Connect with us

Deportes

Los jugadores ya ganan de sobra durante dos años como para cobrar en la Ryder Cup

Published

on


José María Olazábal y Edoardo Molinari, el vicecapitán pasional y el científico -el italiano es ingeniero-, regalaron un gran coloquio en El Faro de la ciudad del Santander en Boadilla del Monte, impulsado por la Federación Madrileña de Golf. Estás fueron sus principales reflexiones.

El putt de Shane Lowry

Olazábal: “No es que no quisiera verlo. Es que no podía. Me senté al borde del green a unos seis o siete metros de él y por el rabillo del ojo miré a Lowry hasta que se colocó encima de la bola. A partir de ahí, agaché la cabeza, cerré los ojos y decía: ‘Métela, métela’. Y cuando levanté la cabeza, él ya estaba saltando. Te encomiendas a los dioses del golf, a Seve también. Y la verdad es que un poco de fortuna tuvimos. Lo supe luego, cuando Shane me cogió y me levantó del suelo, nos miramos a los ojos y me dijo: ‘José Marì justo en el momento que lo he tirado, he pensado que lo fallaba. Luego he visto que entraba la bola y …’

¿Salían las cuentas de Molinari?

Molinari: “Salían, pero hubo un momento muy difícil. En Bethpage yo estaba con MacIntyre en el último partido y mi costumbre es andar el campo, no ir en el buggy.  Estaba caminando y mi caddie iba con el buggy. ‘¿Quieres montar?’, me dijo. ¡No podía caminar más! A los cinco minutos vi la pantalla y el putt de Lowry y me levanté otra vez”.

¿Sufriste más que en Medinah 2012?

Olazábal: “Sufrí más que en Medinah. Bueno, sufrí en las dos. En 2012 sufrí sobre todo mucho viernes y sábado. Y el domingo, como prácticamente no tenía mucho que perder, pues sólo al final y un poquito. Porque a lo largo del día las noticias eran positivas hasta el momento definitivo donde se jugaba la Ryder. Pero esta vez fue más largo en el tiempo. Yo pasé dos horas y cuarto muy mal, una vez que los partidos se empezaron a jugar los nueve segundos hoyos… El comienzo había sido bueno, pero a partir de ahí, lo pasé fatal. Cada partido que llegaba al 18 lo perdíamos y hasta que llegó el momento decisivo de Shane, que fue donde cambiaron las cosas”.

El público

Olazábal: “Sí se han traspasado los límites. Yo viví ediciones duras como en 1991, donde por primera vez se vio el ambiente hostil hacia los individuos, y la del 99 fue aún peor, tanto que hasta Justin Leonard me escribió meses después una carta pidiéndome perdón. Allí la tomaron con Sergio y Monty y dos más. Su mujer se fue del campo porque no era nada agradable. Ahora, digamos, se han superado. Sabíamos que el público iba a ser muy duro. Juegan los NY Yankees y si no lo hacen bien, se comen a los jugadores. Pero esta vez se han sobrepasado límites que no dice nada bueno. Sobre el público y la dirección que está tomando el ambiente. Estuvo fuera de lugar”.

Molinari:  “Luke ha hecho un gran trabajo. Desde hace dos años avisó de lo que iba a ocurrir. Los cascos de los insultos alguno lo usó y otros por curiosidad. Los jugadores llegaron muy bien preparados. Increíbles por un día y medio hasta el sábado no hubo nada. El sábado a la tarde las cosas se pusieron aún peor. Desde el green 4, cada jugador tenía un policía y más tarde dos. “No necesitamos ayuda, necesitamos a 25 de vosotros”, le dijo McIlroy a los agentes. Se puede aguantar todo, pero ese sábado se pasó el límite. Por eso McIlroy dijo al árbitro que no iba a patear hasta que se callen. “Si esto es así, no juego”, me dijo Rory. Fueron 10 ó 12 minutos. Es díficil parar esto porque hay tanta gente que si alguien grita, no sabes quién es. Aunque sean sólo 200 poco puedes hacer”.

