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Lollapalooza Argentina 2025: 6 Momentos Imperdibles de Música, Arte y Moda

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El festival no solo consistió en conciertos, sino también en una experiencia integral, con arte, moda y bienestar (Prensa Lollapalooza)

Lollapalooza Argentina 2025 conmemoró su décimo aniversario como uno de los eventos culturales más significativos, anhelados y convocadores de los últimos tiempos. A lo largo de tres días ininterrumpidos, el Hipódromo de San Isidro se transformó en el núcleo de la música, el arte y las vivencias multisensoriales que caracterizaron esta edición memorable. Miles de personas disfrutaron de una propuesta única que fusionó talento, innovación y tradición.

La variedad del line-up superó fronteras, desde las leyendas internacionales que han dejado huella en generaciones hasta los nuevos talentos que están revolucionando la escena musical. Shawn Mendes, Justin Timberlake, Olivia Rodrigo, Alanis Morissette y Tool, por citar algunas figuras, lideraron un cartel que, además de incluir artistas locales de prestigio, logró unir generaciones con un mosaico de estilos que ilustró la riqueza del panorama sonoro actual.

Aparte de la música, el festival amplificó su esencia a través del arte, la moda y la gastronomía. Obras monumentales, instalaciones interactivas y espacios temáticos enriquecieron la experiencia de los asistentes, en una fusión de diseño y tecnología. Asimismo, la incorporación de alternativas enfocadas en el bienestar y la sostenibilidad reafirmó el compromiso del festival con la creación de un entorno más accesible y responsable.

Lollapalooza 2025 incluyó una propuesta
Lollapalooza 2025 incluyó una propuesta artística de gran escala que transformó el Hipódromo de San Isidro (Jaime Olivos)

Sin embargo, no todo se centró en los escenarios. En un contexto donde cada detalle estuvo diseñado para crear recuerdos singulares, el público también se convirtió en protagonista de este acontecimiento. Desde los atuendos que lucieron en el recinto hasta los momentos compartidos con artistas que derribaron la barrera entre el escenario y la audiencia, Lollapalooza Argentina se reafirmó una vez más como algo más que un festival, sino como un espacio de encuentro cultural diverso e inolvidable.

El Hipódromo de San Isidro volvió a ser un referente de la moda festivalera durante la décima edición de Lollapalooza Argentina. Los asistentes no solo se deleitaron con la música, sino que también convirtieron el recinto en una pasarela al aire libre. Abanicos vibrantes, brillos faciales y atuendos cuidadosamente elaborados definieron el pulso visual de un público que no dejó nada al azar.

Los colores brillantes fueron protagonistas, con tonalidades rosadas, flúor, amarillos y verdes suaves dominando chaquetas, pantalones y complementos. Esta gama, conocida como “optimismo visual”, reflejó el cálido clima de finales del verano y el espíritu festivo que caracteriza al festival. También se destacó la lencería expuesta como una tendencia incorporada a la estética festivalera, dejando de ser una declaración rebelde para convertirse en algo habitual.

La moda en Lollapalooza 2025
La moda en Lollapalooza 2025 fue un reflejo de la creatividad y libertad del público, con combinaciones únicas de prendas intervenidas a mano, accesorios icónicos y looks inspirados en el glamour rockero, el streetwear y la estética contemporánea

Entre los complementos, sombreros, pañuelos y gorras fueron fundamentales, combinados de manera estratégica con atuendos nocturnos más atrevidos que incluían tops, botas ylas célebres “manguitas” autónomas en matices intensos como carmesí y ónice. El tradicional estilo rockero también hizo su regreso, con pantalones desgastados a medida y pantalones cortos recortados a mano, mientras que las minifaldas de vinilo aportaron un matiz de textura y contraste.

