia a la izquierda. Cuando la política estadounidense ayuda a un país, creo que beneficia a la derecha. Aquí vamos a tomar el caso de Milei y el caso de Canadá. En el caso de Milei hubo la interferencia mediante ayuda a su política, lo que lo benefició en la elección (legislativa de octubre pasado). En Canadá, los liberales iban a perder las elecciones, pero Trump empezó una pelea con Canadá y Carney fue electo. La misma cosa en Brasil, Lula venía con su popularidad muy baja, a la par del crecimiento, con inflación sobre control, con el desempleo muy bajo, pero lo que hizo subir la popularidad de Lula fue el ataque de Trump a Brasil con el tarifazo (subida de aranceles al 50 por ciento). El tarifazo dio a Lula el discurso del nacionalismo y con eso su popularidad creció. Entonces, yo creo que hay una tendencia en la región, pero hay que ver lo que va a pasar con la influencia estadounidense en este ciclo.
¿Cuál es su percepción sobre la incidencia de esos fenómenos de nacionalismo y los de criminalidad en los ciclos electorales en la región?
Yo creo que seguridad y criminalidad son un tema común en la región. Es impresionante cómo en todos los países que visito eso es un tema común. Y en relación con el nacionalismo, este tiene mucho que ver con la nueva forma de política externa de Estados Unidos. Si un país se siente atacado, naturalmente dice: no, yo soy soberano, tengo que defender a mi país. Esos dos temas van a ser muy importantes en las elecciones. Es la primera vez que el empleo o la inflación no son la principal preocupación en varios de nuestros países. Y eso es porque en esos países el desempleo está bajo, la economía está bien, la inflación está un poco arriba. Lo común, principalmente en Brasil y Colombia, es que lo fiscal está muy flojo y la tasa de interés está muy alta. Si pudiéramos cambiar esa combinación, estaríamos en un momento fantástico en la economía.
¿Cuál debería ser la relación estratégica de nuestros países frente a esta nueva realidad que impone Trump?
Latinoamérica regresó a estar en el centro de la atención de Estados Unidos. Hacía mucho que no lo estaba. Entonces, yo creo que todos los gobiernos deben ser pragmáticos. En el caso de los gobiernos que tienen un elemento ideológico con Trump, se pueden cerrar alianzas, como el caso de Argentina. Y los que no tienen alineamiento ideológico, creo que tienen que ser pragmáticos. Y aquí el caso de México y recientemente el caso de Brasil, creo que son los ejemplos. Tienen que ser pragmáticos. Tenemos que hacer lo que es bueno para el país, no importa la ideología. Así tenemos que comportarnos.
¿Cómo estamos realmente preparados en América Latina para las necesidades de energía que demanda el mundo para temas como la inteligencia artificial?
Solo depende de nosotros, porque Latinoamérica es una potencia de energía limpia y fósil. Tengo que acudir al caso de Brasil, con el que tengo familiaridad. El 50 por ciento del procesamiento en el cloud de Brasil se hace en Estados Unidos. Eso no tiene sentido por la latencia. ¿Por qué no construimos data centers en Brasil? Brasil ahora tiene un problema de exceso de energía limpia durante el día. Tiene la capacidad de usar el gas para estabilizar en la noche o cuando no hace viento, no hace sol. Entonces yo creo que es una cuestión de las políticas correctas. En Brasil había un problema con las tarifas para importación de equipos de data center. Eso creo que ahora fue resuelto. Nuestra expectativa es que va a empezar este tipo de inversión, que tiene todo el sentido. En mi visión, tenemos capacidad energética y conexión de fibra para hacer los entrenamientos de los modelos de inteligencia artificial. Es una oportunidad de exportar energía limpia.
El caso de Brasil, que es capaz de hacer la transición energética sin vetar de manera drástica los combustibles fósiles, es visto por muchos como un ejemplo para Colombia. ¿Cómo ve el panorama colombiano de transición energética?