Olazábal:  “Los dos circuitos sí pueden hacer algo al respecto. No se puede dejar estar. Hay que encarar la situación y ver qué se puede hacer. Porque una cosa es apoyar a tu equipo, como pasó durante gran parte del domingo, sin necesidad de insultar al equipo contrario, y otra incitar al público a no respetar el proceso de preparación de un golpe”.

Carlos de Corral, Gonzalo Fernández Castaño, Óscar Maqueda, José María Olazábal y Edoardo MolinariMaximo Garcia de la Paz

¿La preparación del campo fue demasiado fácil?

Molinari: “Me sorprendió. Mi pesadilla cada noche era pensar el rough que me iban a encontrar, pero no sé qué pasó. En América tienes como mantra que el campo tiene que ser fácil. Dos semanas antes ya había poco rough y cuando volvimos el lunes, menos todavía. Y encima los greenes blandos. De repente se convirtió en una competición de putt y por suerte les ganamos. No sé si no se dieron cuenta que nosotros pegábamos un poco más lejos y que gente como Scheffler con esas condiciones pierde claramente su ventaja. Siempre va a ser mejor Rory con el wedge que Scottie con el hierro 7. Que sólo ganase un partido fue raro”.

Labores de un vicecapitán

Olazábal: “Luke nos encomendó una serie de jugadores. A mí sólo a Jon. Estuve ocupado (Risas). Lo primero para darles apoyo para ver cómo está jugando, cómo es el lenguaje corporal para pasárselo al capitán y que decida si hay que darle descanso o no. Y luego hago de mayordomo (risas): ‘Que me hace falta un plátano, un plátano. Que quiero este batido, este batido. Que he metido el traje de agua y no hace falta. Pues trae para acá’. La Ryder es única y no nos falta de nada. Yo desde la primera que jugué en 1987 en lo que se ha transformado va un abismo. Se ha convertido en un evento deportivo mundial.

Molinari: “Luke invirtió dos años de su vida en la Ryder Cup. Todos los días pensaba en ella, hablaba con los jugadores… Y eso no es frecuente. Habló con deportistas, psicólogos… Y Luke está muy cerca de los jugadores. Yo estuve en Irlanda un mes antes con él, aunque no podía jugar el torneo porque estaba operado de una mano. Rory confiaba tanto en Luke que le dijo: ‘Dime cuál es el plan para mí y perfecto’. Y eso es bueno para ellos porque no pierden el tiempo en decir con quién me pondrá y esas cosas. Creó un sentimiento de familia. 50 personas. Si antes de la Ryder de Roma te dicen que ganarías en Bethpage, hubiese dicho ¿cómo?”

Olazábal: “Luke ha hecho un trabajo extraordinario. Es una realidad. Esa dedicación ha creado un espíritu dentro del equipo que es fundamental. Y tampoco tenemos muchas opciones con el tema del LIV y todos los jugadores que se han ido a ese circuito. Yo no lo descarto. Ha hecho algo que sólo logró Tony Jacklin (ganó las Ryders de 1985, 87 y 89) y va a depender de él. Porque sólo veo a Justin Rose y a Francesco Molinari. Y Rose viendo cómo está jugando y la dedicación que está poniendo, tiene todavía una Ryder Cup para jugar o dos. Pero dependerá de él”.

Bradley, ¿se puede ser competitivo y ser capitán?

Molinari: “Es muy difícil. Se puede hacer, pero es difícil dedicar tanto tiempo. Mira Luke. Se puede hacer pero hay que delegar mucho y no es lo mismo. Los jugadores miraban cuanto tiempo invertía Luke en esto y es una motivación: si este tipo dejó de jugar para ser capitán, yo voy a hacer todo lo posible por intentar ganar”.

¿El plan era ese?

Molinari: Cambiamos algunas cosas, pero teníamos plan A, B y C. El primer día no cambiamos nada, igual que en Roma, porque salió todo bien por la mañana y queríamos que todos jugasen el primer día. El sábado, la intención era el mismo plan si la cosa iba bien. El viernes a la noche y el sábado durante la mañana, nos ocurrió sacar a todos los buenos y dejar a Rasmus (Hojgaard) en el banquillo para intentar tener la mayor ventaja el domingo.