El glam rock se hizo notable en detalles como destellos, acabados metalizados y patrones geométricos en camisas y pantalones, evocando desde estilos de los años setenta hasta interpretaciones más actuales. El streetwear fue otra de las tendencias sobresalientes, con tejidos holgados, zapatillas urbanas y códigos que unieron lo urbano con la juventud. Asimismo, el brillo y el maquillaje artístico acompañaron la narrativa visual con inventiva, elevando el estilo de numerosos asistentes a un nivel artístico.

Entre recuerdos y propuestas frescas, los estilos presentaron una genuina manifestación de libertad creativa. Ya fuese con prendas modificadas a mano, accesorios emblemáticos o combinaciones meticulosamente seleccionadas, cada atuendo se transformó en un manifiesto visual singular, en diálogo constante con la propuesta artística y musical del festival.

Lollapalooza 2025 no solo fue
Lollapalooza 2025 no solo fue melodía, sino también arte. Creaciones como “Rubí” de Cynthia Cohen y “Dream Palace” de R&R Studios metamorfosearon el espacio del festival

El décimo aniversario del festival elevado el arte visual a un plano superior. Creaciones a gran escala como “Rubí”, de Cynthia Cohen, transformaron el entorno del Hipódromo con un diseño que indagó en conceptos sobre consumos actuales y bienestar. Mientras tanto, “Dream Palace”, del dúo R&R Studios, brindó un espacio donde la arquitectura y la emoción se unieron en una experiencia inmersiva y resplandeciente.

Las emblemáticas Casitas, tradicionalmente asignadas a la música electrónica, estuvieron a cargo de jóvenes artistas seleccionados en arteBA. Ignacio Olivier, Alfredo Dufour y Pablo Peisino llenaron estos espacios con intervenciones que unieron la estética pop, el diseño industrial y la nostalgia por objetos habituales. Estas intervenciones ofrecieron al público un contraste enriquecedor entre el arte emergente y las instalaciones de mayor envergadura.

Cynthia Cohen capturó la atención con su tiara adornada con cerezas y merengue que, más allá de su excentricidad, planteó reflexiones en torno a la cultura del consumo y el lujo. Por su parte, R&R Studios transportó a los visitantes a un espacio de encuentro emocional, con estructuras que parecía que procedían de un circo, una glorieta y un palacio.

"Dream Palace" en Lollapalooza
“Dream Palace” en Lollapalooza

Las propuestas artísticas no solo ofrecieron un contraste visual al dinamismo sonoro, sino que promovieron nuevas maneras de conexión entre los asistentes. La interacción continua con estas instalaciones amplificó la narrativa de Lolla como una experiencia que iba más allá de la música, sumando un valor cultural significativo.

El décimo aniversario de Lollapalooza Argentina congregó a las figuras más destacadas de la música internacional y nacional, brindando momentos memorables que perdurarán en la historia del festival. Shawn Mendes, Justin Timberlake, Alanis Morissette y Olivia Rodrigo lideraron algunos de los espectáculos más sobresalientes, cada uno con una propuesta única que conectó con el público de maneras diversas.

El regreso de Shawn Mendes al país fue uno de los instantes más nostálgicos del festival. El canadiense no solo presentó un repertorio colmado de emoción con éxitos como “Mercy” y “In My Blood”, sino que sorprendió al interpretar en español el clásico “Gracias”

“a la vida”, un tributo a la música latinoamericana que hizo latir el Hipódromo de San Isidro. Esta acción, sumada a su dinamismo y cercanía con el público, transformó su actuación en una de las más comentadas del evento.

Alanis Morissette fue una de
Alanis Morissette fue una de las artistas más aclamadas en el primer día

En cuanto a, Justin Timberlake hizo su debut en Argentina con un espectáculo memorable que cautivó a miles de seguidores. El “Príncipe del Pop” mostró todo su carisma con sus éxitos más representativos como “Mirrors” y “Can’t Stop the Feeling”. El artista mantuvo constante interacción con la audiencia, incluso firmando una obra de un fan desde el escenario, y recibió muestras de afecto que incluyeron el clásico “ole, ole” del público argentino.

