Se necesita una actuación de Mbappé a la altura del Real Madrid

Mientras el fútbol español sigue intentando entender y qué hacer con el arbitraje aturdido por el estallido del caso Munuera, la Champions aterriza de nuevo en el Bernabéu para regalarnos la primera gran noche europea de la temporada y que tendrá a Kylian Mbappé como gran protagonista.

El impás de siete años debe concluir hoy. Se le esperó como a ningún otro futbolista, se le paga como a ningún otro futbolista y como de ningún otro futbolista se necesita una actuación a la altura para colocar al Real Madrid en los octavos de final donde el Atlético de Madrid podría cruzarse en el camino.

Se le esperó como a ningún otro futbolista, se le paga como a ningún otro futbolista

Y es que sea un 1, un 10 o un 100% el porcentaje de posibilidades lo que está claro es que este City es mucho equipo. Con sus bajas, con sus decisiones erróneas, con el declive de futbolistas clave, lo que quieran, sigue siendo un equipo temible y con una notable capacidad.

La sensación que nos dejó la ida fue la de un Madrid superior. El planteamiento de Ancelotti mitigó las ausencias que obligaron a recomponer por completo el cuarteto defensivo. Quedó todo al albur de la línea ofensiva capaz de generar hasta una veintena de oportunidades claras, pero que necesitó de un esfuerzo extra en los últimos minutos para amarrar una victoria mínima remontando al equipo de Guardiola.

Es la curiosa paradoja en la que se mueve este bipolar Real Madrid. Pese al mal juego del arranque de temporada fue capaz no solo de sostenerse sino de rebasar a un Barcelona que parecía intratable y a un formato de competición europea que acabó por convertirse en trampa para los blancos. Ahora ha llegado el juego fluido, reconocible, en el que Vinicius y Mbappé parecen maridar de forma correcta, pero los resultados incontestables no acaban de llegar. Quién lo diría, falta pegada. Empates ligueros que dan vida al Barça, y un 2-3 en el Etihad que hace que Pep aún respire.

Desde que descubrimos el póster de Ronaldo en su habitación de infancia se le ha ido guardando el sitio para llegar a una noche como la de hoy. Una noche para comprar el póster de Kylian Mbappé.