¿No llegaron muy cansados al domingo?

Olazábal: “De todas las cosas se aprenden. De las derrotas más, pero también de las victorias. Y en ese sentido creo que al domingo hay que llegar fresco. Hubo cuatro jugadores que llegaron justo de energía. El siguiente capitán tendrá que sentarse a recapacitar sobre eso. Aunque sean tus estrellas, tienen que llegar más frescos al domingo. Los dos primeros son muy intensos pero juegas 16 puntos. El domingo aún 12 y pueden pasar muchas cosas. Y ahí necesitas a los jugadores frescos”.

José María Olazábal (59)

José María Olazábal (59)Maximo Garcia de la Paz

¿Cómo le dijeron a Hojgaard que no jugaba el sábado?

Molinari: “Fue mi idea junto a Luke sentar a Rasmus. Lo empezamos a hablar el viernes. Y Luke dijo si vamos con este plan, hay que hacerlo ahora porque yo mañana tengo que estar en el campo. Thomas ya tenía otros problemas. Olazábal dijo que él no podía decírselo y Bjorn, que también es danés, dijo que tampoco. Yo miro a Francesco (Molinari, su hermano) y le digo: vas tú con él. Fue difícil para Rasmus, pero a los 10 minutos lo entendió y dijo voy a estar lo mejor para el domingo”

Olazábal: “Este equipo no tiene ego, piensa en el equipo. Luke ha inculcado que lo importante es el equipo. Los individuos pueden hacer el equipo más fuerte. Tenemos un grupo de jugadores que han hecho más fácil todo”.

¿Cómo fue la estrategia?

Molinari: “Son muchos ingredientes. Son números, pero también las sensaciones del jugador. Les preguntamos con quién quiere jugar, con quién menos. Pero es que todos les va bien todos. Y nuestro problema era que nuestro foursome era peor porque pegaban más calles ellos y mucho green. Nosotros teníamos jugadores de muchos birdies, pero, sobre el papel, fallábamos muchas calles y eso no era bueno. Por eso decidimos poner a todos los que estaban jugando mejor el viernes por la tarde.

Ellos decidieron mal muchas cosas, las parejas e incluso quiénes jugaban los hoyos pares e impares. Cuando vi quién sacó el driver en el hoyo 1 en uno de los partidos le dije a Sepp Straka que estaba a mi lado ‘Este, otro punto'”.

La pareja Scheffler-DeChambeau

Molinari: “Eso fue a la desesperada. Metiendo los dos jugadores de fourball juntos no es una gran idea. Si pierden, como pasó, es un desastre y le meté presión. Si ganas es solo un punto.  Luego das con Justin Rose que hace 10 birdies en 16 hoyos y el campo en principio no le favorecía mucho”.

¿Quiénes son los líderes en el vestuario?

Olazábal: “Rory todos lo miran como líder. Jon creo que podría ser el colíder, pero no le gusta jugar ese papel. Prefiere meterse en su tarea, en su juego. Cuando le emparejas con quien sea sÍ ejerce y saca lo mejor de su compañero. Una cosa es el liderazgo del equipo y otra cosa, que hay una serie de jugadores que aportan al equipo sin ser líderes con gestos como sacarnos una sonrisa en un momento determinado”.

Los dos vicecapitanes con Begoña Zambrano, presidenta de la Federación Madrileña de Golf

Los dos vicecapitanes con Begoña Zambrano, presidenta de la Federación Madrileña de GolfMaximo Garcia de la Paz

La regla del sobre

Olazábal: “El sobre tiene que estar. Ya sé que le ha sentado mal, pero no es la primera vez. Durante una semana pueden pasar muchas cosas, una lesión, una enfermedad, una intoxicación. No tienes tres, es un sobre. Y eso tendría que estar. Porque sería injusto que si uno se pone malo, punto para mí. El espíritu no es ese”

¿Sergio García tuvo oportunidad?