Alanis Morissette, por su parte, regresó triunfante al país tras 15 años. Su voz intacta y su conexión con los seguidores ofrecieron una noche repleta de nostalgia y emoción. Éxitos emblemáticos como “Ironic” y “Hand in My Pocket” fueron coreados por diversas generaciones de espectadores que se unieron para celebrar la permanencia de su música. El toque emotivo de Alanis, junto a su mensaje de apoyo a las mujeres, dejó una marca especial en esta edición.

Shawn Mendes interpretó “Gracias a la vida” en Lollapalooza Argentina 2025

Olivia Rodrigo destacó como una de las protagonistas de la jornada final, consolidándose como una de las artistas pop más relevantes de la nueva ola. Con un repertorio que incluyó canciones de gran impacto mundial, además de las ya reconocidas, la joven artista logró conectar con una extensa audiencia, especialmente con las nuevas generaciones. Su capacidad para transmitir emociones en cada presentación confirmó su puesto como una de las grandes revelaciones del festival.

Tool estableció otro hito con su anticipado debut en Argentina. Siguiendo su característico estilo de rock progresivo, la banda combinó precisión musical con un espectáculo visual poderoso de rayos láser y efectos que sorprendieron al público. La energía del grupo liderado por Maynard James Keenan ofreció uno de los shows más intensos y aclamados de esta edición.

Justin Timberlake brilló el viernes
Justin Timberlake brilló el viernes en el festival

Asimismo, el domingo, el trío australiano de música electrónica RÜFÜS DU SOL fue uno de los principales atractivos del día. La banda, compuesta por Jon George, James Hunt y Tyrone Lindqvist, alcanzó reconocimiento internacional gracias a su peculiar combinación de dance y sensibilidad musical. El grupo volvió a Argentina tras su última visita en 2022, y sus fanáticos aguardaron con entusiasmo su regreso al Lollapalooza 2025, luego de haber dejado una huella imborrable con actuaciones memorables en América Latina.

Por otro lado, Tan Biónica, la icónica banda argentina liderada por Chano Charpentier, subió al escenario en el tercer día con la energía que la caracteriza y las letras que marcaron a toda una generación. Con siete

álbumes en su catálogo, la agrupación reavivó el fervor de su audiencia y destacó la repercusión del conjunto en la música argentina.

La gastronomía fue otro de
La gastronomía fue otro de los encantos de Lollapalooza 2025

Lollapalooza 2025 brilló por su extenso repertorio de alternativas culinarias y de salud. LollaFood superó las expectativas del público al ofrecer opciones inclusivas para personas celíacas, veganas y vegetarianas. Los participantes encontraron desde clásicos de la comida rápida hasta platos internacionales y menús saludables, destacándose los de Veggie Green Burger, entre los preferidos por los asistentes.

El área Lolla Dine, un restaurante con una vista excepcional, fue perfecto para quienes deseaban una experiencia gastronómica exclusiva. La fusión de alta cocina con la atmósfera del festival aportó un elemento adicional a las jornadas festivas.

A estas iniciativas se unieron espacios configurados para mejorar el bienestar de los presentes. Lockers, estaciones de hidratación y zonas de relajación proporcionaron comodidad en el extenso terreno, mientras que Kidzapalooza, con actividades especiales, continuó siendo un lugar seguro y ameno para las familias con niños.

Hubo opciones inclusivas para celíacos,
Se ofrecieron alternativas inclusivas para celíacos, veganos y vegetarianos

Por primera vez, se incorporó “El Túnel”, un espacio totalmente dedicado a la música electrónica. Esta área subterránea combinó un diseño industrial, ritmos hipnóticos y juegos de luces, ofreciendo una experiencia que fusionó la inmersión sensorial con el entretenimiento.

