“Mis nietas oyeron que su abuelo era corrupto, pero no lograron destruirme”

Una década después de haber sido absuelto definitivamente de los cargos de corrupción y fraude que truncaron su carrera, Michel Platini revive aquellos años oscuros. Lo hace sin rencor, pero con la serenidad de quien ha sobrevivido al derrumbe de su mundo. “No soy un hombre destrozado. He vivido bien, mi familia y mis amigos me ayudaron. No llegué a ser presidente de la FIFA, pero… ¿a quién le importa?”, reflexiona el francés en ‘La Gazzetta dello Sport’.

Todo comenzó en septiembre de 2015, cuando agentes suizos llamaron a su puerta: “Queremos preguntarle sobre un pago que recibió de la FIFA hace años”. En ese instante, el triple Balón de Oro sintió cómo su vida se tambaleaba. Lo que siguió fue una década de sospechas, juicios, sanciones y titulares que lo presentaban como símbolo de la corrupción en el fútbol mundial. “Fue un infierno de diez años”, recuerda.

El caso se centraba en un pago de dos millones de francos suizos recibido de Joseph Blatter por asesorías realizadas entre 1998 y 2002. Platini siempre defendió que el acuerdo era legítimo, firmado y declarado ante las autoridades fiscales. “Sería el primer corrupto de la historia en pagar impuestos por un soborno”, ironiza.

Sin embargo, en diciembre de 2015, el comité de ética de la FIFA lo inhabilitó por ocho años —pena luego reducida a cuatro por el TAS—, truncando su camino hacia la presidencia del organismo. “Solo querían deshacerse de mí”, denuncia. Aquella sanción no solo le afectó a él, sino también a los suyos: “Lo peor fue para mi familia. A mis nietas les decían en el colegio: ‘Tu abuelo es corrupto’”.

Paralelamente, la justicia suiza abrió una investigación penal. El fiscal Thomas Hildbrand pidió para Platini y Blatter una condena de un año y ocho meses. En medio del proceso, el exjugador llegó a ser detenido brevemente en Nanterre en 2019 durante las pesquisas por el Mundial de Catar 2022. “Fue humillante, pero no me rendí”, confiesa.

“La absolución fue total. Ya no hay sombra de duda”, afirma.

En 2022, el tribunal suizo lo absolvió por primera vez, al considerar que “no se probó el fraude con una certeza razonable”. Sin embargo, la fiscalía apeló. Finalmente, en marzo de 2025, el Tribunal Federal confirmó su inocencia y, meses después, el caso quedó cerrado para siempre. “La absolución fue total. Ya no hay sombra de duda”, afirma.

Hoy, Platini, a sus 70 años, se muestra sereno, pero no resignado. “Estoy enfadado con quienes me hicieron daño. Lucharé contra la injusticia”, advierte. Y con un guiño futbolero, sentencia: “Ahora empieza mi contraataque… muy al estilo Trapattoni”.