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No tenemos límites, siempre hay que intentarlo
En el mar del Caribe, de costa a costa desde el Pacífico y tras diez etapas de la máxima exigencia, el Reto Pelayo Vida Costa Rica 2025 puso el broche a la aventura de Verónica, Toñi, Idoia y Mapi (con Eduina más que presente): “Nos hemos emocionado más de lo esperado con ese abrazo final hasta la playa”, reconocían las cuatro. Supervivientes de cáncer de mama y titanes en bici, trekking, rafting y kayak. Pura vida.
El final sabe a todo: a alegría por haber conseguido lo nunca imaginado tras la enfermedad que marcó sus vidas y a cierta amargura porque se acaba la aventura de sus vidas. En un día de emociones, con la lluvia como fiel compañera añadiendo un punto de épica, hubo triplete en rafting, bicicleta de montaña y kayak hasta conquistar las aguas del Caribe en el undécimo Reto Pelayo Vida.
Las cuatro expedicionarias durante la prueba de rafting
“Ha sido increíble, especial, lo hemos disfrutado mucho todo, incluso los momentos más duros sobre la bici”, dice la riojana Idoia Fernández, ultramaratoniana y la más veterana del grupo. “No podemos pedir más, ha sido todo demasiado bonito”.
Si alguien persiguió este sueño año tras año fue la alicantina Mapi Morón, que a la cuarta candidatura fue la vencida, disfrutó a lo grande con su fallecido padre muy presente y demostró que nunca es tarde para una dedicatoria tan especial: “Mi mensaje es que nunca hay que dejar de intentarlo, tanto si puede salir bien o mal. Necesitamos retos y ahora a por el siguiente”.
“Hoy ha estado más presente mi padre, he llevado su medalla puesta y no la he soltado. El final ha sido el soñado porque el mar me da la vida: terminar remando y en el Caribe ha sido único”, afirma emocionada Mapi.
Un Reto sin ser una gran deportista
La teniente coronel de la Guardia Civil, Verónica Guillén, completó un nuevo desafío en su vida y pese a ser la menos deportista del grupo ha estado por encima de sus expectativas: “Siento una gran felicidad por haber superado todas las dificultades para una persona normal y me ha servido para aprender a gestionar mejor mis miedos, incertidumbres y limitaciones. Tenía miedo al fracaso y me he superado a mí misma. Cada mujer que ha pasado el cáncer tiene que elegir su propio reto“. Y una dedicatoria muy especial: “Para mis hijas Abril y Naya”.
Idoia y Verónica en la prueba final de kayak
La cordobesa Toñi Delgado estaba exultante: “Ha sido una experiencia de vida, nos hemos demostrado que somos más fuertes de lo que creemos y que no tenemos límites. Este Reto es una manera de soñar a lo grande”.
Costa Rica ha sido el mejor escenario posible para un reto lleno de aventuras, de situaciones límite, de selvas tan bellas como inhóspitas, de subidas y bajadas, de flora y fauna salvaje, de gente acogedora. De Pura Vida.