El compromiso con la sostenibilidad también adquirió gran relevancia. La iniciativa Espíritu Verde alentó a los asistentes a reciclar y contemplar el impacto medioambiental del festival, reforzando la función del evento como un espacio cultural consciente.

Con estas innovaciones, Lollapalooza amplió su carácter multisensorial, llenando la experiencia de alternativas que se ajustaron a las diversas expectativas y estilos de vida del público.

Lollapalooza más que un festival
Lollapalooza más que un festival musical es parte de una vivencia

Lo que inició hace más de 30 años en Phoenix, Arizona, como la despedida de Perry Farrell se transformó en un fenómeno de resonancia global que trascendió las fronteras y hoy se ha convertido en un espacio intergeneracional que conecta a músicos consagrados y emergentes con un público variado que abarca desde infantes hasta ancianos. En su décima edición en Argentina, el festival reafirmó una vez más su capacidad para unir generaciones, consolidándose como un evento de convivencia y encuentros culturales excepcionales.

La programación incluyó artistas emblemáticos como Justin Timberlake y Alanis Morissette, quienes marcaron las décadas de los 90 y 2000, logrando atraer a una audiencia adulta que compartió recuerdos y sentimientos con los más jóvenes. En contraste, figuras contemporáneas como Olivia Rodrigo, cuyas canciones resuenan en la Generación Z, evidenciaron que Lollapalooza también es una plataforma para conectar a nuevos públicos con artistas actuales que representan su generación.

“La música se convierte así
“La música se convierte así en un idioma común que facilita el diálogo entre generaciones”, afirmó a infobae el sociólogo y psicólogo Martín Wainstein, profesor consulto e investigador de psicología social de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

Así, desde cumbiahasta cuarteto clásico, el festival evidenció que su programación no solo atrae a los gustos de los más jóvenes, sino también a generaciones más adultas que hallaron sus propios lugares dentro del evento. Desde jóvenes con brillos y glitter que acompañaron su estilo hasta adultos que eligieron atuendos cómodos y nostálgicos, el festival se transformó en un espacio donde las distinciones generacionales se desvanecieron.

En las áreas comunes y frente a los escenarios, las familias disfrutaron de momentos que combinaron legado musical con descubrimientos actuales. Como resaltó el sociólogo Martín Wainstein en una entrevista con Infobae, eventos como Lollapalooza funcionan como un ritual que crea identidad entre generaciones al conectar gustos y estilos. Las generaciones más maduras presentan a los más jóvenes bandas icónicas mientras descubren nuevas propuestas que enriquecen su experiencia y su vínculo cultural.

Lollapalooza convoca a público de
Lollapalooza atrae a público de todas las edades

El festival también sirvió como el escenario ideal para las nuevas figuras. Benson Boone, originario de TikTok, brilló en su debut en el país. Su actuación el último día impresionó al público, consolidándolo como una de las voces más prometedoras de su generación.

Simultáneamente, The Marías amalgamaron sonidos en inglés y español que resonaron fácilmente con la juventud. Desde canciones ya establecidas hasta sus propias y frescas composiciones, la banda dejó su huella en el escenario con una propuesta versátil y cautivadora.

Presentación de The Marías en
Actuación de The Marías en la segunda jornada

No menos sobresaliente fue la presentación de Teddy Swims. Junto a invitados como Tiago PZK, el estadounidense fusionó emotividad y talentos locales en una actuación aplaudida de principio a fin. Su conexión con el público, realzada con gestos como agitar una bandera argentina, brindó un sentido de cercanía que pocos logran en un escenario.

Ana Mena, en su estreno, rindió homenaje a Airbag con su interpretación de “Cae el Sol”, cautivando al público local. Este gesto cultural fortaleció su vinculación con los asistentes y destacó el dinamismo del evento para integrar estilos globales y locales.

*Imágenes: Jaime Olivos, Gustavo Gavotti y Prensa Lollapalooza

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