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No están tan lejos… (Último tango)

Se va el Mundial de Clubes. Quedan apenas 3 de los 63 partidos, las dos semifinales y la final. Por primera vez en casi un siglo no hay partido por el tercer puesto. Gianni Infantino sonríe; lo que para muchos era un engendro del presidente, ha salido bien.
Gustó, fue seguido por cientos de millones, los estadios se llenaron, los seis continentes cotejaron entre sí oficialmente. Por primera vez se midieron fuerzas de verdad. El acompañamiento de las hinchadas latinoamericanas fue fantástico. En los despachos más altos de la FIFA lo sintetizan en ocho palabras: “Es una maravilla que llegó y se quedará”.
El Mundial de Clubes dice adiós y estas son algunas cosas que nos deja
No solo eso, un miembro del Consejo Ejecutivo de la matriz del fútbol confirmó: “El balance es tan bueno que está en estudio jugarlo cada dos años”. Y se supone que lloverían solicitudes para organizarlo. Es más sencillo de montar que el Mundial de selecciones mayores. “El único problema son las agremiaciones de futbolistas, se quejan mucho”.
PSG vs. Bayern Múnich, Mundial de Clubes Foto:AFP
No obstante, este Mundial tiene dos aliados: uno es el dinero que reparte, los jugadores se llevan fortunas y van a presionar para participar; dos es que el Real Madrid (o Florentino Pérez) está encantado con el torneo. Y si el Madrid aprueba, los demás callan.
* Más cerca. Antes de comenzar el torneo, el pensamiento generalizado era que Sudamérica, y por supuesto los demás continentes, estaban varios escalones por debajo de Europa. Quedó demostrado que no es así. Siguen ostentando superioridad porque aglutinan los mejores futbolistas del mundo. Pero todos compitieron. Los que cayeron, cayeron por poco, y varios ganaron.
Bayern vs. Flamengo. Foto:EFE
* Revelación. Hubo sorpresas notables, como la del Al Hilal, de Arabia Saudita. La de Fluminense. Claro, los seis de América del Sur son de las ligas más fuertes, Brasil y Argentina. Especialmente los brasileños no están lejos de los europeos. Botafogo derrotó al Paris Saint Germain, Palmeiras perdió 2-1 ante el Chelsea por un fatalismo: un centro que no debía generar problemas rozó en la pierna de un defensa y se le metió a Weberton, cuando estaba más cerca Palmeiras del segundo. Hubiese sido una semifinal netamente brasileña. El Mamelodi de Sudáfrica hizo un partidazo ante el Borussia Dortmund, cayó apenas 4 a 3. Hay muchos ejemplos. Sólo por eso ya fue un éxito el Mundial.
* Homérica. Histórica, angustiosa, justa, sorprendente, celebrada, consagratoria… La Victoria, esa diosa griega, se echó a los brazos del equipo de Al Hilal y le dijo “soy tuya, me mereces”. Tras dos horas y diez minutos de intensa refriega, el conjunto saudita se impuso 4 a 3 al poderoso Manchester City de Pep Guardiola y lo despachó del Mundial de Clubes. Fueron 130 minutos sensacionales, trepidantes, en los que el magnífico cuadro árabe empezó perdiendo 1-0, lo dio vuelta 2-1, le empataron a dos, aumentó a tres, le igualaron de nuevo hasta que logró el cuarto gol y ya le dobló la muñeca a una formación inglesa sin ningún inglés, al menos en el once titular.
Jhon Arias con Fluminense Foto:Getty Images via AFP
* El partido. El City, que era fuerte candidato al título, luchó con fiereza y generó una docena de situaciones de gol, siempre con su fútbol atildado, ofensivo y de posesión, pero se fue antes de tiempo porque se topó con un equipo notable, con técnica, funcionamiento, aptitud física y fantástica determinación, pensando siempre en ganar, no en hacerle un buen partido al favorito, en tumbarlo. La velocidad, la intensidad, el incesante ida y vuelta, hace que difícilmente olvidemos semejante espectáculo, que se recordará más por el batacazo que por lo maravilloso del juego. El fútbol, jugado así, es el espectáculo más grande del mundo.
* Dato. El Al Hilal enfrentó a tres europeos y no perdió con ninguno: 1-1 con el Madrid, 0-0 con el Salzburgo y 4-3 al City. El mundo se le vino encima a Cristiano Ronaldo cuando declaró que la de Arabia Saudita era una liga muy competitiva, más que muchas europeas. “Seguimos mejorando, tenemos tiempo, pero creo al 100% que Arabia ya está entre los cinco mejores campeonatos del mundo”, había dicho. El Al Hilal le da la razón.
Real Madrid Foto:AFP
* Eurocentrismo. Los medios de Europa hicieron hincapié más en el “descalabro” del City que en el épico suceso del Al Hilal. Es que prima la idea de que si ganan los europeos es porque son superiores al resto, si pierden es que fueron al Mundial relajados, pensando en las vacaciones. Es parte del eurocentrismo acérrimo que reina del otro lado del agua. Todo lo que no se haga en Europa y por europeos está mal, no sirve y no debe ser tomado en cuenta. Se quejan de la fecha en que han puesto el Mundial, de los horarios, del calor, de la humedad, los mosquitos, los traslados…
* Inédito. En su partido versus Mamelodi en Cincinnati, los jugadores suplentes del Borussia Dortmund no entraron al campo, permanecieron en el vestuario con aire acondicionado y vieron el juego por televisión “para resguardarse de la alta temperatura”. Primera vez en 162 años de fútbol que se toma una decisión así. Una exageración total. Esta semana, en Alemania, hizo 37 grados de temperatura casi todos los días. En España alcanzó los 39 en la zona metropolitana de Madrid. En el Mundial de Italia ‘90 se jugó con temperaturas extremas y los americanos, africanos o asiáticos no protestaron. Era lo que había. Cuando se juega en Europa bajo nieve también se acepta.
Borussia Dortmund vs. Monterrey. Foto:AFP
* “Masacre”. El sindicato de jugadores franceses, escandalizado, lanzó un comunicado contra el Mundial: “Hay que parar esta masacre”, arremetió. “La incongruencia de la situación no pasa desapercibida para nadie, excepto para Infantino y sus cortesanos -sigue la declaración-. Su Mundial de clubes demuestra que es urgente detener esta masacre. Se burla de la salud física y mental de los jugadores por unos pocos dólares más y de los convenios que, en casi todas partes, prevén un período de tres semanas de descanso para los futbolistas… ¿Por qué querría alguien que el máximo responsable del fútbol mundial se preocupara por el caos que su nueva locura está causando a nivel nacional?”. Huele más a que quieren justificar sus salarios de gremialistas que a una defensa seria de sus representados. Habría que preguntarles a los futbolistas si querían estar en el Mundial o no. La respuesta sería un “síiiiiiiiiiii….” Monumental.
Lionel Messi, en el Mundial de Clubes. Foto:Getty Images via AFP
* Absurdo. Diego Torres, del diario El País, de Madrid, se pregunta: “¿A quién representa el sindicato de jugadores franceses? El 99% no juegan ni jugarán nunca el Mundial de Clubes. Lo juega el 1% que es masacrado a base de ingresos en sus cuentas bancarias”. A su vez, Javier Minniti, gerente deportivo del Boston River uruguayo, cuestionó: “Los que menos trabajan y cobran sin siquiera jugar son los miembros de los sindicatos de jugadores, ellos tienen sueldos de su organización, de FIFpro y algunos incluso integran comités de Federaciones Nacionales, ellos sí cobran sin trabajar”. Y agregó: “El descanso de los futbolistas está contemplado siempre, si está en otra competición los días se le dan luego, a mí me llega un jugador que estuvo en Selección durante una licencia grupal, se le dan los días que corresponden y se integra más tarde a la pretemporada”.
París Saint Germain Foto:AFP
* Vacaciones. A propósito de lo declarado amargamente por Raphinha, de que era muy duro para los futbolistas jugar este Mundial porque perderían sus tres semanas de vacaciones, por supuesto nadie las perderá. Quienes hayan participado en Estados Unidos, si fuera necesario, comenzarán sus ligas más tarde. “Tenemos tres semanas para descansar”, dijo Igor Tudor, técnico de la Juventus. Eso tendrán todos.
Jorge Barraza
Para EL TIEMPO
@JorgeBarrazaOK