Economia
Pereira registró la inflación más alta de Colombia: expertos explican causas y posibles soluciones

Aunque las acciones de la administración municipal son limitadas, expertos señalan que la generación de empleo y una inspección constante a arrendamientos e inversión pueden reducir el impacto en la economía local.
Pereira cerró julio de 2025 como la ciudad con la inflación anual más alta de Colombia, según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Mientras el promedio nacional del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 4,9 %, la capital risaraldense alcanzó el 5,98 %, es decir, 1,08 puntos porcentuales por encima.
En la variación mensual, la tendencia también fue superior: mientras el país registró un incremento de 0,28 % entre junio y julio, Pereira llegó al 0,48 %, 0,22 puntos por encima. El economista y docente universitario John Alexander Portilla explicó que este comportamiento responde al alza en gastos como arriendos, restaurantes, alojamiento, frutas frescas, cebolla, hortalizas, tomate, transporte, gas, carne de res, condimentos y productos de mar.
“El IPC es un desequilibrio de la oferta o de la demanda, o entre ambas. En este caso, estamos viendo que la demanda aumenta, pero la oferta no lo hace al mismo nivel, y eso provoca que los precios se incrementen”, señaló Portilla.
Medidas posibles
Aunque el control de la inflación parece tarea exclusiva del Gobierno nacional y del Banco de la República —responsable de la política monetaria—, los gobiernos locales también pueden aplicar estrategias para mitigar el impacto del aumento de precios.
“Se le pueden hacer algunas acotaciones al Gobierno nacional, por ejemplo, que en la tierra se produzcan más alimentos, que haya más reses, y tomar alguna decisión frente a la exportación de carne de res: algunas salvaguardas y cuotas para que la carne deje de subir de precio”, sugirió Portilla.
Otra medida, según el economista, sería vigilar, dentro del marco legal, el comportamiento de los arriendos para evitar incrementos injustificados. “En temas de arriendo, se podría fortalecer la oferta de vivienda formal, implementar programas de arrendamiento social y ejercer vigilancia, porque es lo que más está presionando el alza del IPC en la ciudad”.
Así lo confirmó Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario: “Los arriendos sí tienen un límite de aumento de precio y, seguramente, en algunas ocasiones puede que se estén sobrepasando. Es importante que los gobiernos estén pendientes de que se cumpla con estos límites impuestos por la ley, pero esto se puede hacer solamente si la gente lo informa”.
Tan negativo como positivo
Sin embargo, el docente subrayó que este no es un fenómeno exclusivamente negativo, pues parte del aumento de precios se debe al dinamismo económico. “Muchas veces la dinámica económica presiona un crecimiento, que también estamos viendo en las cifras nacionales, y Pereira no es la excepción. Esto pone más dinero en manos del público, vía nóminas, pagos u honorarios por prestación de servicios, y también a través de las actividades informales”.
Ese incremento en la capacidad de gasto impulsa la demanda de bienes y servicios. Cuando los consumidores compran más, la oferta no logra responder en la misma proporción, lo que genera un alza inmediata en los precios. Un ejemplo claro se observa en el mercado de vivienda: la llegada de población procedente de otras ciudades, en especial Bogotá, junto con la instalación de nuevas empresas, ha disparado la demanda de arriendos en Pereira.
Los nuevos residentes y empresarios no solo adquieren propiedades o arriendan inmuebles, sino que inyectan capital y dinamizan el comercio local. Según el académico, este fenómeno explica por qué Pereira ha ocupado los primeros lugares en variación del IPC durante mayo, junio y julio: su atractivo para la inversión, aunque beneficioso en muchos aspectos, también ha generado desequilibrios en el mercado inmobiliario.
Factores externos
Portilla también destacó que algunos componentes del IPC están fuera del control de la administración municipal. Por ejemplo, las tarifas de servicios públicos como energía, agua y gas dependen de las comisiones nacionales de regulación (CREG y CRA), que fijan metodologías y precios a nivel nacional. Además, los bloqueos en carreteras de otras regiones han impactado el abastecimiento.
Más allá de las medidas coyunturales, el economista considera que la educación financiera es una herramienta estratégica para enfrentar la inflación. “Sería ideal que desde los colegios se implementen programas para enseñar a los niños y a las familias a manejar sus recursos en contextos inflacionarios. Saber planificar el gasto, ahorrar y tomar decisiones inteligentes de consumo puede marcar la diferencia”, afirmó.
El caso de Pereira refleja una dinámica que combina crecimiento económico, atracción de inversión y migración interna, pero también retos en infraestructura, planeación urbana y abastecimiento. La inflación, aunque moderada en comparación con picos de años anteriores, pone a prueba la capacidad de las autoridades para equilibrar el desarrollo con la calidad de vida de sus habitantes.
¿Cómo se estima el cierre de la inflación para el 2025?
Useche indicó que la inflación para el año 2026 podría terminar en una cifra muy cercana al 5% anual. “Esto significa que si miramos la inflación de largo plazo, comparada con la de hace un año o dos en Colombia, se está presentando una tendencia a la baja, lo cual es supremamente positivo, pensando en el poder adquisitivo de todos nosotros como ciudadanos”.