Colombia
‘Pille, toca acostar a este hombre’

Tras varios meses del asesinato de Miguel Uribe Turbay, se conocieron nuevos detalles dados por el joven de 15 años conocido como ‘Tianz’, quien ya fue sentenciado por el crimen.
Según él testimonio dado a ‘Semana’ él trabajaba vendiendo drogas en bares del barrio El Muelle, en Engativá, Bogotá, cuando alias el costeño le habló de una “vuelta” para el sábado 7 de junio.
Desde ese momento comenzó a sospechar de la naturaleza del encargo. “Yo en ese momento ya estaba empezando a sentir algo raro con ese trabajo.”, afirmó, explicando que tuvo que presentarse de manera formal, algo inusual en comparación con encargos anteriores.
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El menor de edad que le disparó al precandidato presidencial Miguel Uribe en el parque El Golfito. Foto:redes sociales
La mañana del crimen, recibió una llamada en la que le dijeron que una moto pasaría por él y que debía borrar todas las conversaciones de su celular.
“Antes de salir, me dijo que borrara las conversaciones, pero ahí ya sentía algo raro, porque él nunca me pidió que las borrara. Entonces, les tomé captura de pantalla”, dijo a ‘Semana’.
Añadió que alias el costeño le hizo una videollamada y le ordenó eliminar los mensajes frente a la cámara: “Me hizo compartir pantalla para ver que realmente las borrara. También me hizo borrar las llamadas que habíamos tenido”.
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Celular del joven sicario. Foto:redes sociales
Luego, una mujer —cuyo nombre no recordaba— pidió la moto que lo recogería. Al llegar al parque El Golfito, recibió una videollamada de un hombre desconocido, a quien identificó por sus gafas Cartier, tatuajes y un peinado particular.
“Me salí de nuevo al parque y el tipo me llama nuevamente, pero por WhatsApp, no recuerdo el número, pero empezaba por +16, o sea que no es número de Colombia. Me llamó por videollamada y me dijo: ‘Manito, ya vamos llegando. Todo bien que ya vamos llegando'”.
Miguel Uribe Turbay el día del atentado. Foto:archivo particular
Poco después, fue recogido en un Chevrolet Spark negro, donde también iba una mujer vestida de rosa.Dentro del vehículo recibió la orden limpia de cometer el asesinato.
“’Pille, toca acostar a este hombre’ y me mostró una foto en un teléfono”. Mientras le enseñaban la imagen de Miguel Uribe Turbay, “la mujer se sacó el arma y de la cintura del proveedor, lo sacó del bolso rosado (sic)”.
El joven relató que intentó negarse, pero fue intimidado: “Pero usted ya no se puede retractar, a menos que quiera que su familia esté en riesgo y usted también (…) Usted sabe, me toca callarlo”.
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el costeño Foto:redes sociales
Alias el’costeño identificado como Élder José Arteaga, fue quien le dio las instrucciones finales. “Me mostró de nueva la foto y me dijo que toca acostar a este hombre, esta es el arma que se le va a dar, ¿usted la quiere en ráfaga o tiro a tiro?”.
Además, le exigió que el ataque fuera letal: “Yo quiero que le pegue de seis a siete tiros o mínimo cuatro”, y especificó que debía disparar “detrás del cuello”.
Según el testimonio de ‘Tianz’ a ‘Semana’,también le aseguraron que contaban con apoyo de miembros de la fuerza pública. “De todas maneras, esté tranquilo, porque la Policía ya está toda comprada y tiene cinco minutos para salir del lugar. Ellos se van a hacer los bobos como cinco minutos, y usted tiene que correr, montarse en la moto y salir”. Incluso le afirmaron que los escoltas del senador estaban informados y no intervendrían.
El joven aseguró que escuchó cuando el ‘Costeño’ hablaba con el conductor del vehículo, supuestamente confirmando la complicidad de otros involucrados: “La Firma y el conductor hablaron, que ya todo estaba comprado, que los escoltas del que había que matar ya estaban informados”. También le señalaron la ubicación de policías y escoltas: dos en la esquina del Oxxo, otro en la esquina opuesta, uno entre el público y dos motorizados.
“Toda esa conversación fue por WhatsApp y desde el celular nuevo, que fue el que se perdió el día de los hechos, el que botaron al río”, declaró. Cuando fue retenido por la comunidad y los escoltas de Uribe Turbay, ofreció entregar los nombres y evidencias guardadas en su teléfono, pero el dispositivo nunca apareció.







