Economia
Perú le compra a más a Colombia de lo que le vende: importaciones sumaron USD 1.500 millones

El año pasado, el intercambio comercial entre Perú y Colombia cerró con un saldo favorable para la economía colombiana, gracias a un mayor volumen de ventas hacia el mercado peruano. El flujo de productos provenientes del país vecino superó con amplitud al de las exportaciones peruanas, consolidando un superávit para Colombia.
De acuerdo con cifras del Centro de Investigación de Economía y Negocios (CIEN) de la Asociación de Exportadores (ADEX), Colombia aprovechó con éxito la demanda peruana, ampliando su presencia en diversos sectores y afianzando su papel como proveedor clave para Perú.
Durante 2024, las exportaciones peruanas hacia Colombia sumaron aproximadamente USD 940 millones, mientras que las importaciones desde Colombia alcanzaron USD 1.500 millones. Esta brecha reafirma la ventaja comercial de Colombia, que logró vender más de lo que compró a su socio andino.
Perú envió a Colombia 1.388 productos distintos, liderados por alambres de cobre, combustibles, tejidos de punto de algodón y aceites de palma. Unas 1.020 empresas peruanas participaron en estas operaciones, reflejando la variedad y competitividad de la oferta exportadora nacional.

Entre los bienes que Perú adquirió de Colombia destacan el oro, medicamentos, jabones y azúcar. Alrededor de 1.500 compañías colombianas participaron en estas ventas, respaldadas por sectores sólidos como la minería, la industria farmacéutica y la agroindustria.
El director del CIEN, Edgar Vásquez, señaló que, pese a las tensiones políticas ocasionales, “cualquier controversia debe ser manejada por la vía diplomática”, confiando en que no se verá afectado el flujo comercial.
Ambos países forman parte de la Comunidad Andina (CAN) y de la Alianza del Pacífico, bloques que promueven el libre comercio y la integración económica. Estas alianzas continúan siendo una plataforma clave para fortalecer el intercambio y el crecimiento conjunto en la región.
Recientemente, la frontera amazónica entre Perú y Colombia ha sido escenario de una controversia creciente, centrada en la isla Santa Rosa —también llamada Santa Rosa de Yavarí— cuyo origen natural data de los años setenta. Aunque surgió por procesos fluviales que separaron un fragmento de la isla Chinería, actualmente el canal que lo vinculaba se ha secado, lo que ha llevado a discrepancias sobre su estatus jurídico por parte del presidente colombiano Gustavo Petro.

Colombia exige que cualquier nueva formación territorial sea objeto de acuerdo bilateral, mientras que Perú sostiene que la isla pertenece legítimamente a su jurisdicción, y que su conversión reciente en distrito evidencia esa soberanía.
En junio y julio de 2025, el Congreso peruano aprobó una ley que oficializa al distrito de Santa Rosa de Loreto, lo que desató la ira del presidente colombiano Gustavo Petro. Él denunció que esta acción constituye una apropiación unilateral que vulnera el Tratado de Río de Janeiro de 1934 y podría afectar el acceso de Leticia al río Amazonas. Como gesto simbólico, Petro trasladó allí la conmemoración de la Batalla de Boyacá.
Desde Lima, el Ejecutivo peruano ha rechazado enfáticamente la disputa. La presidenta Dina Boluarte afirmó que “no tenemos ningún tema pendiente que resolver” con Colombia y reiteró el respaldo histórico a la soberanía del país sobre la isla. El primer ministro incluso visitó la zona con un despliegue de autoridad y anunció mejoras sociales para sus habitantes más necesitados.
A todo esto se suma un telón de fondo ambiental que complica aún más el panorama: la sedimentación en el río Amazonas ha reducido notablemente el cauce navegable del lado colombiano. Investigaciones recientes señalan que el flujo descendió del 30% en 1993 al 19,5% en 2025, lo que pone en riesgo la continuidad del puerto de Leticia si no hay medidas conjuntas de mitigación.