Colombia tiene un matriz muy interesante. Colombia en cierta manera es similar a Brasil. Mucha “hidro”, mucha renovable, pero lo que creo que Colombia puede hacer como lo hace Brasil es tener una base de gas para dar confianza al sistema cuando sea necesario. Usar las renovables siempre será primordial, pero cuando no llueve o el clima no da, tienes que tener seguridad. Y creo que en la experiencia de Brasil con el gas estamos teniendo esa seguridad.
Volvamos al tema de la inteligencia artificial, ¿cómo deberíamos posicionarnos ante este tema en América Latina más allá de ofrecer la energía para este cambio histórico en el mundo?
Yo creo que en Latinoamérica hay ejemplos de empresas que están usando inteligencia artificial muy bien. Y te pongo el caso de BTG Pactual: las ganancias que estamos teniendo en experiencia del cliente, en eficiencia operacional, en disminución de riesgo operacional son fenomenales. Además, el uso de las plataformas digitales e inteligencia artificial también nos ha permitido penetrar en nuevos mercados en los que no estábamos presentes. Y es por eso por lo que estamos consiguiendo en BTG Pactual Global tener un crecimiento de cerca del 30 por ciento al año. Y creo que eso es solo el inicio. Latinoamérica es muy abierta a las nuevas tecnologías y a aplicarlas. Nuestras empresas deben tener ambiciones regionales y globales porque tenemos capacidad para eso.
¿Hasta dónde el papel del Estado en Latinoamérica está siendo eficiente para impulsar la economía?
Creo mucho en la economía de mercado. Para mí, el Estado tiene que ser el regulador. No tiene que competir por recursos de inversión con las empresas. Entonces, cuando se tiene una tasa de interés alta por el exceso fiscal, es lo más dañino que puede haber para la inversión en las empresas privadas y el crecimiento de la economía. Y en esto siempre sale la pregunta sobre cómo atender la necesidad social, estoy de acuerdo, pero es solo una cuestión de prioridad. Tenemos que saber cuáles son las prioridades.
Foto:iStock
Otra discusión sobre el papel del Estado en América Latina tiene que ver con las garantías de las reglas del juego para los inversionistas. ¿Cuál es su visión sobre lo que está pasando con la estabilidad jurídica en América Latina?
Siempre va a ser puesta a prueba. Inclusive, con Estados Unidos hoy en día. Pero yo soy más optimista y creo que al final va a prevalecer el sentido común. A veces yo hablo con los alumnos y les digo que el Estado de derecho es muy importante, y algunos me preguntan, pero ¿cómo defines el Estado de derecho? Lo que siempre les digo: la regla es clara y es para todos. Eso es lo más importante.
Ya que hablamos de reglas claras, en Colombia se inició un proceso de masificación de transacciones digitales, inspirado en el modelo brasileño, pero ahora el Gobierno quiere gravar a los usuarios por su uso. ¿Cuál sería su consejo frente a esta situación?
La digitalización, no solo de los pagos, sino de todos los servicios del Estado, beneficia mucho a la población. Mi consejo sería evitar cualquier cosa que haga que las personas no se digitalicen. Mira la inclusión que ocurrió con Brasil, cómo se aumentó el crédito. Entonces, tendría mucho cuidado para que las personas no vean eso como algo para ganar calidad de vida, sino como algo para tener control sobre la población.
Para finalizar, ¿qué recomendaciones les haría a los inversionistas que quieran apostarle a América Latina?
América Latina es una potencia agrícola, una potencia mineral, una potencia energética limpia y fósil, una potencia ambiental y tiene un mercado consumidor gigantesco. Entonces, las empresas, los inversionistas tienen la oportunidad de ver cómo quieren participar en eso, en una de esas verticales o en infraestructura para los mercados locales o para servir el consumo de mercados locales. Pero siempre hay oportunidad. Solo hay que ver las historias de desarrollo, crecimiento y creación de valor que ha tenido la región. Mira a BTG Pactual, un banco que tiene 40 años, un partnership. Tenemos hoy un valor de mercado de casi 40 billones de dólares. ¿Y eso qué es? Es una historia latina. Somos latinos, servimos a Latinoamérica y conectamos a Latinoamérica con el mundo. Y como la historia de BTG Pactual hay muchísimas otras historias empresariales en Latinoamérica.







