Colombia
Todo lo que necesitas conocer sobre la canícula: ¡Prepárate para un calor extremo de hasta 40 °C!

La canícula es un evento climático que se caracteriza por ocasionar un aumento significativo en las temperaturas y una disminución considerable en las lluvias, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Este fenómeno, también referido como “sequía intraestival” o “veranillo”, aparece a mitad del verano y afecta principalmente a regiones del centro-sur de México, aunque puede impactar algunas áreas del norte del país.
La llegada de la canícula en el hemisferio norte por lo general se localiza unas semanas después del solsticio de verano, que se celebra el 21 de junio. Según el CENAPRED, este periodo inicia alrededor de mediados de julio y se extiende hasta mediados de agosto.
En esta fase, el sol llega a su punto máximo en el horizonte al mediodía, lo que contribuye al incremento de las temperaturas. Este fenómeno afecta el clima y tiene impactos en la salud, la agricultura y el suministro de agua en las áreas afectadas.

El término “canícula” tiene su origen en la constelación del Can Mayor, específicamente de la estrella Sirio, que es la más luminosa de dicha constelación. En tiempos antiguos, se creía que el calor del sol se unía al de esta estrella durante el verano, causando así las altas temperaturas de esta época.
A pesar de que esta creencia ha sido desmentida por la ciencia moderna, el término ha continuado siendo utilizado para describir este evento climático, que no es exclusivo de México, ya que también se presenta en otras partes del mundo, aunque bajo distintos nombres y con características similares.
Sin embargo, en México, su efecto es amplificado por las condiciones geográficas y climáticas, que propician la ocurrencia de este tipo de fenómenos. Por esta razón, el CENAPRED enfatizó la relevancia de mantenerse informado a través de fuentes oficiales, tales como las cuentas de la Coordinación Nacional de Protección Civil en redes sociales.
El organismo también subrayó la imperiosa necesidad de prevenir la difusión de rumores y validar la información antes de compartirla, particularmente en un contexto donde las condiciones climáticas extremas pueden generar preocupación entre la población.
Entre las sugerencias para manejar la canícula se incluyen mantenerse hidratado, reducir la exposición prolongada al sol durante las horas más calurosas y, sobre todo, proteger a los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
De igual manera, se recomienda adoptar medidas para conservar el agua, ya que la escasez de lluvias puede afectar el suministro en diversas regiones.
La canícula representa un desafío notable para México, no solamente por sus efectos inmediatos en el clima y la salud, sino también por sus consecuencias a largo plazo en sectores como la agricultura y la gestión de los recursos hídricos. La intensificación de este fenómeno en ciertas partes del país podría estar relacionada con el cambio climático, lo que resalta la urgencia de implementar
medidas de ajuste y reducción para enfrentar sus repercusiones.
En este aspecto, el conocimiento y la preparación son instrumentos fundamentales para minimizar los efectos de la canícula. Según el CENAPRED, comprender las particularidades de este suceso y sus posibles repercusiones es vital para proteger a las comunidades y asegurar su bienestar durante este crítico periodo estival.

La “canícula” se entiende como un fenómeno climático que se presenta con una disminución de lluvias en plena estación de lluvias, comúnmente en julio y agosto. Este fenómeno impacta especialmente a los cultivos fundamentales (maíz, frijol, arroz) durante fases críticas como la floración y el llenado de granos, lo que podría resultar en importantes pérdidas agrícolas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se puede formular un nuevo “índice de canícula” que permita analizar su efecto en la agricultura del Corredor Seco Centroamericano y su vinculación con el fenómeno de El Niño.
El índice propuesto por la FAO posibilita el examen de este impacto utilizando información satelital de alta precisión (1 km), que evalúa la salud de la vegetación y la pérdida de biomasa ocasionada por la sequía.
Adicionalmente, el estudio de correlaciones indica que el comportamiento de la canícula se encuentra estrechamente relacionado con el fenómeno de El Niño, en particular su variación Modoki, que ha aumentado su frecuencia. Asimismo, la temperatura del océano Atlántico también juega un rol crucial en el aumento o la atenuación de la canícula.
Este índice no solo asiste en reconocer áreas susceptibles y la gravedad de eventos anteriores, sino que también colabora en anticipar fenómenos venideros. Esto facilita una mejor planificación agrícola y la ejecución de estrategias de reducción, reforzando así la capacidad de respuesta frente al riesgo de inseguridad alimentaria producida por condiciones climáticas.
Además, sugiere instrumentos para la administración agrícola y el análisis de otros elementos específicos, como el rendimiento de determinados cultivos, vinculando de esta forma aspectos climáticos y dynamics agrícolas en la región.