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La Nations League vuelve a ser imán para la afición

Una de las buenas noticias que dejó el partido entre España y Suecia correspondiente a la ida de las semifinales de la Nations League fueron los 20.929 aficionados que se dieron cita en las gradas del estadio de La Rosaleda, en lo que es la tercera mejor entrada de la selección femenina en territorio nacional -sólo por detrás de los 32.657 aficionados que acudieron a La Cartuja para la final de la Nations League de 2024 ante Francia el 28 de febrero y los 21.856 que hubo en las semifinales ante Países Bajos cinco días antes-.
El público disfrutó del partido desde que se abrieron las puertas de La Rosaleda. Bailaron al ritmo de Lunnas DJ tanto en la previa como en el entreacto y se sumaron al concurso de linternas que hubo en el descanso. Hizo la ola, tocó las palmas y coreó el nombre de las jugadoras y el ya clásico ‘Campeonas, campeonas‘. Aplaudió a Vicky López cuando esta les brindó el Trofeo Kopa y ovacionó a Aitana Bonmatí cuando la mejor jugadora del mundo hizo lo propio con el Balón de Oro.
La fiesta no tuvo sólo lugar en el coliseo boquerón, sino que la ciudad de Málaga disfrutó de la visita de la selección española. La fan zone situada en la Plaza de la Marina fue el punto de encuentro para la afición en la previa, donde pudieron matar el tiempo con diferentes actividades preparadas para la ocasión. Por su parte, el Puerto fue el escenario de la comida de directivas donde el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, y de la SvFF, Simon Åström, se intercambiaron camisetas para la ocasión.







