El protocolo del Clásico se reduce a un encuentro de pie entre directivas

El clásico ya asoma en el horizonte. La cuenta atrás ya se ha iniciado. En esta ocasión, además de poner el liderato en juego de LaLiga, va a dejar muchas cosas claras, como el momento que atraviesa la relación entre ambas entidades. El domingo no habrá comida de directivas, pero sí el denominado ‘encuentro entre directivas’. Se cumple el formalismo, pero tampoco hay una exaltación de la antigua y reciente amistad y puesta en común ante muchas situaciones, especialmente económicas.

Cierto es que la hora del partido (16.15) tampoco invita a una comida al uso, pero la circunstancia horaria ha venido pero que muy bien, para que todo se limite a un casual encuentro de pie y poco más. Eso sí, ambos presidentes compartirán primera fila del palco.

La relación entre el Real Madrid y el Barcelona no atraviesa su mejor momento. Después de los días en los que las dos entidades mantenían muchos lazos en común, la distancia parece que vuelve a ser la protagonista del día día entre uno y otro club.

Lo sucedido en las dos últimas semanas, con la aparición de Laporta en la asamblea de la antes llamada ECA y lo que se considera en Barcelona una intromisión del Real Madrid al partido de Miami y que ha terminado con su suspensión, han servido para lo que muchos creen que una necesaria vuelta de la situación a su sitio natural.

El Barcelona sigue sin dar el rango de oficialidad a su supuesta salida de la Superliga, así como tampoco su regreso a la ahora llamada EFC presidida por Al Khelaifi.

Además, las palabras de Lamine, acusando al equipo blanco de “robar y luego quejarse”, no ha sentado nada bien en el club y menos aún en el vestuario. Mantienen que el internacional español ha traspasado cualquier límite y más en una previa que debe servir de escaparate para el considerado mayor espectáculo del mundo del fútbol.