Economia
¿Qué significa que Colombia esté a punto de perder el grado de inversión? Así lo explican las calificadoras

¿Qué son las calificadoras de riesgo y por qué le están bajando el puntaje a Colombia? Expertos analizan el impacto de las recientes decisiones de Moody’s y Standard & Poor’s, que dejan al país en una situación fiscal delicada.
Las advertencias del sistema financiero internacional sobre la situación fiscal de Colombia se confirmaron la semana pasada, cuando dos de las tres principales agencias calificadoras de riesgo –Moody’s Ratings y Standard & Poor’s– redujeron la calificación crediticia del país y evidenciaron el deterioro de sus indicadores macroeconómicos.
En un solo día, dos de estas agencias bajaron la calificación a Colombia. Moody’s, por un lado, pasó al país de Baa2 a Baa3, ubicándolo en el último escalón antes de perder el grado de inversión. La calificadora advirtió que, si no se adoptan reformas estructurales de fondo, como las que ya han sido sugeridas en reiteradas ocasiones, es probable que se produzca una nueva degradación crediticia.

Standard & Poor’s, por su parte, redujo la calificación de largo plazo en moneda extranjera de BB+ a BB, y lo hizo con una perspectiva negativa. Esto, debido a múltiples factores: el déficit fiscal sostenido, la desaceleración del crecimiento económico, los desafíos en materia de seguridad, la ausencia de una política fiscal predecible y el crecimiento constante de la deuda pública. “Esto ha reducido la confianza inversionista y limitado la capacidad del país para enfrentar choques externos”, apuntó Henry Amorocho Moreno, docente de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario.
A lo anterior se suman la suspensión de la regla fiscal por tres años y la falta de avances en las reformas estructurales. Ambos elementos fueron determinantes para que Colombia recibiera no solo una calificación inferior, sino también una advertencia de inestabilidad en el futuro cercano.
“Estas decisiones dejan a Colombia mal posicionada porque incluso el propio Fondo Monetario Internacional ha sugerido adoptar medidas correctivas, pero no se han tomado estas medidas en el frente fiscal”, indicó el docente.
La coincidencia entre calificadoras
De acuerdo con Amorocho, tanto Moody’s como Standard & Poor’s coinciden en señalar que el país enfrenta un deterioro fiscal sostenido. Moody’s, por ejemplo, afirmó que la rebaja “se refleja en un deterioro persistente en los indicadores de deuda del gobierno”, mientras que Standard & Poor’s destaca que no existe una estrategia clara para controlar el crecimiento del gasto y que el manejo de la deuda genera incertidumbre en los mercados.
El anuncio de suspender la regla fiscal –que debe aplicarse solo en escenarios de crisis macroeconómica profunda– fue clave para ambas rebajas. Según el profesor Amorocho, “el país no está atravesando una emergencia macroeconómica generalizada, sino un problema muy difícil en materia fiscal, sustentado en el déficit fiscal y en la deuda pública”.
Por otro lado: la perspectiva
Aunque la calificación bajó, Moody’s decidió modificar la perspectiva del país de negativa a estable, basándose en la fortaleza institucional del país. “A Moody’s le ha parecido –no bueno el manejo fiscal–, sino que, ante las dificultades de diálogo entre el Estado central y ramas del poder público como la Corte Constitucional y el Congreso de la República, eso ha demostrado que Colombia tiene solidez institucional, que cuenta con verdaderos pesos y contrapesos”. Adicionalmente, valoró positivamente el desempeño del Banco de la República.
Impacto a mediano plazo
La pérdida de confianza por parte de las calificadoras no tendrá efectos inmediatos, pero sí se manifestará de manera paulatina. Según el profesor Amorocho, el plazo que tendría el país para demostrar un cambio de rumbo es de 18 meses, justo el periodo restante de la actual administración y el inicio del próximo gobierno.
En ese tiempo, se espera que el Ejecutivo, con respaldo legislativo, formule y ejecute una estrategia de reforma fiscal estructural, que incluya medidas para mejorar los ingresos sin afectar a los sectores más vulnerables, y una política seria de contención del gasto. El problema, según el docente, es que se pretende financiar ese gasto con un aumento del cupo de endeudamiento, sin mostrar nuevas fuentes de financiación.
Por su parte, Sebastián Chacón, director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional de la Universidad Politécnico Grancolombiano, advirtió que la suspensión de la regla fiscal y el elevado endeudamiento proyectado como porcentaje del PIB generan un panorama de incertidumbre para el mercado, los inversionistas y los consumidores.
Según Chacón, esta situación impacta directamente la confianza empresarial y ciudadana, ya que será necesario aplicar más impuestos para cubrir el pago de la deuda y cumplir con las obligaciones del presupuesto nacional de 2025, aprobado por decreto sin que existan ingresos suficientes para respaldarlo.
“El recaudo no ha estado acorde con los requerimientos presupuestales dado por decreto para el 2025, lo que puede llevar a una menor inversión extranjera y complicar las condiciones para los empresarios y la ciudadanía en general a cuenta de impuestos».
Decisiones del Banco de la República
La política monetaria también entra en escena. El Banco de la República decidió recientemente mantener estables las tasas de interés al 9,25 %, decisión que, en opinión del profesor Amorocho, fue coherente tanto con el entorno económico nacional como con la geopolítica internacional.
“El Banco de la República, actuando de forma coherente con el contexto internacional y las observaciones de las calificadoras de riesgo, tomó una decisión prudente de mantener sin cambios las tasas de interés, también pensando que en Colombia existe una medida adicional que ha generado buenos resultados: un convenio entre el Gobierno y Asobancaria, que establece tasas cuatro puntos por debajo de las del mercado. Esto ha contribuido, en cierta medida, a la reactivación económica”.
Amorocho proyecta que, si se corrigen las variables fiscales en los próximos meses, es posible que hacia fin de año el país vea una tasa de interés más baja, quizás alrededor del 8,5 %. Pero advierte que todo dependerá del contenido del próximo presupuesto general de la nación, el cual debe incluir metas creíbles y una hoja de ruta fiscal viable.
¿Qué son las calificadoras de riesgo?
Desde 1945, el mundo viene funcionando bajo un modelo de multilateralismo económico, con entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras agencias de desarrollo. En torno a ellas operan tres calificadoras de riesgo que son las más referenciadas a nivel global: Standard & Poor’s, Fitch Ratings y Moody’s. Son ellas quienes evalúan la capacidad financiera e institucional de los países para recibir o mantener líneas de crédito.