Molinari: La verdad es que Sergio muy bien hasta el Masters y ahí estaba dentro del equipo. Luego la verdad es que no sé qué pasó. Empezó a jugar mal y no mejoró. Y fue una lástima porque es un jugador que puede ser determinante. Pero de abril en adelante no había opción. Fitzpatrick en el Masters estaba para los perros y de mayo para delante cambió de coach y ha sido uno de los cuatro mejores en ese periodo”

¿De qué jugador esperabais más?

Olazábal: “Jugador que esperábamos más, quizás Rasmus Hojgaard. Y lo que nos sorprendió es que lo hicieron bien todos”.

¿Por qué los líderes de USA no son buenos en la Ryder?

Molinari: “Es una combinación de problemas. Mira lo que le pasó a Russell Henley. Lo puso en una posición de mucha presión porque si juegas con Scheffler y no ganas, dices ‘ seguro que es por mí, no por él’. Y después de siete hoyos pegó dos drives malísimos a partir del hoyo 8. Si el que es tan bueno no te pone en buena posición… Rory, en cambio, se hace el mejor amigo del que le toca durante cuatro semanas: le invita a casa, le invita a comer… Y eso es muy positivo.

¿Cómo le explicas a un rookie como Hojgaard lo que es la Ryder?

Olazábal: Había estado en Roma, no como jugador, pero sí como acompañante de su hermano y eso facilita las cosas. Le explicas qué representa la Ryder Cup para Europa. La motivación está. Tienes que hacerle entender el espíritu de equipo. Siendo rookie tienes que crear ese vínculo con el resto de los jugadores. Si te sientes pegado a Rory o Jon, esos líderes te hacen sentir que perteneces al grupo. Yo en el 87 no sabía que era la Ryder Cup, el ambiente que se vive, y Seve me lo facilitó.

Recuerdo el primer día por la mañana en 1987. Había 30 metros hasta el tee del 1 y un pasillo de metro y medio de ancho. La gente gritándote a la oreja ‘USA, USA’. Y Seve llegó y me dijo: ‘Tú tranquilo, tu juega tu juego que del resto ya me ocupo yo’. Es bueno caminar por equipo, estar pegados el uno al otro… Son pequeños elementos que te ayudan a responder.

¿El orden del domingo?

Molinari: “Es una mezcla de las dos cosas. Es lo que piensas que va a hacer el otro y que va a hacer tu equipo. A Jon le gusta empezar, por eso fuimos con él. A otros le gustan más atrás. Sobre todo, el orden del domingo, ellos estaban obligados. Lo hablamos el sábado y todos teníamos ideas diferentes. Rory y Jon habían sido nuestros mejores jugadores y el domingo fueron el décimo y undécimo jugador. Los dos peores. Nunca sabes”.

Edoardo Molinari (44)

Edoardo Molinari (44)Maximo Garcia de la Paz

¿Debe no tener tanta mano el capitán para disponer el campo?

Molinari: “Estoy de acuerdo que sería mejor para el espectáculo fuera más neutral. Ya han sacado cosas que no pueden decidirlo como las posiciones de banderas, que ya no las decide el capitán. Y ahora ya no puede tocar el campo del lunes en adelante. Antes en una vuelta de prácticas veías como nos pasó en Céltic Manor (2010) que desde el rough pegaban más los americanos, podías hacer lo que querías y cambiamos el corte del rough, ahora ya no”.

¿Cobrar en la Ryder?

Olazábal: “En Europa lo tenemos clarísimo. Nadie de los europeos ha pedido cobrar. Es un honor y un privilegio. Que lo hagan los estadounidenses es su problema. Yo no tengo ninguna necesidad de cobrar por la Ryder. Los 12 ganan más que de sobra para poder jugar una semana cada dos años sin cobrar por tu continente y tu país”.

¿Sergio capitán en 2031?

Olazábal: “Que Sergio esté en el LIV no les facilita las cosas para ser capitán ahora mismo. Falta mucho, pero lo vimos con Henrik Stenson. Sergio sería un capital ideal, pero el hecho de que esté en el LIV y ahora ha dejado de ser miembro del European Tour no facilita las cosas. Si no cambian las cosas, será difícil”.

¿El ordenador de Molinari qué contiene?

Molinari: “Mi trabajo es un porcentaje pequeño comparado con lo hace Luke. Secretos no hay. Esta vez empezamos muy pronto. Lo primero que hicimos fue cambiar los criterios de calificación interna. Y creo que 11 de 12 repitiesen es un ejemplo. Y luego mi principal labor son las parejas. Esa es la clave de mi trabajo. En Bethpage luego estoy bastante tranquilo. Lo otro que hacemos es que Luke tiene una idea y me pregunta que meta esa idea en el ordenador para ver qué da”.

Olazábal: “Por ejemplo, con Sepp Straka. Dejó de jugar porque su mujer dio a luz de forma prematura. Y Dodo tenía estadísticas de todos los jugadores que dejan de jugar cuatro o cinco semanas y cómo vuelven a los torneos. Y Straka cuando hacía eso, siempre había jugado muy bien”.

El ambiente del autobús

Molinari: “El autobús es el momento más divertido. Esta vez Justin Rose fue el último en entrar, cogió el micrófono y nos dijo que sepáis que en Roma mi caddie no montó y se fue en un coche de cortesía y se perdió lo mejor de la Ryder Cup. Así que ahora tenemos que hacerlo mejor que en Roma. Fue muy divertido”.

La elección de la pareja English-Morikawa

Molinari: “Será que las computadoras son diferentes en Europa y América. Me sorprendió que cuando le preguntaron en la prensa sobre esta pareja, Bradley miró al periodista y le dijo que como sabía que era la peor pareja de todas. Hay muchos ingredientes, qué bola juegan, los números, si quieres jugar pronto… Hay gente como Rory y Jon que te dice en los foursome si quiere jugar el otro con su bola, déjame dar 30 bolas en el campo de prácticas con el trackman para ver cómo responde. Pero hay otros, y no vamos a dar nombres, que te llegan y te dicen: esta bola va a 200 revoluciones menos que la mía, yo no puedo jugar con él”. 

.

.Maximo Garcia de la Paz

¿Marco Penge tuvo opciones?

Molinari: No sólo Marco, Henry Hall ha sido el único jugador de la historia que jugando el The Tour Championship no está en la Ryder. Nunca había pasado y no sé si pasará otra vez. Pero cuando se hizo nuestro sistema de clasificación particular y pide seis wild card, Luke, hay muchos condicionantes. Después dependiendo quien está, metes más rookies o menos, dependiendo de si se juega en casa, también. Nuestros rookies tradicionalmente fuera ganan pocos puntos y eso lo miramos también. Al final, Marco no era sólo rookie, sólo había jugado uno o dos majors y dos torneos como mucho en el PGA Tour. Le faltaba experiencia. Era como Aberg hace dos años, pero se jugaba entonces en casa y era diferente. Tampoco tenía tanta competencia en este momento.

¿Ven más españoles en la Ryder Cup?

Molinari: “Hay tres jugadores de golf moderno que tienen todas las condiciones: Puig, Ayora y Ballester. Pegan más de 300 yardas y eso en el golf de hoy en día es clave. Aunque como dice Olazábal para estar en el equipo de la Ryder, que sólo pueden estar 12, hay que dar un nivel supremo”.

Su momento en Bethpage

Molinari: “El mío fue el sábado por la tarde. Quedaba como una hora de juego y ya se veía que nos iba a ir bien. Me crucé con Luke en la calle del 16 y de repente me dice: ¿escuchas este ruido? Y le respondí: ‘No’. ¿Escuchas? ‘Pues no’. “Es el silencio”, me dijo. Y me di cuenta que después de dos días, habían perdido la fe. Estos diez o quince minutos fueron increíbles.

Olazábal: “Yo tengo tres. El aproach de Jon en el hoyo 8. Tenía un golpe dificilísimo y yo estaba comentando por el pinganillo a los otros: ‘Vaya golpe que se ha dejado, es imposible. Si la deja a tres o cuatro metros ya será un golpe extraordinario’. Cuando le dio y la bola entró en la última vuelta, pegué un grito que les dejé sordos a todos. Luego, obviamente el momento del hoyo 18 con Lowry,  y el viaje en autobús al hotel. Fue espectacular. No os podéis imaginar. Fue un espectáculo”.



Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *